

El abastecimiento eléctrico será un 40% más caro desde mayo a octubre, según explicó Julián Rojo, especialista en política energética. Sin embargo, ese 40% de suba en los costos no será trasladado a los clientes.

"Hasta abril todos los clientes N1 -de altos ingresos- venían pagando el 100% del costo. Lo que sucedió es que el costo eléctrico aumento 40% para el invierno (algo habitual todos los años). Entonces, el Gobierno decidió que lo que paga la demanda no acompañe esa variación. De esa manera, los sectores N1 -por ejemplo- reciben un 27% de subsidios", explica Rojo.
En los sectores de altos ingresos, Rojo estima que los hogares pagarán el 73% de lo que corresponde, mientras que el Estado subsidiará el resto.
Aunque el Gobierno no quiere hablar de reponer subsidios, son varios los economistas que notan cierta "quietud" en los precios regulados, que son aquellos en los que el Estado decide los importes.
Los servicios públicos, el transporte (colectivos, trenes, taxis), combustibles son algunos de los ejemplos clásicos de precios regulados.
Al subir los costos pero no traspasar eso a las tarifas, también escalarán los subsidios para los otros segmentos.
En los sectores bajos (N2), el subsidio alcanzará al 80% de los costos en las boletas de electricidad. Hasta este cambio, la subvención en relación a lo que pagaban de las facturas era del 65%.
Los sectores de ingresos medios tendrán un 75% de subvención. Antes del aumento de costo, la subvención era del 60%.
Acuerdo con el FMI
El Gobierno se comprometió a modificar el régimen de subsidios energéticos. En el esquema actual, equivalen a un 1% del PBI, pero Economía le prometió al FMI que no gastará ese dinero, sino menos.
Las facturas de los servicios públicos de luz y gas dividen el país en tres categorías: ingresos altos (N1), medios (N3) y bajos (N2).
El Gobierno destinó $ 6,5 billones (u$s 6200 millones al tipo de cambio oficial promedio de 2024) a descuentos para las tarifas de clases medias y bajas. Para cumplir con el Fondo, la poda en los fondos públicos debería ser de $ 1,5 billones.
El gasto total en subsidios energéticos debería bordear $ 5 billones, un 0,6% del PBI, según el FMI. Ese escenario contempla una economía creciente y un tipo de cambio estable. Cualquier cambio en esa ecuación -menor avance del PBI o volatilidad del dólar- alteraría la ecuación
El ajuste llegaría a los sectores medios, que todavía están muy subsidiados, pero eso sucedería más adelante, según proyectan varios especialistas.



