Revisa el Gobierno el alcance de la ayuda a empresas para el pago de salarios

La Jefatura de Gabinete estudia elevar los montos que había planificado otorgar a compañías en dificultades. Cafiero había anticipado que el medio sueldo subsidiado sólo se mantendría para las de sectores críticos. 

Ante la posibilidad de volver a una cuarentena estricta en el corazón productivo del país y las cada vez más pronunciadas dificultades de muchísimas empresas para mantenerse al día en sus obligaciones, el Gobierno analiza ampliar el esquema restringido de ayuda para el pago de salarios que había definido la semana pasada el gabinete económico.

En su intervención del pasado jueves en el Senado, el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, había anticipado que el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) en su tercer mes de vigencia modificaría sensiblemente los criterios para la asignación del salario complementario, que originariamente cubría la mitad de los haberes netos de los trabajadores en relación de dependencia, con un tope de dos Salarios Mínimos, Vitales y Móviles (SMVM), es decir, $ 33.750.

El ministro coordinador, un día después de presidir una reunión del gabinete económico en Casa Rosada, blanqueó en la cámara alta del Congreso que el Estado solo prevé abonar hasta medio salario de las compañías que operan en sectores considerados "críticos"; esto es, o bien que no obtuvieron permiso para reabrir sus puertas, o bien han sido severamente afectadas por la caída del consumo o diversas restricciones. En ese pelotón se incluyen las empresas hoteleras, turísticas y de entretenimiento, a grandes rasgos.

El resto de los empleadores necesitados de auxilio, evaluaba la semana el Gobierno, recibirían en julio una suma que varía entre uno y medio SMVM, es decir, $ 16.875 o bien $ 8437,50, por cada trabajador registrado. El criterio para discriminar entre unos y otros es el lugar de residencia, siendo el aporte de un SMVM para trabajadores en zonas del país donde rige el aislamiento social, y de medio SMVM donde se pasó a una fase de distanciamiento social.

La decisión formaba parte de una "sintonía fina" que el Gobierno pretende dar a la asistencia estatal para pasar a una etapa más enfocada en préstamos que en subsidios, pero que puede quedar en letra muerta si el presidente Alberto Fernández toma la decisión de volver a la "fase 1" de la cuarentena y, por tanto, restringir nuevamente la actividad productiva.

Fuentes oficiales comentaron este fin de semana a El Cronista que la revisión del esquema es una posibilidad ante las demandas que plantearon en los últimos días referentes del sector industrial y las centrales obreras, preocupados por estadísticas que dan cuenta de un paulatino e irreversible cierre de empresas golpeadas por la falta de operación o la brutal caída del consumo.

Días atrás, un informe del Centro de Estudios de la Producción (CEP XXI) del ministerio de Desarrollo Productivo daba cuenta que unas 15.000 empresas habían dejado de presentar las declaraciones juradas de la seguridad social, lo cual es un indicio -aunque prematuro- de su eventual desaparición del mercado. Más aún, la decisión intempestiva de la aerolínea Latam de abandonar su operación de cabotaje en el país encendió alarmas en todos los despachos.

 

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