

El consejo de administración de Repsol tiene una "predisposición positiva" a aprobar en su reunión de mañana el acuerdo alcanzado entre España, Argentina y México acerca de la compensación por la expropiación en 2012 de un 51% de YPF, indicaron a Europa Press en fuentes cercanas al consejo.
Sin embargo, las fuentes no detallaron cuál será el voto de los distintos consejeros ni la posición del presidente de Repsol, Antonio Brufau, con respecto al acuerdo, alcanzado en una reunión en la que no estuvo presente y a la que sí acudieron altos directivos de la empresa, así además de los representantes de La Caixa, YPF y Pemex; el ministro de Industria español, José Manuel Soria, y el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof.
Dicen que el preacuerdo de ayer es prácticamente idéntico en sus términos a la propuesta que entregó el propio Brufau a Soria para que el ministro lo lleve, en su reciente viaje a México, a la cúpula de Pemex. Soria mostró el documento al secretario mexicano de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y al director general de Pemex, Emilio Lozoya.
Según indicaron a EFE fuentes conocedoras del proceso, el acuerdo alcanzado cumpliría con los mínimos planteados por el presidente de Repsol. "El principio de acuerdo tiene el respaldo de la dirección de Repsol, sus principales accionistas y de los gobiernos, lo que hace que con toda probabilidad el consejo dará luz verde", explicaron fuentes cercanas al consejo.
El preacuerdo cerrado ayer en Buenos Aires incluye el pago de u$s 5.000 millones en bonos soberanos argentinos, sin que exista una compensación en activos materiales, por lo que no será preciso la participación de consultores privados independientes.
Este pago es inferior a los u$s 7.000 millones en los que Repsol tiene contabilizado en libros el valor por el 51% expropiado, pero será aceptado por el consejo entre otras cosas porque los bonos ofrecen un margen de negociación y rápida liquidación que un dilatado proceso judicial no habría garantizado.
Además, la propuesta es sustancialmente mejor a la que Pemex llevó al consejo antes del verano, en la que también se tomaba como referencia un valor de u$s 5.000 millones, pero con una parte vinculada a activos de Vaca Muerta tasados de forma desfavorable para Repsol.
La opción jurídica a la que renuncia Repsol, en la que existen frentes abiertos en el tribunal internacional de arbitraje del Ciadi, Estados Unidos, España y Argentina, derivaría probablemente en fallos positivos para la compañía española, pero generaría incertidumbre por lo prolongado del proceso y los posibles retrasos en los pagos.
En Repsol se considera que el acuerdo de ayer fue posible precisamente gracias a la presión ejercida durante año y medio a nivel judicial. Argentina logra una solución satisfactoria en la medida en que destraba una vía judicial que bloqueaba la llegada de nuevos inversores internacionales.
FUENTE: agencias y Expansión.com


