La decisión que tomó el Gobierno de Javier Milei al eliminar de forma transitoria las retenciones en busca de bajar la fiebre del dólar, tiene como contracara un impacto en la recaudación: cuánto puede caer.
"La baja de retenciones al 0% fue, sin dudas, una medida positiva para el sector: mejora los márgenes en 75 dólares por tonelada de soja y casi 20 dólares por tonelada de maíz", indicó Antonella Semadeni, economista de FADA.
En concreto, se espera que el Gobierno haya postergado recaudación entre u$s 1460 y u$s 1600 millones de recaudación según los distintas posibilidades de ventas al exterior por el stock disponible de soja y maíz.
Sin embargo, Semadeni, aclaró que "no genera nuevos dólares, sino que adelanta la liquidación" ya que de los u$s 9500 millones que quedaban por comercializar hasta abril, ahora hasta u$s 7000 millones podrían ingresar de manera anticipada en octubre.
Por estas horas y en los próximos días, la incógnita que se profundizará es cuál será la estrategia que implementará el equipo económico para sostener el superávit fiscal lo que se traduce en más ajuste; o si en el contexto electoral postergará el cumplimiento de su meta "innegociable".
En consenso, los tributaritas estiman que el Estado, a través de la recaudación de ARCA, este año cederá el 50% del aporte que hace el campo vía DEX que en 2024, se ubicó en torno a los u$s 5500 millones, al considerar soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo.
En agosto la recaudación por derechos de exportación mostró una caída de 8,6%, Sin embargo, por el adelantamiento de ventas al exterior que incentivó la rebaja temporal de retenciones, en los primeros 8 meses del año, la cifra creció 55,5%, interanual ($5.806.120). Frente al total de $119.372.999, las retenciones -con mayor participación del agro- representaron hasta agosto 4,8% de la masa impositiva.

Tras la sequía, en 2024, el aporte de la agroindustria dio un salto del 80% con relación a la recaudación obtenida en 2023 (u$s 3070 millones) según cálculos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Aunque la comparación interanual en este caso no es representativa por las significativa diferencia de contexto, desde el precio internacional hasta la oferta de producto y los incentivos internos para liquidar, para dimensionar, en septiembre y octubre de 2024, los DEX representaron ingresos por $439.193 millones y $495.185 millones.
Parche transitorio
El "problema", explicó fue el contexto en el que se toma esta decisión. "Al tratarse de una medida aislada, termina siendo un parche coyuntural y no una política de fondo", dijo.
En concreto, el costo fiscal es "significativo", estimó en sintonía con otros tributaritas y marcó que la primera baja temporal hasta junio que luego se volvió permanente significó 0,3% del PBI mientras que la decisión actual agrega 0,2% del PBI.
Por eso, a lo largo del año, el efecto sobre la recaudación en el año asciende a a 0,5% del PBI, lo que equivale a la mitad de la recaudación anual del agro, destacó Semadeni.
"Todo esto sin generar incentivos para producir", dijo y opinó que "lo que en principio es una buena noticia para el sector se diluye en un parche que deja gusto amargo".
En cambio, según la proyección de FADA si se avanzara en una eliminación ordenada y sostenida de las retenciones, el productor podría aumentar la producción hasta en un 56% en el mediano plazo.
Desde Iaraf, proyectaron un impacto desde 0,25% hasta 0,28% del PBI según tres escenarios de venta: 1) si se alcanza el 40% de liquidación del stock de maíz y 100% del stock de soja, 2) 60% de maíz y 90% de soja y el 3) 80% del stock de maíz y 80% del de soja.
Los números finales están por verse en los próximos días.

Para el gobierno nacional, si se considera el aumento posible de recaudación del impuesto a las ganancias y su distribución luego de coparticipación a Nación (aproximadamente un 8% de la reducción de derechos de exportación), se reduce el costo fiscal directo a 0,26% del PBI en el escenario 1, a 0,24% en el escenario 2 y a 0,23% en el escenario 3.
"Obviamente hay un desfasaje, teniendo en cuenta que el impuesto a las ganancias se tributa al año siguiente", aclaró Iaraf.
Según el análisis la pérdida de recaudación sería equivalente al 46% del superávit fiscal de 2025 que surge del Presupuesto 2026 de 0,3% del PBI.
La postura oficial
Martín Vauthier, asesor del ministro de Economía, Luis Caputo, explicó que, en términos de impacto fiscal, "esta medida no es un costo" porque va en el sentido de lo que el Gobierno hace de bajar impuestos.
"En términos directos, la medida va a generar más actividad, más movimiento, más inversión, más recursos en el interior del país en el corto plazo. Moviliza el consumo en pueblos, ciudades, además de inversión en bienes de capital, maquinaria agrícola, fertilizantes, insumos, y eso tiene impacto directo e inmediato en actividad como en recaudación", explicó Vauthier.



