Aún con dólar calmo, en julio subió fuerte la canasta de pobreza: 2,5%, más que la inflación
En los últimos 12 meses acumuló un incremento de 58,6%. La que pone el umbral de la indigencia, la alimentaria, aumentó aún más: 2,9%.
Aún con el dólar quieto durante julio, la canasta básica alimentaria (CBA) trepó 2,9% y la total (CBT) un 2,5%, por arriba de la inflación del mes, que había sido de 2,2%, informó el Indec. De esta manera, una familia integrada por dos mayores y dos niños necesitó en julio $ 31.934,44 para cubrir la CBT y no quedar por debajo de la línea de la pobreza.
Esa cifra registró un aumento de 2,5% en relación con junio, un 25,3% desde que comenzó el año y 58,6% en los últimos doce meses, según el organismo.
Ese mismo núcleo familiar requirió $ 12.773,78 para adquirir la cantidad mínima de comida que integra la CBA y no caer por debajo de la línea de indigencia. Es que el valor de esa canasta en julio aumentó 2,9% con relación a la de junio , 25,3% en el primer semestre y 57,3% respecto a junio del año pasado.
Con estos incrementos, más lo que se den en la última parte del año en la que se espera una aceleración de la inflación, la pobreza se estima que afectará a más de un 34% de la población, que es el número que distintos economistas pronostican que se dará en el primer trimestre. El número oficial se conocerá en septiembre.
El último dato del Indec es con números al segundo semestre de 2018: en ese período, un 32% de los argentinos no llegaron a cubrir sus necesidades básicas y cayeron debajo de la línea de la pobreza. Entre ellos, 6,7% eran indigentes.
Un estudio realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad de La Plata y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dio cuenta que la reducción de la pobreza extrema en la Argentina puede llevar hasta 20 años.
Para eso es necesario que el país se mantenga en un sendero de crecimiento económico de 3% constante, y que además, se combine con políticas activas del Estado, escenario que generalmente no se produce en Argentina. Según el estudio, para que Argentina pudiera volver a tener niveles de pobreza comparables que los que había en la década del 70 se demoraría 20 años creciendo a tasas razonables de 3%, compatibles con un modelo macroeconómico sustentable.
No obstante, reconoce que no sería suficiente sólo con esta expansión: habría un 10% de la población, en condiciones de "pobreza crónica", que no podría salir de esa situación aún con períodos de crecimiento.