ENTREVISTA

Axel Kaiser: "Por interés de supervivencia, hay que elegir a Macri"

El jóven filósofo chileno elogia a Espert y asegura que Macri cometió errores. Pero cree que sería desastroso un gobierno de Cristina Kirchner. Los casos de Venezuela y China. 

Rechaza lo “políticamente correcto , por lo cual sus afirmaciones son más bien contundentes y disponibles para el debate y la polémica. Es conocida su crítica al socialismo y al populismo, propone una solución militar para Venezuela y aconseja evitar un regreso de Cristina Kirchner al poder en las próximas elecciones presidenciales de Argentina.

Se trata de Axel Kaiser, doctor en Filosofía y director en Chile de la Fundación para el Progreso, quien visitó Buenos Aires este fin de semana invitado por la Fundación Libertad y conversó con El Cronista sobre la situación regional, la gestión de Mauricio Macri, la candidatura de José Luis Espert y el desafío que representa China para Occidente.  

Axel Kaiser, director de la Fundación para el Progreso (Chile).

Autor del libro “El engaño populista , que trabajó junto a guatemalteca Gloria Álvarez, Kaiser escribió también, entre otros libros, “La Tiranía de la Igualdad" (2015) y "El Papa y el capitalismo" (2018).

“A nivel regional el problema más graves es Venezuela , arranca. “Hace años que vengo diciendo que es un país perdido, capturado por una mafia de criminales, dictadores y narcotraficantes, que tienen el poder de las armas de su lado y el apoyo de países como China y Rusia, de carteles del narcotráfico como el cartel de los Soles .

Descree que la presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro surta efecto.  “Todo este show que hizo la comunidad internacional no ha sido útil. Tiene cierta función por supuesto para quitar legitimidad al régimen y generar presión pública. Pero no sirve para aportar soluciones dentro de Venezuela. La figura de Guaidó ya desapareció del escenario. Los servicios de inteligencia de Cuba han asesorado muy bien a Maduro en el sentido de no tocarlo, de no convertirlo en un mártir .

Por lo tanto, considera que Venezuela “es hoy un foco infeccioso para toda la región . Argumenta que es así por “el tipo de política agresiva que lleva adelante, por su complicidad con el narcotráfico, con grupos de terrorismo islámico, lo cual está acreditado, y por la ola migratoria que está creando y que es difícil para muchos países poder manejar . “La comunidad internacional ha sido extremadamente ingenua, le ha faltado coraje , sostiene.

-¿Coraje para qué?¿Cuál sería la solución?

-Coraje para decir la verdad. Una intervención militar extranjera, como la que ha propuesto el economista venezolano Ricardo Hausmann, de Harvard, o una intervención militar militar interna, que ya quedó desarticulada. Hay que vivir en un mundo de ficción para creer que uno se puede deshacer de un criminal pidiéndole que se vaya, cuando tiene todo que perder y nada que ganar. Sé que no es políticamente correcto decirlo.

Kaiser advierte también que “la retórica que están intentando construir de que Chávez era el bueno y Maduro el malo es completamente falsa. Es una estrategia para confundir a la opinión pública y poder resucitar el proyecto socialista que en Venezuela fracasó como en todas partes del mundo.

-¿Y qué otras situaciones mencionarías en la región?

-Colombia tiene una situación preocupante porque la izquierda dura ha crecido mucho. Le fue muy bien en la elección pasada no es imposible que pueda ganar una elección presidencial en Colombia. Eso pondría en riesgo todo el modelo de desarrollo que el país ha logrado hasta ahora. Está alineado con el populismo más duro de izquierda. Por otro lado, México, con López Obrador está empezando a tomar un color complejo con aroma a populismo totalitario, que aún no se ha consolidado del todo pero las peleas con ministros, su retórica tan agresiva, redistributiva, de lucha de clases, le persecución a algunas figuras, son señales complejas. Esperemos que se mantenga dentro de ciertos límites. Eso no significa que termine radicalizándose, yo todavía estoy dispuesto a darle un beneficio de la duda.

-Por otro lado aparecen el caso de Chile, de Argentina, de Brasil. Pero también con la posibilidad de un nuevo giro político en la Argentina a fin de año…

-Creo que Argentina podría volver a un desastroso gobierno encabezado por Fernández y Kirchner, en este caso Cristina es la figura política relevante, y desde esa perspectiva lo digo de manera clara: enfrentados a la posibilidad de elegir entre un gobierno de Macri, con todo lo que se le puede criticar, o un gobierno integrado por Cristina Kirchner y el kirchnerismo en general, por una cuestión de patriotismo básico e interés de supervivencia hay que elegir a Macri. ¿Es el escenario ideal? No, no lo es. Alguna gente dice no vote por miedo. Yo digo sí vote con miedo, porque el costo de no tomarle el peso a lo que podría ser un gobierno nuevamente kirchnerista, puede ser irreversible. Denle una oportunidad a Macri, le diría a los electores argentinos, para que en el segundo gobierno él pueda corregir muchos de los errores que cometió en el primero. Gobernar Argentina es extraordinariamente difícil, todo el mundo lo sabe. La catástrofe fiscal que heredó no cualquiera la podía manejar. Ellos no la manejaron de la mejor forma, pero de alguna manera lograron sobrevivir y eso es un mérito en sí mismo y habla también de la madurez de la ciudadanía, que a pesar de la devaluación Macri no tuvo que irse de la Casa Rosada.

-En esta época de contrastes se da el caso de que por un lado parece cercana la posibilidad de un giro hacia el kirchnerismo, pero por otra parte hay un surgimiento de una propuesta liberal, como es en esta campaña la candidatura de Espert, quizás dificultada por la polarización.

-La de Espert es una gran contribución al debate en Argentina. Es un hombre valiente, que dice verdades que muchos no se atreven a manifestar. Y que está creciendo porque quedó un vacío que el mismo gobierno de Macri dejó. Esto en política es clásico: si tú te corres muy hacia un lado, como en la caso de Macri que se corrió muy hacia el centro, hacia una posición moderada de optimismo casi ingenuo, dejas un espacio para gente con un mensaje más claro, más comprometido con cierto tipos de reformas. En el caso de Argentina no creo que Espert vaya a constituir una amenaza real desde punto de vista electoral para Macri, tal vez me equivoco, pero sí está dando ya una señal de que hay un grupo que no es irrelevante, que tiene cierta influencia y que en el margen podría ser decisivo. Busca un compoomiso más evidente con una línea de reformas que este país necesita imperiosamente para ser sostenible. Y es precisamente lo que creo que Macri podría hacer, no en la forma más pura que algunos podrían pretender, en su segundo gobierno. Entonces es una oportunidad que hay que darle. Él mismo ha reconocido que ha pecado de optimismo. El desafío que tiene en un segundo mandato es tremendo y hay que tormarle el peso a lo que logró Macri en esta etapa: no es fácil en la política argentina no ser peronista y terminar un gobierno. Cambió el paradigma de la historia presidencial argentina.

-Siguiendo con los contrastes, por un lado hablabas de la amenaza del socialismo, pero también tenemos en el escenario el regreso a lo que muchos llaman el conservadurismo popular, si cabe encasillar ahí a los casos de Trump, Bolsonaro o el nuevo primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson.

-Es una reacción, en parte al menos, a una agenda intelectual ideológica que se difundió con buenas intenciones, y otras no tan buenas, desde las universidades más importantes del mundo, por intelectuales distintos, por organizaciones internacionales y sectores de la clase política. Y el componente que unifica esta agenda es lo que se conoce como ‘corrección política’. Para definirlo simple, la censura a toda aquella opinión que pueda considerarse ofensiva para determinados grupos que puedan sentirse victimizados. Por ejemplo, si tú manifestabas una preocupación por el tema migratorio, no una cosa vociferante ni agresiva, sino una preocupación legítima, la reacción de la clase política y de los medios de prensa era “xenófobo, nazi, racista . No había discusión, se clausura la discusión, no se puede hablar del tema. Y la mayoría de las personas que se preocupan por estos temas no son ni racistas ni xenófobos ni nada de eso. Son personas comunes y corrientes con sus preocupaciones y el establishment político e intelectual los maltrató. ¿Qué alternativa les dejaron? Irse con aquellos que los interpretó. Lo mismo ocurre con agendas que ya no son de igualdad de lucha por mismos derechos, como en el caso LGBT y otro tipo de minorías, sino que buscan francamente establecer privilegios artificiales a través de la ley, de obligar a todos a usar el lenguaje que ellos quieren, de imponer cuotas en algunos casos. El feminismo busca tener cupos en lo político, que no estoy tan en contra en el caso de la política, pero sí en el sector privado. De leyes antidiscriminación, a veces necesarias, pero con una formulación tan estricta que cualquier cosa se interpreta como discriminación. De imponer en las escuelas tipos de educación que los padres no necesariamente quieren para sus hijos. Todo eso genera una reacción en contra. Pasaría lo mismo si durante mucho tiempo tuvieras en adelante una hegemonía intelectual conservadora que maltrata a todo el mundo de traidor a la patria, de degenerado o lo que sea porque no concuerda con su manera de ver la realidad. Hay que tener cuidado y buscar posiciones que sean razonables.

-¿Razonables de uno y otro lado?

-Claro. Los países avanzan cuando las posiciones que se toman no están tan de un lado o del otro. Un país en que la mitad quiere socialismo y la otra mitad el capitalismo está en problemas. Si todos quieren terminar en el socialismo van a terminar en una miseria generalizada.

-Hablando de extremos, vuelvo al tema del socialismo. ¿Es realmente socialismo o se trata más bien de un estatismo lo que se ve en parte de la sociedad?

-En la práctica es un estatismo bastante generalizado. Entonces lo que tienes que tener desde un punto de vista político pragmático es posiciones intermedias, donde tengamos un gobierno que no gaste mucho, que haga la labor social, pero que sea equilibrado fiscalmente. Que no dañe a los empresarios, que son los que producen la riqueza y generan el empleo, con regulaciones absurdas. Que se permita exportar e importar. No es cerrar el Estado. Por supuesto, un banco Central independiente. Todas esas cosas son las que hacen que países como Nueva Zelanda, Suiza, Dinamarca estén donde están. No es un milagro.

-¿Y qué lugar ocupa hoy China? Siempre que se habla de socialismo o comunismo no se la suele tomar en cuenta en ese plano.

-China es una especie de capitalismo de Estado hoy en día.

-Y multilateralismo también a cierto nivel...

-Es la segunda economía del mundo en términos de volumen, y está asumiendo un rol de disputar la hegemonía mundial a Estados Unidos. Y está apostando también a la influencia cultural, al soft power . A mí me parece horrorso el sistema de totalitarismo digital que están implantando tipo (la serie) Black Mirror.  En ese sentido no es un modelo y en otros tampoco. Pero hay que reconocer que tuvieron avances importantes en términos económicos, han sacado millones de personas de la pobreza. Y lo mismo está ocurriendo, con las reformas de mercado, en países como India, Vietman y otros de Asia que se están convirtiendo en las nuevas potencias económicas mundiales, relegando a Occidente en competitividad a un segundo plano. Es un cambio muy increíble que estamos viviendo, único en la historia en 500 años o más.

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