Además de contener el gasto, para cumplir la meta, ingresos deben superarlo cuatro puntos

Este año el Gobierno se comprometió a reducir un punto adicional el déficit primario, a 3,2% del PBI. Y si bien se entiende que ayudarán la mayor inflación y crecimiento de la economía, para cumplir con esa esa meta, los ingresos deberán crecer 4 puntos porcentuales sobre las erogaciones, según estimó la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).

"Incluso el gradualismo requiere un seguimiento permanente de la reducción de las cuentas públicas y que los ingresos crezcan 4 puntos por encima de los gastos", dijo Rafael Flores, presidente de ASAP. "Marca los límites de cualquier propuesta alternativa: una reducción más fuerte del déficit implicaría un ajuste en la economía, que sería muy contracíclico en términos de actividad económica y que tendría que apuntar al gasto social, que es tres cuartas partes del gasto primario".

La ASAP realizó esta estimación considerando las previsiones del REM, es decir, un crecimiento del 3,2% y una inflación de 17,4%.

El Gobierno planteó una brecha de más de 4 puntos en el Presupuesto: que los ingresos crecerán 19% y los gastos, 14,8%, con una inflación del 15,7% promedio (que tras el cambio de metas, adicionó 1,5 puntos, a 17,2%) y una economía con crecimiento de 3,5%.

Se entiende que una mayor inflación, como la que estiman los privados (de un 19%), generará más recursos. En tanto, el impacto en el gasto previsional, atado al IPC, dependerá del índice que alcance cada trimestre, que se pagará con seis meses de rezago.

"Que los ingresos crezcan 4 puntos por encima de los gastos es cumplible", agregó Flores, quien señaló que el Gobierno plantea "que la reducción del déficit se hace a partir de licuar el peso del Estado más que a reducciones nominales, al tratar de congelar el gasto en términos reales, bajar subsidios económicos, pasar gastos de inversión pública al sector privado y que el crecimiento de la economía licúe el gasto".

El Gobierno prevé que el gasto en subsidios se reduzca 0,6% del PBI, que los haberes previsionales crezcan un 21% y la Reparación Histórica, 1,5%; y que el gasto de capital no crezca.

Un informe de LCG coincidió en que cumplir la meta de 2018 "exigirá un mayor esfuerzo en el manejo de los gastos, dada la pérdida de recursos prevista", respecto de los 0,4% del PBI por el blanqueo.

Entiende que el gasto primario deberá ajustarse 1,8 punto para cumplir la meta. "Todo un desafío", indicó la economista Melisa Sala en el reporte. "La reforma previsional fue en ese sentido, modificando el esquema de movilidad (70% IPC y 30% salarios); los anuncios de recorte en la planta estatal apuntan a reducir el gasto operativo. Aun así, será necesario mantener el ajuste en subsidios (vía nuevos aumentos de tarifas), obra pública y giros a las provincias".

Entre los desafíos, enumeró que este año se reduce 0,5 punto mensual la alícuota de derechos de exportación al complejo sojero (un costo de 0,04% PBI), se amplía 3 puntos la devolución a las provincias del 15% de coparticipación retenido por la ANSeS, a 9 puntos (0,2% del PBI) y la reforma tributaria sumará un costo adicional del 0,1% del PBI. En tanto, jugará a favor el ahorro de 0,4% del PBI de la reforma previsional; la reducción de 0,2% del PBI de la deuda flotante, así como el efecto de una mayor elasticidad ingreso de la recaudación.