Alberto Fernández: “No nos enamoramos de la cuarentena, como algún tonto repite"

El presidente visitó una planta de Volkswagen. También estuvo Axel Kicillof, quien privilegió a la industria por sobre el comercio y las salidas recreativas en esta etapa. "Volver a la normalidad es un suicidio colectivo", dijo el gobernador

Esta mañana, el presidente Alberto Fernández y el gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof visitaron la planta de Volkswagen en el partido de Tigre, a la que se reincorporarán 1500 trabajadores. Allí analizaron la actual etapa de cuarentena y celebraron los resultados obtenidos.

Fernández defendió las medidas tomadas, y aseguró que “no está comprobado que el que no fue severo con los cuidados y dejó que la economía siga funcionando le haya ido mejor con la economía . Según su visión, se trata de un problema que tiene escala global y que la economía se ralentizó en todo el mundo, por lo que un país no se puede salvar solo.

Incluso, Fernández apuntó contra aquellos que pretenden mayores aperturas económicas en este momento. “Vamos a seguir haciendo esto no porque nos enamoramos de la cuarentena, como algún tonto repite. Sino porque está visto que es lo que tenemos que hacer. Porque nos preocupa tanto el cuidado de la gente tanto como la productividad y el desarrollo de la economía argentina , explicó.

El presidente celebró los protocolos presentados por la compañía. Según contó, se realizaron adaptaciones a partir de los que ya se aplican en Alemania y China. Y contó que Ricardo Pignanelli, titular de Smata, le había llevado un pen drive la semana pasada en la que le explicó de qué forma se podría adaptar la planta.

Incluso, por ser Volkswagen una compañía alemana, el presidente contó una anécdota con Angela Merkel, canciller de ese país. Cuando se encontraron a principio de año en Europa, Merkel le preguntó a Fernández cómo pensaba enfrentarse al coronavirus y le anticipó una gran caída de la economía mundial. “Fue la única que me lo anticipó , explicó el presidente.

De la presentación participaron también Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, Julio Zamora, intendente de Tigre y Malena Galmarini, titular de AySA. Su presencia no pasó desapercibida, luego del fuego cruzado con la ciudad de Buenos Aires por la escasez de agua en el Barrio 31 y la escalada del coronavirus allí.

Antes que Fernández tomó la palabra el gobernador Kicillof, quien también celebró las medidas que se tomaron y apuntó contra los que pretenden una apertura masiva. “La normalidad no existe más. No se puede volver a la normalidad: es un sueño, una fantasía o un suicidio colectivo. El virus está circulando, se lo puede contener pero no controlar , explicó el economista.  

Sobre el funcionamiento de la planta, a la que asistirán 1500 de los 3000 trabajadores que iban antes, anticipó que “seguramente va a aparecer algún contagio. Pero estaremos preparados para actuar y contenerlo para que no se genere una catástrofe .

Por otro lado, realizó una defensa de la industria en detrimento del comercio durante esta etapa. Puntualmente, aseguró que “vamos a una nueva normalidad con énfasis en el aparato productivo. El objetivo es rehabilitar el aparato productivo, siempre con las medidas de seguridad .

Finalmente, sumó un nuevo capítulo a la disputa de estos días entre dirigentes porteños y bonaerenses. Tras las habilitaciones que había dado Horacio Rodríguez Larreta vinculadas al esparcimiento, Kicillof dijo en torno a las flexibilizaciones que “no queremos, y no es para polemizar, que la cuestión venga por el entretenimiento, andar por la calle o el consumo. Todo lo que se pueda evitar hay que evitar. Pero la producción tenemos que reactivarla en la mayor escala posible .

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