Alberto, a la oposición: "Alguien muere y lo convierten en víctima de mi vicepresidenta"

"Una mañana me levanto y me atribuyen estas cosas", se quejó el Presidente por la acusación opositora que calificó el asesinato de Gutiérrez como "de extrema gravedad institucionalidad". 

Con un prólogo picante, con acusaciones cruzadas que escalaron con un comunicado opositor por el crimen de Fabián Gutiérrez, ex secretario de Cristina Fernández de Kirchner, un "banderazo" y una convocatoria al dialogo que casi naufraga con un desplante opositor, la videoconferencia entre Alberto Fernández y los líderes parlamentarios de Juntos por el Cambio se preveía que tendría momentos de tensión. 

Los opositores desplegaron rápidamente algunos reproches, como ya contó este diario el principal por "un mayor respeto" en los ámbitos institucionales, en clara alusión a la Vicepresidente y su rol en el Senado, pero el Presidente no se quedó atrás. 

Máximo Kirchner, presidente de la bancada todista en Diputados no devolvió la acusación contra su madre pero deslizó una crítica al macrismo al destacar la cita con el bloque opositor mayoritario, "algo que no sucedió antes en el gobierno anterior". 

"Creo y valoro el diálogo", comenzó el jefe de Estado, según cuentan en la Quinta de Olivos. "Poder hablar y escuchar, respetarse, es central para que el diálogo funcione", destacó.

"Muchos de ustedes me llaman y los atiendo y escucho con mucho respecto. Porque creo en el diálogo de este modo", les dedicó en una antesala del clásico "pero" discursivo. 

Fernández introdujo el tema que más lo molestó, según admitió: el crimen de Gutiérrez. "No se puede confiar si alguien muere y en un momento se convierte en una victima de mi vicepresidenta. Es difícil construir confianza desde allí. Y una mañana me levanto y me atribuyen estas cosas", se quejó. 

"Nunca pasé yo esos limites. Y es necesario que lo hablemos porque quiero pensar en el mañana y recuperar el futuro", les pidió, según fuentes oficiales. "Sólo soy un paso en la historia, otro me sucederá después. Tenemos que trabajar en un destino común". 

Para calmar las aguas, inclusó citó a un opositor presente: "Como dijo mi amigo cordobés, Mario Negri, ya habrá otro tiempo para discutir y debatir. Este es el tiempo del padecimiento de los argentinos que es lo que nos ocupa conmueve y preocupa. Una pandemia que nadie sabe dónde temina".

Y, enseguida, llegó el reproche. "No podemos dejar de lado que hay sectores de la oposición que dicen que los tenemos encarcelados. Tienen mil formas de protestar, no hace falta exponer a nuestro pueblo. Cada marcha hizo que suban los casos", despotricó, en referencia al reciente "banderazo" que fue celebrado, entre otros, por el ex presidnete Mauricio Macri. 

"Es la tercera vez en siete meses que nos reunimos. Tenemos que hacer las cosas juntos. No hay que maltratarnos, denunciarnos ni difamarnos. Podemos hacerlo dignamente. Confrontando y poniéndonos de acuerdo", sentenció. "Tenemos que ser ciudadosos con las palabras. Necesitamos argentinos vivos, que el debate político no nos lleve a decir que hay abusos contra la libertad individual", cerró el capítulo. 

Después, el Presidente les agradeció el apoyo opositor a la renegociación de la deuda, que irá al Congreso. Y anticipó que también prepara "un plan para el día después" de la pandemia que también girará al Parlamento. 

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