Consejo de la Magistratura: Diputados lo votaría de madrugada

El proyecto que impulsa la oposición contempla cambios en su composición, tales que limitan la incidencia del Poder Ejecutivo, según sus defensores. El oficialismo se opone y argumenta que "favorece a la corporación judicial".

La Cámara de Diputados debatía esta noche el proyecto de ley que reforma la integración del Consejo de la Magistratura, uno de los puntos promovidos por el núcleo duro de la oposición en los comicios el año pasado y con el que buscó darle un nuevo golpe político al gobierno.
  
El presidente de la comisión de Justicia, el radical Ricardo Gil Lavedra, defendió la reforma impulsada por los bloques antioficialistas que debieron hacer concesiones a la centroizquierda para conseguir los 129 votos necesarios para aprobar la modificación.
  
En ese sentido, reconoció que la propuesta “sea la reforma ideal , pero aclaró que es ‘la reforma posible‘, así implicará un futuro Consejo de la Magistratura “superior al actual y destacó que el proyecto se consiguió “a través del acuerdo de la mayoría de los bloques parlamentarios .
  
Destacó también que “el Consejo de la Magistratura en sus distintas administraciones nunca hizo nada para que sea un cuerpo accesible a todos .
  
A su turno, el kirchnerista Alejandro Rossi fue en contra de la reforma propuesta al sostener que es “uno de los peores retrocesos que se ha visto‘ porque -según opinó- favorece a la corporación judicial y “va en contra de los compromisos que la Justicia debe tener con la ciudadanía .
  
Entre los puntos que criticó, se encuentra que en los hechos deja en manos de la Corte Suprema de Justicia, instancia que hasta ahora está afuera del referido consejo, el manejo o al menos la ultima palabra en el manejo administrativo y presupuestario del organismo encargado de la designación y de sanción de los jueces.    Su compañero de bancada Gerónimo Vargas Aignasse fue en la misma línea y, entre otros aspectos, le apuntó a la corporación judicial al sostener que  “las corporaciones tienen voracidad de poder, quieren más espacio, quieren  más poder de decisión y consideró, entre otros puntos, que es “antiético que los abogados que viven de los honorarios que fijan los jueces participen de las selecciones de esos jueces .
  
Vilma Ibarra, del espacio filo-K Nuevo Encuentro, defendió su dictamen de minoría en la materia, y alertó que en la justicia hay “otros temas de la administración de justicia que todavía no fueron abordados, y dijo que la propuesta mayoritaria está “cruzada por la tensión de la política por la representación popular y de la política que cruza los tribunales .
  
Cuestionó, además, la “integración de la Corte Suprema al Consejo , y consideró que “es una mala decisión porque aleja al organismo de la independencia que debería tener y dijo que en realidad en forma indirecta le deja al representante del Máximo Tribunal, por medio del voto de desempate,  con “un peso enorme a todo lo importante como en el plano de la “administración del Consejo, selección y remoción de los jueces .   

La centroizquierda, en su momento, había cuestionado la intervención de la Corte Suprema de Justicia y había pedido incorporar sistemas de control popular sobre el accionar del Consejo, como la creación de un Comité  Consultivo (integrado por ONGs), así como la realización de auditorias periódicas de los magistrados.
  
La incorporación de algunas concesiones explica el interés del núcleo anti.-K de a Proyecto Sur, ante la falta de un número para aprobarlo en la sesión.   

El proyecto contempla un Consejo de la Magistratura conformado por 18 consejeros: 3 senadores, 3 diputados uno por cada una de las tres primeras minorías de cada cuerpo, el presidente de la Corte Suprema, 3  jueces, 4 abogados, un representante por el Poder Ejecutivo y 3 académicos (uno por el mundo de las ciencias sociales).

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