Alberto: "No quiero hacerle quitas a nadie pero vamos a pagar el día que hayamos crecido"

En la XXV Conferencia de la UIA, volvió a referirse a la situación del país con los acreedores externos y a la negociación con el FMI. Prometió reactivar la producción y limitar las importaciones. Su discurso fue bien recibido por los industriales.

Alberto Fernández brindó esta mañana un discurso destinado a los industriales del país, al hablar durante la XXV Conferencia Anual de la UIA. Les prometió privilegiar a quienes producen y dan empleo y "terminar con la especulación financiera".

A menos de dos semanas de su asunción, Alberto Fernández volvió a poner también sobre el tapete uno de los temas más calientes que deberá encarar su administración una vez que asuma el 10 de diciembre: la deuda externa y la renegociación con el FMI.

Ratificó que no está evaluando hacer quitas, pero también volvió a dejar en claro que la Argentina necesita crecer para poder cumplir con sus compromisos.

Kristalina Gueorguieva, la presidenta del FMI, con quien negociará Alberto Fernández

"Vamos a pagar el día que hayamos crecido, hayamos producido más, hayamos exportado más y hayamos conseguido los dólares con los que tenemos que pagar nuestras deudas. Así va a ser esta vez. Y no me voy a dejar convencer por los cantos de sirena, porque nos han dejado en el fondo del mar. Espero que todos lo entendamos", afirmó Fernández.

Luego, se enfocó en cómo hará para que el país retome la senda del crecimiento y se reactive la producción.

"No tiene sentido que les expliqué lo que nos pasa, ustedes son víctimas", comenzó Fernández, e hizo referencia a la caída del consumo de leche y de pan. "Por ajustar números hasta volvieron enfermedades que creíamos erradicadas", gráficó.

En este sentido, agregó que "nadie puede estar contento con lo que nos pasó. Estos cuatro años fueron de especulación financiera. Era mejor apostar a un bono que invertir y producir". A estas palabras, buena parte del auditorio respondió con aplausos.

Fernández anticipó que va a hacer "todo lo contrario de lo que está pasando" y volvió a prometer que va a poner "en marcha la economía". Igualmente aseguró que no se trata de una tarea de un presidente, sino de todos. "Hay que terminar con los personalismos. Les digo que basta cuando me dicen que hay que crear el albertismo".

De cara al auditorio, agregó que se necesita "que los industriales tengan crédito y vuelvan a dar trabajo. Muchas empresas dejaron de aportar porque la crisis los agobió". Y también sostuvo que "las mejores sociedades son más que cuidan el trabajo industrial, que es el que permite progresar", lo que también fue bien recibido.

El presidente electo volvió a hacer hincapié en la necesidad de generar un pacto económico y social. Y en medio del diagnóstico negativo se mostró optimista. "Estamos en el fondo de todo, solo nos queda mejorar. Pero que sea una mejora para todos. Para los que arriesgan, invierten, no para los que especulan. Nadie puede dudar de la importancia de la industria".

Alberto también hizo mención al cambio de posición del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien ahora afirmó que quiere tener una "relación pragmática" con Argentina. "Vi con alegría que el presidente de Brasil propusiera tener un vínculo pragmático para el Mercosur, es lo que debemos hacer. Porque el Mercosur va a superar a los Bolsonaro y a Alberto Fernández".

"Vamos a profundizar el acuerdo con el Mercosur. Que el Mercosur tenga presidentes que piensen distinto no me hace perder de vista la importancia que tiene. Y ninguna disputa personal que pueda tener me va a hacer poner a la Argentina en el lugar equivocado", afirmó.

Si bien no dio pistas sobre su futuro gabinete ni sobre nombres propios, sí dijo que buscará "abrir el juego, porque creo en la política de puertas abiertas". Y dijo que el debate debe ser sobre qué tiene que hacer Argentina para volver a producir porque "las cuentas fiscales están en un estado deplorable".

Por otro lado, también se detuvo sobre la cuestión impositiva, que lo considera "un problema de todos". Contó que lo habló con "mis amigos de la CGT, que no estuvieron muy de acuerdo. Les planteé que revisemos la lógica paritaria. Hay que hablarlo sin vueltas".

También dijo que durante estos cuatro años "nadie ganó, ni los bancos. Porque los obligaron a hacer otras cosas".

También volvió a referirse al tema de la deuda. Reconoció que la tomó "un gobierno democrático. Pero no la van a pagar los que producen, los que dan empleo. La vamos a pagar cuando se produzca más. Hoy se usa la mitad de la capacidad instalada, no voy a dejar que siga pasando".

"No quiero hacerle quitas a nadie ni dejar pagar lo que debemos. Todo lo sé. Pero, esta vez, esa deuda no la van a pagar los que menos tienen, los que producen y dan empleo", sostuvo al referirse a la renegociación de la deuda que deberá encarar con el FMI una vez que asuma el poder.

Finalmente se ocupó de la cuestión internacional y dijo que, si bien no desea "vivir a puertas cerradas", no quiere "traer remeras de China o zapatos de Brasil" mientras cierran las empresas locales. "Afuera no son marxistas, son inteligentes. Nosotros también podemos serlo", analizó sobre las barreras que se ponen en el exterior.

 

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