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La convivencia vecinal, especialmente en la Ciudad y el conurbano bonaerense, suele tensionarse por situaciones tan simples como cotidianas: ruidos molestos, filtraciones, medianeras, mascotas, árboles que invaden propiedades o el uso de espacios comunes. Son problemas domésticos, pero capaces de generar roces y enojos que se arrastran durante meses y muchas veces han desencadenado peleas graves entre vecinos.

En los últimos años, la mediación comunitaria se consolidó como una alternativa para evitar que estos conflictos cotidianos terminen en los tribunales. Se trata de un servicio gratuito, voluntario, confidencial y rápido, en el que mediadores especializados acompañan a las partes para buscar acuerdos que mejoren la convivencia.

En la Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, los temas más frecuentes son los mismo que en la mayoría de los grandes núcleos, desde ruidos molestos hasta la administración de consorcios y espacios comunes. Es decir, buena parte de las tensiones de la vida urbana.

¿Qué debe hacer un vecino antes de llegar a una mediación? Los pasos básicos son:

  • Registrar el problema (fecha, tipo de molestia, frecuencia).

  • Hablar con la otra parte de modo respetuoso.

  • Si no hay acuerdo, acercarse al Centro de Mediación Comunitaria del municipio o al servicio provincial.

  • Presentar DNI y una breve descripción; en la gran mayoría de los casos no es necesario que las dos partes estén presentes al inicio.

  • Participar del encuentro que sea convocado, donde se buscan soluciones creativas y consensuadas.

En CABA y en distintos distritos del conurbano ya funcionan oficinas municipales con buenos resultados. Estos son los principales ejemplos.

Ciudad de Buenos Aires

La Ciudad es pionera en mediación comunitaria. Según la propia Fiscalía General, buena parte de los reclamos provienen de filtraciones (29 %), administración de consorcios (20 %), conflictos personales (12 %), ruidos molestos y medianerías. El proceso es gratuito, confidencial y puede iniciarse por derivación judicial o directamente en los centros habilitados.

Vicente López

El municipio ofrece un Centro de Mediación Comunitaria coordinado por la Defensoría del Pueblo. Los mediadores trabajan sobre conflictos como ruidos, problemas de arboleda, filtraciones o disputas en consorcios. El trámite es sencillo y no requiere abogados.

Quilmes

En el programa de Acceso a la Justicia y Mediación Comunitaria, los vecinos pueden iniciar reclamos por ruidos, filtraciones o medianeras. La atención es presencial en Alberdi 500 y en Solano, o virtual mediante formulario online en la web municipal.

Lanús

El Centro Interdisciplinario de Justicia y Participación Ciudadana atiende mediaciones vecinales. En 2022 participaron más de 1.100 vecinos, con predominio de reclamos por ruidos, mascotas, árboles, filtraciones y convivencia en edificios.

Morón

El distrito cuenta con centros descentralizados de mediación que funcionan en las Unidades de Gestión Comunitaria. El trámite se inicia con DNI y no exige la presencia de las dos partes al mismo tiempo.

San Isidro

Participa del esquema provincial de mediación comunitaria, integrado por más de 230 centros distribuidos en Buenos Aires. Los vecinos pueden acercarse a la oficina local para iniciar trámites gratuitos. Además está el servicio gratuito que presta el Colegio de Abogados local.

Avellaneda

En el Centro de Atención al Vecino (CAV) funciona la oficina de mediación comunitaria. En 2022 asistió a más de mil personas, con conflictos similares a los del resto del conurbano.

Además, la Provincia de Buenos Aires mantiene actualizado el listado completo de Centros de Mediación Comunitaria por municipio en su web oficial: gba.gob.ar/justicia_y_ddhh/mediacion. Allí se pueden consultar direcciones, teléfonos y temáticas en cada distrito.

El acceso es sencillo: basta con acercarse a la oficina municipal, completar un formulario o comunicarse por teléfono. Los acuerdos alcanzados en mediación, aunque voluntarios, suelen ser más rápidos y efectivos que un proceso judicial.