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En plan de volver a acumular reservas y hacer crecer la actividad, el Gobierno busca calibrar variables clave de la economía y, a la par, robustecer el superávit comercial: que las exportaciones sean "mucho más" que las importaciones.

En el marco de la Semana Comex en Santa Fe, Manuel Gayoso, director Nacional de Gestión Comercial Externa, trazó el panorama de las herramientas disponibles para ampliar las ventas al exterior y puso el foco en el saldo comercial a favor como base para ampliar los incentivos.

Gayoso fue enfático al señalar que el objetivo central de la cartera, bajó la órbita de Pablo Lavigne, Ministro Coordinador de Producción e Industria, es mantener una balanza comercial favorable. "Nuestro objetivo es que las exportaciones siempre sean más que las importaciones", afirmó.

"A partir del superávit comercial y en paralelo al superávit fiscal, en la medida que se siga incrementando son más las posibilidades que tenemos para poder ir mejorando las herramientas y hacerlas más eficientes", explicó.

Según expuso, en línea como los últimos datos oficiales, en los primeros meses del año el resultado positivo de la balanza comercial se ajustó, para luego iniciar un crecimiento sostenido, alcanzando los u$s 921 millones en septiembre. "Nos encantaría que sea un curva en picada hacia arriba pero es una realidad que no va a suceder", asumió.

De Argentina al mundo

Respecto a la dinámica comercial actual que muestra mayor evolución de las compras al exterior frente a las ventas, el funcionario aclaró que se busca el camino inverso, sin embargo, "importar más es un requisito para poder exportar más", dijo en referencia a la lógica del comercio internacional.

El Director destacó el rol de Brasil como principal socio comercial en ambos sentidos del comercio y mencionó las "negociaciones constantes" para ampliar la inserción internacional de productos hechos en la Argentina.

En este frente, la agenda incluye la reciente negociación con EFTA, la Unión Europea (UE) y el acuerdo pendiente con Estados Unidos, que hoy marcan los ejes de la estrategia de apertura comercial.

Desafíos y ajustes regulatorios

En su exposición ante empresarios de distintos puntos del país, el funcionario detalló un conjunto de siete herramientas, divididas en aquellas que generan eficiencia indirecta y las que se vinculan directamente con mejorar la competitividad de la oferta exportable.

La batería para impulsar las ventas en el exterior alcanza desde Exporta Simple, la plataforma que facilita la logística integral para operaciones de hasta u$s 15.000 (y u$s 600.000 anuales) a través de prestadores de servicios postales, hasta los regímenes especiales.

En este punto mencionó que se impulsó la importación de líneas de producción nuevas, a partir de exenciones en derechos de importación, tasa estadística, IVA, IVA adicional, Impuesto a las Ganancias, derechos antidumping o compensatorios.

También contó que se trabaja en ajustes para la importación de líneas usadas, particularmente en la ampliación del plazo de 20 años. En el mismo sentido, se esperan mejoras en el Régimen de Importación Temporaria, el Repostock yDraw Back.

El funcionario reconoció que existen desincentivos, como las comisiones bancarias en operaciones de bajo monto, y la demora en las devoluciones impositivas.

En este sentido, Gayoso destacó que el mantenimiento del superávit comercial permitirá articular con el BCRA y Economía para realizar modificaciones, incluyendo la posible actualización de los montos para la liquidación de divisas.

Asimismo, subrayó que se trabaja activamente para aplicar mejoras a través de la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), buscando hacer el producto argentino "lo más competitivo posible" mediante la meta de "exportar sin impuestos".

El funcionario mencionó el rol clave de la incorporación de Aerolíneas Argentinas entre los operadores de Exporta Simple, para bajar costos de logística.

Por último, destacó que mediante el Sistema Generalizado de Preferencias arancelarias hoy otorgan beneficios países como Australia, Japón, y Suiza, lo cual, si bien recae en el importador, "termina haciendo más competitivo el producto argentino".