Dicen que Botnia todavía no contaminó el río Uruguay

Según la prensa uruguaya eso afirma un estudio de universidades argentinas que tiene en sus manos la Cancillería argentina.

La resistencia que, durante dos años, mantuvo la Argentina frente a la instalación de dos pasteras sobre la margen del río Uruguay, tuvo ya un primer revés científico: un informe de varios organismos especializados argentinos, que hoy tiene en sus manos la Cancillería, reveló que, a dos meses de la puesta en marcha de la planta de celulosa de Botnia, los parámetros del río no cambiaron y su estado es "razonablemente bueno".

La decisión de inaugurar la papelera había sido fuertemente cuestionada por el presidente Néstor Kirchner, que llegó a calificarla frente a su par uruguayo, Tabaré Vázquez, como "una puñalada al pueblo argentino". La acusación fue más leve, en cambio, de parte de  la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, un mes antes de su asunción: "Habrá que comprobar si contamina o no. Si no contamina, las protestas no tendrán más razón. Si contamina, se deberán hacer los reclamos necesarios", definió.

Hoy, el diario uruguayo El País, publicó los resultados del estudio. Desde el punto de vista biológico y toxicológico, el estado del río Uruguay es "razonablemente bueno" y no existen "efectos alarmantes", señaló Héctor Ostera, subdirector del Instituto de Geocronología y Geología Isotrópica, uno de los que forman parte del grupo de investigadores.

El experto destacó también que, "bajo determinadas circunstancias, se han detectado algunos componentes que antes no existían" en el aire, en torno a la planta de celulosa de la finlandesa Botnia. Sin embargo, no dio detalles sobre esos componentes.

Ostera, que dirige los estudios de impacto ambiental de la intendencia de Gualeguaychú, afirmó que el equipo de expertos investigó los niveles de concentración de metales y compuestos orgánicos en el agua, y que "no se ha encontrado nada que esté fuera de los parámetros normales".

Con todo, el investigador destacó que los resultados de los estudios se mantienen en reserva a pedido de la Cancillería argentina. Y que los datos surgidos de la investigación "ya están en poder" de la intendencia de Gualeguaychú, la Secretaría de Medio Ambiente y la Cancillería".

Ostera destacó que, si hubieran detectado problemas de contaminación, él "sería el primero en pedir" que los resultados anormales "se comunicaran a Uruguay".

De la investigación participaron la Facultad de Recursos Naturales de la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Comahue, la Universidad de Luján, la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Instituto de Geocronología y Geología Isotrópica, además de laboratorios municipales.

Las mediciones se realizan en un área del río Uruguay que abarca 40 kilómetros, frente a las costas de la provincia argentina de Entre Ríos, ante escribano público, y estudian además la atmósfera de Gualeguaychú y alrededores. 

La planta de celulosa de Botnia es rechazada por las autoridades argentinas y grupos de vecinos de Entre Ríos, con el argumento de que causará daños al medio ambiente de la zona, lo que es rechazado por el Gobierno uruguayo y autoridades de la empresa.

Los integrantes de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú bloquean desde hace más de un año el paso sobre el puente que la une con Fray Bentos, como forma de protesta contra la planta. El conflicto derivó en denuncias cruzadas de ambos Gobiernos frente a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, donde se sustancia un juicio.

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