EL JEFE DE GOBIERNO QUIERE, AL MENOS, 52% DE VOTOS EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES

A la conquista de octubre, Larreta seduce a inquilinos, jubilados y radicales

Dio luz verde a un texto que limita la comisión en alquileres y la carga sobre los propietarios. Quiere valerse de la suba de haberes y quedarse con el voto duro que fue a Lousteau

Exactamente 7.368 urnas ocupan hoy el salón Hipólito Yrigoyen de la Legislatura porteña. Mientras se resuelve el recuento definitivo de los votos que otorgaron una victoria aplastante al oficialismo en el distrito, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, labra la arena política para engrosar la victoria que espera cosechar en octubre.

El mandamás del PRO en la Ciudad se reunirá hoy con sus asesores más leales para afinar la mira y trazar una serie de acciones que le permitan captar el voto que le fue esquivo y asegurarse en octubre un triunfo que otorgue al oficialismo 8 de las 13 bancas de la Cámara de Diputados, y 17 de los 30 asientos de la Legislatura. Para ello, reconoce, no cuenta con una "bala de plata", pero sí algunos proyectiles electorales de mediano alcance.

La primera munición de la gruesa se descargará el jueves próximo, en la Legislatura, cuando oficialistas y opositores sancionen una ley que impactará en casi un millón de inquilinos: las comisiones inmobiliarias en contratos de alquiler para vivienda única no podrán superar el 4,15% del contrato celebrado (equivalente a un mes de alquiler) y se obligará al dueño del inmueble a pagar la comisión y los gastos.

El texto por discutirse viene de Parque Patricios, en respuesta al proyecto opositor tratado en julio pasado durante una audiencia, con aval de organismos autárquicos, entidades de inquilinos y organizaciones sociales, pero con objetivos menos ambiciosos. "Esto ha dado un vuelco asombroso, y que sin duda tiene un componente político", dijo a este diario Adrián Camps (PSA), autor de la iniciativa que quedó relegada.

Entre los perdigones de menor alcance, el ejecutivo porteño está decidido a "colgarse" del Gobierno nacional, para fortalecer el voto sentimental en favor de la tarea del presidente Macri y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. A su vez, dada la suba de jubilaciones, asignaciones familiares y pensiones, saldrán a convencer a los adultos mayores de acudir a las urnas, entendiendo que un segmento importante de los ancianos comulgan con Cambiemos.

Larreta también quiere terminar de desangrar al rival que más escollos podría traerle para su reelección en 2019: Martín Lousteau. Y para eso apunta a dividir al radicalismo alineado a Evolución, succionándole el voto partidario. "Ellos saben que tienen más futuro con nosotros que con Lousteau", confió a El Cronista un hombre del PRO. Y es que en diciembre la UCR renueva autoridades. Si hay resortes de poder en la oferta, algunos militantes radicales podrían saltar de bando.

Para completar el combo, el PRO quiere avanzar en las comunas del sur, donde ganó por escaso margen. Hacia allí se dirigirá una campaña territorial que, en las primarias, pasó casi inadvertida. Todo contribuye para el objetivo que se fijó Larreta: ampliar la representación en el Congreso para apoyar las reformas que prepara la Casa Rosada. Reformas de orden tributario, laboral, previsional y electoral.

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