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El mercado de trabajo mostró una mejora en el tercer trimestre de 2025, con una tasa de desocupación del 6,6%, lo que implicó una baja de un punto porcentual frente al trimestre anterior y de 0,3 puntos en la comparación interanual, de acuerdo con los datos que hoy publicó el INDEC. Al mismo tiempo, la tasa de empleo se ubicó en 45,4% y la tasa de actividad alcanzó el 48,6%, ambas con subas tanto trimestrales como interanuales.

En términos absolutos, el aumento de la ocupación reflejó la incorporación de algo más de 188.000 personas al mercado laboral respecto de un año atrás, mientras que la población económicamente activa creció en torno a 141.000 personas. De ese modo, la baja del desempleo respondió a una combinación entre mayor empleo y mayor participación, luego de varios trimestres en los que la desocupación había ganado protagonismo.

Más cuentapropismo y menos peso del empleo asalariado

Más allá de la mejora en los indicadores agregados, los datos oficiales mostraron cambios relevantes en la composición del empleo. El INDEC informó que el 71,9% de los ocupados trabajó en relación de dependencia, lo que implicó una baja frente al año previo, mientras que el empleo por cuenta propia alcanzó al 24,5% del total, con un aumento interanual.

Ese corrimiento también se reflejó en la informalidad. La tasa de empleo informal se ubicó en 43,3% del total de ocupados, y dentro del universo de asalariados, el 36,7% no contó con descuento jubilatorio, un nivel que permaneció por encima del promedio histórico y del promedio de la última década.

A su vez, el informe oficial mostró que el 28,2% de los ocupados trabajó más de 45 horas semanales, una proporción que creció frente al año anterior y que dio cuenta de un aumento de la sobreocupación como mecanismo para sostener ingresos en un contexto de presión sobre los salarios reales.

La lectura: el ajuste se desplazó hacia la calidad del empleo

Sobre la base de esos datos, la consultora LCG advirtió que la mejora del desempleo no implicó una recuperación homogénea del mercado laboral. En su análisis del informe oficial, sostuvo que, tras un primer semestre en el que la desocupación explicó buena parte del ajuste, el proceso volvió a canalizarse por otras vías.

“Después de un primer semestre donde la tasa de desocupación fue protagonista, el ajuste del mercado de trabajo volvió a ser vía calidad y vía precio”, señaló LCG, al destacar la sustitución de empleo asalariado por cuentapropismo y la persistencia de elevados niveles de informalidad.

La consultora también remarcó que el aumento de la sobreocupación reflejó “la necesidad de trabajar más horas para alcanzar cierto nivel de ingresos”, en un contexto en el que el empleo formal mostró una caída sostenida desde mitad de año y la actividad económica avanzó de manera débil y muy dispar entre sectores.

Menos presión laboral, pero con señales de fragilidad

El informe del INDEC mostró, además, una reducción de la presión sobre el mercado de trabajo, que bajó al 28,7% de la población económicamente activa. Esa medición incluyó no solo a los desocupados, sino también a los ocupados que buscaron otro empleo o que estuvieron disponibles para trabajar más horas.

Sin embargo, el descenso de la presión laboral convivió con señales de fragilidad estructural. La caída del peso del empleo asalariado, el aumento del trabajo independiente y la persistencia de la informalidad configuraron un escenario en el que la mejora de los indicadores generales no se tradujo necesariamente en mayor estabilidad o calidad del empleo.

Reforma laboral en pausa y debate abierto

El escenario laboral se conoció el mismo día en que el Gobierno resolvió postergar hasta febrero el tratamiento legislativo de la reforma laboral, luego de que el oficialismo dejara abierto el dictamen para introducir modificaciones. La iniciativa buscó, según el Ejecutivo, fomentar la creación de empleo formal y reducir los costos laborales, aunque generó fuertes objeciones sindicales y reparos de distintos sectores.

Para LCG, el impacto de esa reforma permanece abierto. “El Gobierno intentará revertir este efecto a través de la reforma laboral enviada al Congreso, pero tenemos dudas sobre el efecto entre mayor cantidad o calidad del empleo”, advirtió la consultora.

Con una economía que creció de manera heterogénea y un mercado laboral que ajustó más por composición que por volumen, los datos oficiales reavivaron el debate sobre el tipo de empleo que se creó y sobre la capacidad de las reformas en discusión para modificar esa dinámica en los próximos meses.