

Tras el receso de Año Nuevo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) vuelve a la actividad y la Argentina busca negociar un waiver por el incumplimiento de metas del tercer trimestre de 2023, así como los desembolsos por casi 3000 millones de dólares para saldar los vencimientos de deuda con el organismo en enero y febrero, por el capital del programa Stand By de 2018, los intereses y los sobrecargos.
Luego de que se descartara que el Fondo podría aportar entre u$s 10.000 millones y u$s 15.000 millones en enero, la idea del presidente Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo, es continuar con el mismo acuerdo vigente pero sobreactuar el ajuste fiscal para ganarse la confianza del mercado y de los burócratas de la institución de que el programa no va a colapsar. "Estamos haciendo más de lo que imaginaron", celebran los funcionarios en las inmediaciones de Plaza de Mayo.
Aunque no se animan a anticipar que pedirán fondos frescos, en la conducción económica plantean la búsqueda de los u$s 3300 millones que quedaron pendientes en noviembre y unos u$s 4500 millones que estaban programados para 2024.

Entre el 9 y el 16 de enero operarán los primeros vencimientos del año con el FMI, por casi 2000 millones de dólares. Las reservas internacionales netas del Banco Central (BCRA) siguen en terreno negativo por unos u$s 10.000 millones y cualquier desembolso neto serviría para recomponer esta posición de la autoridad monetaria, cuentan en Economía.
El próximo martes, asimismo, se presentará otro de los desafíos que afrontará tempranamente el Gobierno en materia de deuda. Se pagarán otros u$s 1600 millones con acreedores privados que formaron parte de la reestructuración de la deuda en 2020 y su refinanciamiento todavía es imposible, con un riesgo país que se mantiene en la zona de los 1900 puntos básicos, por lo que el dinero saldrá de las reservas.


