Tarifas atrasadas: el dilema que enfrenta Milei para los sectores más pobres
Tras cuatro años en el que las tarifas corrieron muy por debajo de la inflación, se acumularon atrasos en los ingresos de las empresas y una masa de subsidios que tendrá que desarmar Javier Milei.
Las tarifas de los servicios públicos como el transporte y la distribución de energía eléctrica y el gas natural, y los subsidios a los usuarios, representará uno de los principales desafíos en materia macroeconómica del gobierno de Javier Milei. Por el atraso de las tarifas respecto a la inflación en los últimos cuatro años, acomodar la distorsión de estos precios relativos puede llevar a aumentos superiores al 400% para los más pobres.
Según el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet, en octubre el atraso tarifario en las facturas eléctricas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) era de 67% para los hogares de Nivel 1 -N1- de la segmentación (ingresos altos), 407% para los N2 (ingresos bajos) y 299% para los N3 (ingresos medios). Esos porcentajes incluyen el concepto "energía", que es el costo mayorista que no se trasladó plenamente a los usuarios N2 y N3 -aproximadamente el 65% de los hogares- y el Valor Agregado de la Distribución (VAD), que fija la remuneración a las empresas que prestan el servicio y recaudan.
Las facturas promedio de la población más pobre en la Ciudad y el Gran Buenos Aires ronda los $ 2500, mientras que con una quita de subsidios podría trepar a más de $ 12.000 por mes.
A partir de la segmentación de tarifas implementada desde octubre 2022 por el Gobierno ahora saliente, las boletas de luz promedio para N2 y N3 cayeron en términos reales un 44% y 38%, respectivamente, mientras que en el caso de los N1 la recomposición fue del 110%.
Otra forma de medir el espacio sobre el que podrá maniobrar el próximo Gobierno es comparar el peso de los servicios públicos de la energía en relación a los salarios. Para el IIEP, la suma de luz y gas implica un 3,8%, 1,4% y 1,3% para los usuarios N1, N3 y N2, respectivamente. En 2019, antes de los congelamientos, las tarifas llegaron a representar 5,6% de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores (RIPTE), un nivel que los economistas consideran óptimo, pero que fue una de las causas del agotamiento del modelo de Mauricio Macri.
Cuánto podrían subir las tarifas con Javier Milei
Los subsidios a la energía acumularon de enero hasta noviembre 2023 unos $ 2.566.324 millones y tuvieron una caída en términos reales -descontado el efecto de la inflación- de 19,9% interanual frente al mismo período del año pasado.
En la electricidad, los usuarios N2 y N3 pagan el 15% y el 18% del costo pleno de la energía, sin subsidios; mientras que en gas ni siquiera los segmentos de mayores ingresos abonan el costo total de la producción y las importaciones.
La ayuda del Estado nacional a los usuarios para cubrir una significativa porción de los costos de la energía representan el 13% del gasto primario de la Administración Pública y el 94% del resultado fiscal primario. Es decir, si se eliminan los subsidios casi se alcanzaría el déficit cero, muestra el reporte del IIEP.
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