Ante críticas opositoras, Aranguren defendió el tarifazo en el Senado

Duramente cuestionado por varios sectores de la sociedad por los recientes (y elevados) aumentos en las tarifas de luz y de gas, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, rindió cuentas en el Senado y ante las críticas de legisladores de la oposición, defendió las medidas.

Al exponer en el plenario de las comisiones de Energía, Presupuesto y Hacienda, y Derechos y Garantías de la Cámara Alta, el funcionario sostuvo que ese incremento se tomó "para mantener el abastecimiento" de esos servicios y no por cuestiones fiscales, a la vez que aseguró que las tarifas eléctricas tienen un subsidio en la actualidad del 65%. El ministro detalló que "en este invierno, el costo estimado de producir energía eléctrica está en $ 1000 por MW/h y los usuarios estamos remunerando este costo por $ 320 por MW/h".

Ante el cuestionamiento del senador kirchnerista Juan Abal Medina sobre la implementación de las políticas, el ministro reconoció: "la tarifa social es un concepto móvil. Estamos aprendiendo sobre la marcha y vamos a adecuar criterios tanto de inclusión como de exclusión" de ese beneficio. En esta línea, anticipó que está trabajando con Desarrollo Social para sumar a sectores, considerados indigentes o muy pobres, que por trabajar en negro, no entran en los criterios para recibir tarifa social. "Un 75% tendría que estar incluido", admitió y adelantó también que las pequeñas y medianas empresas electrointensivas "van a tener una disminución de las tarifas eléctricas del 20%".

El ministro destacó también el alcance de los beneficios llegan hoy a "3,4 millones de hogares en el caso de la electricidad y de 1,3 millones de hogares en el del gas" a lo que sumó el subsidio a la adquisición de garrafas que comprende a "2,6 millones de hogares". También consideró a los incrementos como "transitorios" y destacó que "los cuadros tarifarios se revisarán antes de fin de año" con la realización de "audiencias públicas", que recordó que "no son vinculantes".

Al ser interpelado por la importación de gas a Chile a un precio superior al que se le compra a Bolivia, el funcionario justificó que se debe a que el país de Evo Morales "no puede garantizar los 19,9 millones de m3 por día" que se había comprometido a suministrarle a la Argentina. También se defendió de las acusaciones de una supuesta incompatibilidad por ser accionista de la petrolera Shell.

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