TRAS EVALUAR CUATRO VARIABLES, EN RANKING DE 23 PA SES

Argentina, ganadora del campeonato de economía emergente más vulnerable

Alto déficit de cuenta corriente, reservas bajas, elevada inflación y una abultada deuda pública conforman el combo que hace más difícil al país superar las "turbulencias"

En la copa que se juega entre las economías emergentes por ver cuál es la que lidera la vulnerabilidad ante cambios en el contexto externo, la Argentina aparece en el podio de los "ganadores".

Tomado de a uno los factores que evidencian la fragilidad puede no parecer tan preocupante la situación. Sin embargo, conjugados conforman un escenario que explica las razones de por qué, antes vaivenes en los mercados mundiales, la Argentina sale más perjudicada que otros.

La suba de tasas de interés norteamericana, sumada a los temores de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, se tradujo en una reversión de los flujos de capitales financieros en las últimas semanas. Como respuesta, el gobierno argentino decidió acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo del cual recibió el stand-by por u$s 50.000 millones. Pero pareciera no alcanzar.

"No es suficiente la ayuda que el país recibe del FMI o la recategorización a país emergente (que hizo días atrás el MSCI, Morgan Stanley Capital Investment, por sus siglas en inglés), porque existen más cuestiones fundamentales propias que lo acompañan", sostuvo Daniel Marx.

Consideró que, si bien "unos dicen que esta tormenta es del mundo, pero Argentina se muestra mucho más castigada que casi todos los países, entonces hay cuestiones locales", según dijo en declaraciones radiales.

El economista Federico Muñoz identificó, en una lista de 23 países emergentes, que la Argentina está siempre en los primeros lugares en materia de vulnerabilidad externa. En concreto, el elevado déficit de cuenta corriente, que llega a 5% del PBI lo ubica en segundo puesto, sólo tras Turquía.

También en el caso de reservas que están en el Banco Central, el ranking de la Argentina es en segundo lugar, con sólo un 8% del producto, detrás de Pakistán, donde es de 5%.

Cuando se analiza la inflación anual de los emergentes, con 25% la copa se la queda Argentina, puesto que será mantenido y hasta superado por el propio porcentaje de este año: los analistas prevén que en 2018 el IPC podría llegar hasta un 30%.

En el cuarto indicador a tener en cuenta, la Argentina empeora su posición, aunque es porque es mejor su performance: se trata de la deuda pública como porcentaje del PBI. Entre los 23 países evaluados se ubica séptimo, con un 54%, aunque aún dentro del Top 10.

"Ningún emergente sufrió tanto como la Argentina. La mayor exposición de nuestra economía al cambio de escenario financiero global no resulta sorprendente: diversos indicadores sugerían que éramos la economía más vulnerable ante una eventual reversión de los flujos de capitales", señaló Muñoz.

Agregó que, a esta fuente de vulnerabilidad "estructural y objetiva", se sumaron factores agravantes circunstanciales que exacerbaron el nerviosismo de los inversores.

Entre esos aspectos, mencionó la pérdida de credibilidad del Banco Central "tras la interferencia del ala política y la inoportuna entrada en vigencia del impuesto a la renta financiera para no residentes se combinaron para amplificar la tensión; y el pródigo historial de crisis e incumplimientos de nuestro país también incidió para terminar gestando con inusitada rapidez un panorama muy hostil para los activos argentinos".

Miguel Zielonka, de Econviews, reconoció que "la vulnerabilidad externa coloca a la Argentina junto con Turquía entre los países más flojitos".

"Pero aparte ya hoy creo que hay un problema de pesimismo, escepticismo y falta de confianza", describió.

Sobre los factores que hacen que la Argentina se vea más afectada que otras economías emergentes, señaló que yo ayudan el elevado déficit de cuenta corriente y también el rojo fiscal alto.

"De las dos vulnerabilidades de Argentina, la externa (déficit de cuenta corriente) y la fiscal, es más importante el desbalance externo", identificó.

A estos agregó "un mundo más complicado y sobre todo mucho pesimismo, mucha desconfianza, y probablemente mayor ruido político de ahora en más".

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