Al borde del default, por qué a Ecuador le va mejor que a Argentina con los acreedores
Ecuador encaró una negociación más tradicional para aliviar su deuda externa. Hizo un pago como "gesto" de buena voluntad, que le permitió postergar intereses por cuatro meses mientras encara una reestructuración integral. Qué puede hacer Argentina.
En un escenario similar al de la Argentina, Ecuador busca reestructurar su deuda extranjera. Es que más allá de las diferencias que ambos países tienen en cuento a tamaño de su economía, ambas naciones buscan por estas horas evitar lo que sería el noveno default en sus historias.
Sin embargo, el proceso de negociación de la deuda luce mucho más ordenado en Ecuador respecto del caso doméstico.
La relación de Wall Street es mucho mejor con Ecuador que con Argentina, ya que la negociación con lo acreedores se encaró de una manera tradicional.
El mes pasado, el gobierno ecuatoriano anunció que junto con los acreedores acordaron la "solicitud de consentimiento", iniciada el 8 de abril, por la que logró diferir unos u$s 800 millones en pagos de intereses hasta agosto.
De esta manera, el Gobierno y acreedores buscan evitar el default y ganar tiempo para avanzar en una reestructuración integral de la deuda. El total de la deuda ecuatoriana en manos de los acreedores extranjeros asciende a u$s 19.200 millones.
Para avanzar con el acuerdo de "stand still" hasta agosto, el gobierno de Ecuador pagó a fines de marzo u$s 324 millones de un vencimiento de capital, como gesto para continuar con las negociaciones y evitar un nuevo default.
Según se supo, el gobierno de Lenín Moreno busca durante ese período de espera una reestructuración integral de esos bonos para garantizar la sostenibilidad de la deuda, así como un nuevo "programa sucesor" del Fondo Extendido (FEP) existente con el FMI.
u$s 68.000 millones de deuda.
Para que el caso de Ecuador sea aplicable en Argentina, analistas remarcan que el gobierno local deberá ofrecer una propuesta superadora a la actual, extendida hasta el próximo 22 de mayo, por la que busca reestructurar un endeudamiento de u$s 68.000 millones.
La experiencia Ecuador podría ser tomada por Argentina para acordar con los acreedores, coinciden distintos analistas, aunque ponen reparos dado el tiempo perdido en encarar la negociación.
Juan Pablo Vera, jefe de operaciones de Tavelli & Cia, recordó que a fines de marzo, Ecuador entró en mora de intereses de su deuda, agobiado por los efectos del coronavirus y el derrumbe en el precio del petróleo.
En ese sentido, el país gobernado por Lenin Moreno recientemente logró un acuerdo con el 91% de los tenedores de bonos (globales 2022 a 2030) para postergar los pagos de intereses por un total de u$s 811 millones.
Esos venciimentos operaban hasta el 15 de julio y el entendimiento los posterga hasta más allá del 15 de agosto, mientras negocia una reestructuración por su deuda total.
"El mercado tomó el procedimiento de manera positiva y sus bonos treparon fuerte desde niveles de u$s 25 a mediados de abril hasta los u$s 33 actuales en su bono 2028 , señaló Vera.
Argentina versus EcuadorAl igual que Argentina, los números de Ecuador se han deteriorado. Según los analistas de Fitch Raitings, la posición de liquidez del Ecuador es excepcionalmente ajustada, y la presión social y política para el alivio del servicio de la deuda externa para atender la crisis interna ha aumentado considerablemente.
Las reservas internacionales del Banco Central ecuatoriano cayeron por debajo de u$s 2000 millones a fines de marzo y cubrieron el 43% de los requisitos de reserva de las instituciones financieras, los niveles más bajos en las últimas dos décadas de dolarización.
Fitch rebajó la calificación de Ecuador a 'CC' el 24 de marzo pasado para indicar un posible incumplimiento de algún tipo como resultado de estas presiones y a 'C' el 9 de abril cuando el gobierno inició el proceso de solicitud de consentimiento.
De esta manera, se observa una dinámica similar a la de Argentina en la que el Banco Central ha perdido reservas de manera considerable, las cuales no alcanzan para hacer frente a los compromisos de deuda, enfrentando un escenario de problemas de liquidez.
Al igual que a Ecuador, a Argentina también perdió escalones en su calificación crediticia recientemente por distintas calificadoras de riesgo.
Ambos países están comprometidos en materia de deuda y con riesgos de caer en default. La diferencia entre uno y otro es que Ecuador está en conservaciones positivas y constructivas con Wall Street, mientras que Argentina no lo está.
Lejanía entre Quito y Buenos Aires
Argentina podría tomar un camino similar al del gobierno de Moreno, aunque actualmente luce lejano en cuanto a las posibilidades.
Es que los procedimientos en relación a la deuda que tomó el gobierno de Alberto Fernández fueron distintos.
Las negociaciones no están en los mismos términos y las chances de que Argentina logre una extensión de plazos luce lejana.
Respecto de la posibilidad de replicar el procedimiento en el caso de reestructuración de deuda local, Vera entiende que eso dependerá en gran medida de que la negociación no se torne aún más distante entre acreedores y el Gobierno.
Los bonos argentinos siguen operando en niveles de paridades menores al 30% y si bien las negociaciones continúan avanzando, aun están lejos de llegar a un acuerdo.
El viernes 8 venció el plazo original para que los acreedores acepten la propuesta del Gobierno y en el cual se supo que apenas un 20% aceptó. Los precios de los bonos siguen descontando una negociación dura y hasta elevados riesgos de default.
Desde el Gobierno resaltaron que las negociaciones continúan en marcha y se extendió el plazo para continuar negociando hasta el 22 de mayo, fecha limite en la que opera el plazo de gracia de 30 días para pagar intereses por u$s 500 millones de los bonos Globales.
Hoy un acuerdo entre Argentina y sus bonistas extranjeros al estilo Ecuador, luce distante de ocurrir.
Fernando Marull, economista y director de la consultora que lleva su nombre, destacó que el acuerdo de 'Stand Still' de Ecuador fue bien interpretado por el mercado y si bien puede ser una opción para Argentina, existen importantes diferencias.
“El acuerdo que implementó Ecuador es una alternativa que el Gobierno la estaba evaluando. Sin embargo, lo veo difícil, ya que para que ello ocurra primero tiene que haber un acuerdo con acreedores y para eso, antes debe haber una mejora en la propuesta", explicó.
Y añadió que sin mejoras en la oferta, es "complicado que haya algún tipo de acuerdo, ya que para hacer un acuerdo de este tipo también tiene que conseguir adhesión .
El economista remarcó que por ahora quedó demostrado que el nivel de acuerdo entre acreedores y el Gobierno es bastante malo, mientras que en el caso de Ecuador si se logró un acuerdo del 91% para no pagar los intereses.
“Se nota que en Ecuador había algún tipo de negociación entre el Gobierno y los acreedores. En el caso local, hasta la semana pasada no había negociación y recién ahora están las puntas más cerca respecto de hace unas semanas", comparó.
Para llegar a un acuerdo, en Ecuador hicieron un pago antes de sellar el convenio, Mientras que para que algo similar ocurra en el caso local, la Argentina debería minimamente pagar los u$s 500 millones. sostuvo.
A eso se suma que el FMI y el Banco Mundial están haciendo desembolsos en Ecuador, "mientras que en el caso local el Fondo no va a hacer desembolsos , comparó.
Los caminos que tomó Ecuador fueron distintos a los que decidió transitar Argentina. Se perdió mucho tiempo desde que el actual Gobierno ganó las elecciones y no se tomaron los pasos tradicionales que se suelen aplicar para que el tema de la deuda sea resuelto de manera satisfactoria.
Leonardo Chialva, director de Delphos Investment remarcó que, a diferencia de Argentina, Ecuador tomó por el camino tradicional y hablo con los acreedores previamente.
“Se pautó una hoja de ruta e hizo un desembolso inicial a modo de “gesto y luego le aprobaron un stand still de cuatro meses. En este tiempo, pasado el coronavirus iban a ver como se ajustaban las variables para reperfilar el vencimiento de deuda. Ecuador siguió los modelos de Wall Street, tradicional y el que lleva adelante los países como Ucrania o Uruguay , señaló
Por otro lado, Chialva agregó que en el caso Argentina se comenzó a hablar de un reperfilamiento para terminar ofreciendo una quita de valor presente neto típico de una reestructuración de la deuda dura.
“Argentina intentó otra cosa un poco más revolucionaria y tropezó con la realidad. Se perdió mucho tiempo que ahora están viendo de cómo lo recuperan. Hay una gran definición conceptual que es, o voy por el camino tradicional típico, en el que debo pagar 50% mas de lo que ofrecí. Si en cambio, quiero ir por lo nuevo o revolucionario, se va a terminar en una reestructuración dura, con riesgo de juicios y esos condimentos , agregó.
Extensión de plazosEl Gobierno extendió hasta el 22 de mayo la fecha límite para ingresar al canje de deuda bajo legislación extranjera. El comunicado oficial no incluyó ninguna apreciación respecto de la marcha de las negociaciones ni los próximos pasos, aunque trascendió que los niveles de adhesión estuvieron en torno al 20%
Los analistas de Grupo SBS afirmaron que, con esta decisión, el Gobierno confirmó su voluntad de negociar para evitar un default.
“El Presidente indicó en declaraciones radiales que la negociación sigue ya que nadie quiere caer en default y agregó que esperan contraofertas. Por su parte, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo estar dispuesto a considerar cualquier combinación de reducción de intereses, quitas de capital, períodos de gracia y extensión de vencimientos que respete las restricciones de sostenibilidad. En este sentido, creemos que Argentina tiene espacio para mejorar la oferta sin poner en riesgo la sostenibilidad , comentaron desde Grupo SBS.
Entre las mejoras posibles que remarcan desde la compañía ven que el recupero medio para un exit yield de 12% podría subir desde u$s 34,2 a u$s 42,6 si se eleva el cupón promedio a 3,5%, si se reconocen los intereses corridos, si se reduce el período de gracia en 1 año y si se capitalizan intereses en los 2 primeros años.
Por otra parte, proponer reformas fiscales y estructurales permitiría reducir el exit yield. El Gobierno tiene hasta el 22 de mayo para sellar un acuerdo, aunque puede seguir negociando si paga los u$s 504 millones correspondientes a los cupones vencidos de los Globales 2021, 2026 y 2046 o acuerda una extensión de plazos. De lo contrario, Argentina caerá en default.
Sebastián Maril, director de Research for Traders, remarcó que el 20% de aceptación actual aproximado se encuentra muy lejos de los promedios históricos tuvieron las reestructuraciones de deuda soberanas en los últimos 20 años, por lo que el Gobierno deberá mejorar su propuesta sustancialmente.
“Si se mira la historia de la deuda soberanas, los últimos 20 años todas las reestructuraciones de deuda soberana tuvieron una aceptación superior al 75%, siendo la de Argentina en 2005 la que menor tuvo, con el 75%", reseñó.
Sobre la negocación actual, Maril planteó: "Tenemos 20% de aceptación, por lo que hay que mejorar mucho para lograr que se aproxime en un nivel el cual se pueda considerar una reestructuración exitosa. Mejorar mucho no es solamente económico. El tema legal de la oferta es complejo , alertó.
A su vez, el especialista destacó que uno de los puntos centrales del Gobierno en esta negociación debe ser reducir el alto nivel de endeudamiento que muestra el país.
“Si se declara un canje exitoso por menos del 60%, será cuestionable hasta qué punto se están liberando de pagos internacionales en los próximos años tal como el país necesita. Como conclusión creo hay que mejorar pero no hay que perder de vista lo que es un canje exitoso. Si no canjeamos lo suficiente, en tres o cuatro años vamos a estar reestructurando la deuda otra vez , proyectó Maril.