61 minutos de grieta explícita

La decisión de Macri de enfocar parte de su mensaje en la herencia recibida agitó los ánimos de los diputados del kirchnerismo, que ya habían protestado con pancartas y terminaron haciéndolo a los gritos. Un blooper distendió un poco la situación.

Los 61 minutos que duró el discurso de Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa estuvieron cargados de tensión. La decisión del Presidente de enfocarse durante el primer tramo de su mensaje en la herencia recibida, con críticas durísimas al gobierno de Cristina Kirchner, agitó los ánimos de los diputados del PJ-Frente para la Victoria, que terminaron reclamándole a los gritos que hable de los despidos, la represión y la inflación, entre otros temas.

La recepción del kirchnerismo al Presidente fue cuidadosamente pensada. Los diputados del PJ-FpV llegaron temprano al Congreso y decoraron sus bancas con pancartas. Replicaron así un método muy utilizado por el actual oficialismo cuando era oposición. "Riqueza 1 Pobreza 0", "el país no es tu empresa", "libertad a Milagro Sala", "no al tarifazo", "basta de despidos", "leche $ 18", eran algunas de las frases que también estaban pegadas en una de las paredes del recinto desde la mañana.

Cuando Macri ingresó, a las 11:20, los legisladores del PJ-FpV se pararon para recibirlo junto al resto de los diputados y senadores, pero sólo algunos aplaudieron. Varios, en cambio, levantaron en alto los carteles. El comienzo del discurso presidencial no hizo más que ahondar la grieta. Macri habló de un Estado con “capacidad nula”, dijo que “el modelo de inclusión con crecimiento nos llevó a la pobreza y la exclusión”, señaló la “irresponsabilidad e incompetencia de la gestión anterior”, habló de mentira, corrupción e impunidad y, cuando parecía que finalmente iba a terminar con el tramo de su discurso dedicado a la herencia, agregó: “La inflación existe porque el Gobierno anterior la promovió”.

Fue la gota que rebasó el vaso. Los diputados del PJ-FpV empezaron a gritar y consiguieron interrumpirlo. “¡La especulación financiera tuya! ¡Eso genera inflación!”, lanzó Marcos Cleri. “¡Respetá al pueblo!”, agregó Mayra Mendoza. El Presidente reaccionó rápido: “Hay que respetar al pueblo democrático”, les respondió, respaldado por los legisladores de Cambiemos, que se pararon para aplaudirlo y cantar a los gritos “¡Sí, se puede! ¡Sí, se puede!”, apagando así las voces kirchneristas. El resto de los bloques miraba la situación absorto. Muchos de ellos, como el Frente Renovador de Sergio Massa o el Bloque Justicialista de Diego Bossio, ni siquiera participaron de gran parte de los aplausos, solo promovidos por Cambiemos.

Hasta Miguel Pichetto, el jefe de los senadores del PJ-FpV, cuestionado en el último Congreso del Partido Justicialista por mostrarse abierto al diálogo con el Gobierno, miraba a Macri con seriedad. Después, en un comunicado, explicó ese gesto. “El Presidente hizo una revisión parcial y sesgada de la historia, injusta y discutible, con la que no estamos de acuerdo. Y además desaprovechó en su discurso la oportunidad que tenía de convocar a un verdadero esfuerzo a todos los argentinos”, evaluó el senador que tiene en sus manos la llave para un objetivo clave del oficialismo: el acuerdo con los fondos buitre.

La situación se distendió un poco cuando Macri se confundió y leyó dos veces el mismo párrafo de su discurso. “¡Ya lo leíste!”, le empezaron a gritar los kirchneristas. “Gracias por estar atentos. Por eso les dije que esto lo tenemos que hacer juntos”, respondió el Presidente.

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