Una familia tipo necesita $ 27.570 para no ser pobre, 4,3% más que en enero

La línea de indigencia, a su vez, trepó 5,1% en febrero.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó ayer que la Canasta Básica Total (CBT), que determina la línea de pobreza, se ubicó en febrero en $ 27.570,43 para una familia tipo, conformada por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años.

Se trata de un aumento de 4,3% en relación a enero, cuando se ubicaba en $ 26.442,92. En cambio, para no ser indigente, una familia tipo necesitó $ 11.117,11, un 5,1% más que en el primer mes de 2019.

A su vez, un varón de entre 30 y 60 años, con actividad física moderada, requirió $ 8922,47 para no ser pobre y $ 3597,77 para no quedar por debajo de la línea de indigencia.

Las subas en las canastas de indigencia y de pobreza reflejan la alta inflación acumulada en el primer bimestre del año. En comparación con diciembre, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) creció 9%, mientras que la CBT lo hizo en 8,1%.

En la comparación interanual, la canasta de indigencia se disparó un 59,1% (el valor más alto de los últimos doce meses), al tiempo que la canasta de pobreza trepó 57,2%, una décima menos que en noviembre. Son las cifras más altas desde 2002 para la CBA (75% en ese entonces) y desde 1991 para la CBT (55%).

Con fuerte incidencia de carnes y lácteos, que tuvieron importantes alzas en el comienzo de 2019, las cifras que mide el Indec experimentaron fuertes aumentos, incluso por encima de la inflación minorista de febrero (3,8%).

El sociólogo especializado en economía Daniel Schteingart observó que "hasta abril de 2018, cuando el dólar empezó a dispararse, la inflación general y la de la canasta básica (que sirve de referencia para medir pobreza) venían moviéndose parecido. Desde entonces, la de la canasta básica fue aún más intensa (57% contra 51% en el último año)". Esa diferencia también ocurrió en 2002, cuando la inflación minorista fue de 41% y la canasta de pobreza aumentó 55%.

"Alimentos en general incide más en la CBT que en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Como alimentos viene subiendo más que el IPC, eso explica en parte por qué la CBT sube más que el IPC", dijo Schteingart, para quien "solamente si se estabiliza el dólar" se pueden moderar los aumentos.

"El precio de los alimentos es muy sensible al precio del dólar, mucho más que otros bienes y servicios de la economía", agregó el sociólogo.

El economista Andrés Asiaín, del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), muy crítico de este Gobierno, estimó en un trabajo titulado "Plan Hornero" que para garantizar la alimentación de los niños indigentes, el Estado debería destinar entre $ 34.000 millones y $ 51.000 millones por año en subsidios.

Según el Índice de Precios de Supermercados (IPS) del CESO, la CBA llegó en marzo a $ 4063,50 para un adulto equivalente y a $ 12.561,70 para una familia tipo. Esos datos se conocerán oficialmente a través del Indec recién en los últimos días del próximo mes.

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