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Un día después del anuncio del bono de fin de año para trabajadores registrados del sector privado que cobren hasta $185.000 neto y beneficiarios del programa Potenciar Trabajo, desde el Gobierno salieron a defender la medida mientras que diversos referentes de organizaciones sociales y sindicalistas la tildaron de insuficiente.

En paralelo, un grupo de gremios marcharon a las puertas del Ministerio de Economía para reclamar ser recibidos por su titular, Sergio Massa, a quien le piden más medidas de alivio al bolsillo.

Para el referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) Juan Grabois el monto de $13.500 que se destinará a quienes cobran la mitad de un sueldo mínimo, vital y móvil por el Potenciar Trabajo es "una burla". "Después de este año de pérdida de poder adquisitivo es un escupitajo en la cara de los pobres", lanzó en diálogo con Radio con Vos.

"Me parecen una burla los montos", cuestionó el dirigente que adoptó una postura cada vez más crítica cuando el Gobierno eludió su demanda de un salario básico universal o de una ayuda más fuerte para los sectores vulnerables. "Ni Macri se animó a tanto", añadió y explicó que el Potenciar Trabajo funciona como "un salario social Complementario" en la economía popular para apuntalar sus ingresos y la competencia con "empresas ya capitalizadas".

"Es lo que se llama la trampa de la pobreza: si vos lográs registrar tus ingresos y mejorar tu situación te sacan la ayuda, entonces nunca vas a querer blanquear lo que estás ganando", sostuvo. Y agregó que los $27.000 que perciben los beneficiarios es la mitad del "salario mínimo, que está por debajo de la línea de indigencia para una familia tipo"

También el titular la CTA Autónoma y de ATE, Hugo ‘Cachorro' Godoy, calificó el anuncio del Gobierno como "tardío e insuficiente en cantidad", ya que "no cubre las necesidades de todo el universo de trabajadores y trabajadoras y excluye directamente a los trabajadores estatales de los municipios de las provincias". "Si la razón por la cual excluyeron al Estado Nacional tiene que ver con que en el marco de la paritaria se estableció una suma fija de 30 mil pesos a fin de año, creemos que esto es absolutamente inadmisible", planteó Godoy.

De igual modo apuntó contra los $13.500 para los Potenciar Trabajo porque "no representa ni la cuarta parte de un miserable Salario Mínimo, Vital y Móvil, que tampoco alcanza a cubrir la canasta de la indigencia, y encima es en dos cuotas". En ese sentido, demandó que haya más anuncios "porque si no van a estar muy lejos de atender las urgencias que tenemos los trabajadores y trabajadoras", en alusión al pedido de un salario universal. También piden que solo las grandes fortunas paguen ganancias en vez de los salarios.


Reclamo de los gremios por Ganancias

Desde los gremios cuestionan que el Gobierno no los convoque a debatir medidas concretas de apoyo a los y las trabajadoras y entienden que todo lo que se hizo hasta ahora se ve condicionado por los compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Un grupo de 51 organizaciones pertenecientes a la Mesa Sindical El salario no es ganancia se movilizaron hoy a la puerta de Economía donde instalaron una radio abierta para reclamar una audiencia.

"Los nuevos pisos aprobados a partir de enero 2023 son los que obliga la ley. Serán neutralizados rápidamente por los acuerdos paritarios que las organizaciones sindicales logramos ante la renuencia de los empresarios que generaron más de un conflicto. Esos aumentos salariales alcanzan el 100% promedio. El incremento del mínimo no imponible alcanza el 78%. Las cuentas son claras. Las matemáticas son imbatibles. La inflación también", cuestionan los voceros de este colectivo como Carlos Minucci, de Apsee.

Acorde a los cálculos que realizan, el nuevo piso impositivo implicará que a partir de enero 2023 un salario de bolsillo de $335.000 pagará el impuesto a las ganancias. De ahí que reclaman que tanto el aguinaldo como las bonificaciones y gratificaciones sean eximidas del tributo. "El salario no es ganancia, y tampoco se ha habilitado la exclusión del aguinaldo al impuesto a las ganancias sobre el salario de los trabajadores y trabajadoras. Esto también está pendiente", sumó Godoy.


Los empresarios también se quejan

Desde la Unión Industrial Argentina también expresaron su preocupación "por el impacto que tendrá en el sector productivo la modalidad bajo la que se implementará el otorgamiento de un bono para trabajadores privados". Alegan que la industria cuenta con más de 800 convenios colectivos en vigencia "que permitió al salario industrial situarse un 40% por encima del promedio nacional".

A través de un comunicado, resaltaron que "las negociaciones colectivas y las reaperturas de paritarias en la industria permitieron consensuar bonos u otras formas de adicionales que, a la luz de la metodología dispuesta por el Poder Ejecutivo, se superpondrán con los que la norma en cuestión otorga" lo que "generará dificultades al interior de la industria".

Así y todo, desde la UIA informaron que abonarán la suma de $24.000 para ceñirse a la ley.