

La construcción de la represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento se discutió ayer en una audiencia pública en Malargüe, Mendoza, después de que el presidente Mauricio Macri habilitara el proyecto, que está judicializado por la provincia de La Pampa.
La central se ubicaría en uno de los afluentes del Río Colorado, que nace en la Cordillera de Los Andes y desemboca en el Mar Argentino. Con inversiones por aproximadamente u$s 900 millones y 5000 puestos nuevos de empleo (entre directos e indirectos), aportará 210 MW de potencia al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) y generará 887 GWh anuales.
El Colorado corre por Mendoza y funciona de límite provincial con Neuquén, La Pampa y Río Negro. El gobernador peronista de La Pampa, Carlos Verna, se opuso desde el principio al proyecto, ya que, a su entender, podría contaminar las aguas. Así tensó la relación con su par de Mendoza, el radical Alfredo Cornejo, y con el Presidente. El conflicto histórico que enfrente a La Pampa con Mendoza es por el Río Atuel, que está prácticamente seco del lado este (pampeano) por el uso para riego que se hace aguas arriba (en el lado mendocino).
En ambos casos -el Atuel y el de Portezuelo-, las definiciones quedarán en la Justicia, a cargo de la Corte Suprema, que fue fijando distintos plazos pero no se decidió todavía sobre la cuestión de fondo en el caso Atuel.
Las autoridades de La Pampa, por su parte, no participaron del encuentro. El Secretario de Recursos Hídricos de esa provincia, Javier Schlegel, afirmó ayer que el informe de impacto ambiental que presentó Mendoza es "pobre e inconsistente". "Se circunscribe al impacto ambiental de la presa Portezuelo del Viento sobre esa provincia y no en la región; esta incumpliendo con las leyes nacionales de Ambiente y la de Presas, porque se limita al impacto en esa provincia, pero no al que tendrá aguas abajo", dijo el funcionario, que aprovechó a criticar al Gobierno nacional por haber avalado la propuesta mendocina.



