Asume Alberto con doble reto: generar un shock económico y equilibrar el poder en el PJ

El Presidente electo y su vice Cristina Kirchner jurarán a las 11:00 en el Congreso. Por la tarde asumirá el gabinete y habrá un festival en Plaza de Mayo. El miércoles anuncian medidas económicas.

"Sabemos que nuestra deuda es un problema central", se sinceró el Presidente al promediar su primer discurso tras asumir en el Congreso. Y continuó: "No se trata de no cumplir, de no pagar. No somos el proyecto del default. Pero tampoco podemos pagar a costa de que cada vez más argentinos vean postergado su acceso a la vivienda digna, a un trabajo seguro, a la educación de sus hijos, o a la salud. Creciendo nuestra economía crecerá nuestra capacidad de pago".

Son palabras que podría decir este mediodía Alberto Fernández, cuando reciba los atributos de parte de su antecesor Mauricio Macri; sin embargo las pronunció Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003. Como muchos de sus monólogos del patagónico de entonces, ese también fue esbozado por Cristina Kirchner.

El 2003 fue recordado durante toda la campaña del mandatario que jurará hoy, como analogía económica, con el Fondo Monetario Internacional como actor principal; pero también política, con un ex jefe de Gabinete que aprendió con Kirchner la construcción de los cimientos de una jefatura propia bajo la sombra de un padrino entonces (Eduardo Duhalde) y madrina ahora.

Pero no sólo deberá hacer equilibrio entre las distintas tribus del PJ sino tendrá que administrar un heterogéneo Frente de Todos que, si bien en los papeles judiciales tuvo 19 partidos como alianza, tiene a Cristina Kirchner y a Sergio Massa como sus principales accionistas; sin contar a los gremios y gobernadores. La balanza que usó para el reparto ministerial, de un gabinete con lugares claves para el albertismo pero también concesiones a sus socios, también atravesará el resto de los despachos (de secretarios a directores), para evitar que un sólo espacio tenga el 100% del control de una cartera.

Con unas primeras medidas en carpeta con el deseo de producir un shock económico que reactive el consumo, mientras negocia un periodo de gracia con el FMI sin pedirle nuevas inyecciones de dinero en una propuesta que terminó convirtiendo en ministro a Martín Guzmán, receta del mismo manual de 2003, Alberto se convertirá en el presidente número 54 en clima de fiesta que durará apenas 24 horas. Las decisiones comenzarán mañana, algunas de las cuales podrían ser esbozadas en sus primeras palabras como Jefe de Estado.

Anteanoche, como reveló el diputado Eduardo Valdés que ofició de anfitrión, cenaron Alberto y Cristina. Ayer tuvo todo el día para ultimar el discurso fundacional de su presidencia.

No serán las únicas que pronunciará en su jornada: pasadas las 19, saldrá al escenario con Cristina a hablarle a la militancia movilizada a Plaza de Mayo, en una réplica de lo que fueron los actos de Rosario de cierre de la primera campaña y La Pampa el 17 de octubre. Aprovechando la luz del atardecer.

Según el cronograma oficial distribuido por el albertismo, con horarios tentativos, la Asamblea Legislativa comenzará a las 11.15 para luego pasar a un cuarto intermedio. Quince minutos después llegará Macri; Cristina Kirchner ingresará a la explanada del Congreso a las 11.40 y Alberto Fernández, cinco minutos después.

No será como pretendió en algún momento la ex Presidenta, que quería tomarle ella el juramento al mandatario, tratando de emular lo que ocurrió en 2011 al apartar de la ceremonia rápidamente a Julio Cobos: el jefe de Gabinete saliente y el entrante, Marcos Peña y Santiago Cafiero, acordaron que sea la futura ex Vicepresidenta Gabriela Michetti quien invite a jurar a ambos integrantes del binomio.

Después de que ambos digan la fórmula que hayan elegido (Alberto se inclinaría por el tradicional "Dios, la Patria y los Santos Evangelios"), será el turno de una foto que no pudo ser en 2015: cuando Macri le entregue los atributos (el bastón y la banda) a su sucesor.

La polémica entre ambos volvió a resurgir ayer con un posteo de Cristina Kirchner en sus redes, jactándose que ahora sí ocurrirá lo que ella quería hace cuatro años, que el traspaso se hiciera en el Congreso y no en la Casa Rosada. Por el vacío legal, por resolución judicial, existió la efímera presidencia Pinedo. "Hicieron cesar el mandato de la primera mujer Presidenta electa y reelecta por el voto popular a las doce de la noche, cual Cenicienta", reprochó ayer la hoy Vicepresidenta. Es una metáfora que ya había usado en "Sinceramente", un libro que escribió por recomendación de Alberto Fernández tras su reencuentro.

Sin Macri en escena, llegará el momento del discurso, que se acercaría más a los 50 minutos del de Kirchner de 2003 que los 28 minutos del líder del PRO hace cuatro años. Después, Alberto Fernández dejará el Parlamento en un auto al que subirá con la ya primera dama Fabiola Yáñez rumbo a la Rosada.

A las 15 se realizará el "besamanos" en el Salón Blanco, con el saludo del Presidente a los Jefes de Estado y delegaciones extranjeras invitadas a la ceremonia. Dos horas más tarde, en el Museo del Bicentenario, jurarán los 21 ministros del Gabinete. Desde las 14 hasta las 19, afuera se realizará un festival

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