Alberto Fernández y la alianza con la FAO para terminar con el hambre y potenciar el campo

El Presidente se reunió con el director general del organismo, Qu Dongyu. De qué hablaron y cuáles son los planes para combatir la crisis del hambre en la Argentina.

Equilibrista, buscando ser ajeno a las disputas globales entre China y Estados Unidos, Alberto Fernández se reunió hoy con Qu Dongyu, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Como había ocurrido 48 horas antes cuando vio, camino del aeropuerto de Roma al centro, al norteamericano David Beasly, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, el ex vice de una región autónoma china también se comprometió a enviar un equipo técnico a la Argentina para trabajar en el plan contra el hambre.

Junto a Dongyu, el Presidente adelantó que la FAO “se pondrá ya a trabajar con la embajada para coordinar un encuentro en Buenos Aires con el Ministro de Desarrollo Social. “La reunión fue muy fructífera. Ambos tenemos la decisión de ponernos a resolver problemas. La FAO es experta en materia de agricultura y nos van a ayudar en aplicar tecnología para los pequeños productores agropecuarios, me interesa mucho esa idea , resumió el Jefe de Estado post-reunión.

En la previa protocolar con la avanzada de la embajada, el director de la FAO había anticipado que si “había química ,  el encuentro podría extenderse. Alberto Fernández bajó del Maserati, auto oficial que le dispuso el gobierno italiano para su visita, a las 11 y pasados 45 minutos salió la reunión. “Pueden aportar su know how a la tecnología agropecuaria para ayudar a los pequeños y medianos productores argentinos , se entusiasmaban en la comitiva. Qu Dongyu, además, fue viceministro de Agricultura en China. Podría decirse que Felipe Solá asistió en su doble condición de canciller e ingeniero agrónomo.

China logró el año pasado esa silla en la FAO, siendo tradición que quedara para un europeo. Mientras que Beasly, un ex gobernador de Carolina del Sur y padrino de uno de los hijos de Donald Trump, libra una silenciosa batalla con Qu Dongyu por el control de políticas contra el hambre a escala mundial. El Programa de Alimentos no solía involucrarse en países sin conflictos bélicos y bajo la actual gestión puso la lupa sobre América LatinaAlberto Fernández se llevó un compromiso de ambos. 

En una Roma lluviosa con 14 grados que parecen menos, Fernández volvió a la residencia del embajador con una agenda, por ahora, con un sólo encuentro por la tarde: a las 18 recibirá a empresarios de un consorcio público-privado

La actividad presidencial será, entonces, acotada en comparación a las 13 frenéticas horas de la agenda de ayer, que comentó con una “misa peronista en el Vaticano previa a las audiencias con el Papa Francisco, el primer ministro italiano Giusseppe Conte y el presidente Sergio Mattarella. Por la tarde-noche se reunió con referentes de organismos de Derechos Humanos en la Casa Argentina en Roma, el primer presidente que desde 1965 visitó ese edificio. 

Mañana a las 9.15 en el aeropuerto Fiumicino, Alberto Fernández y la delegación abordarán el vuelo que lo llevará a Berlín para su cena del lunes con la canciller Ángela Merkel.

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