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Las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires dejaron un resultado que reposiciona al peronismo en el tablero nacional y lo proyecta como un actor central de cara a 2027.

Con el 47,28% de los votos, Fuerza Patria (FP) se consolidó como la fuerza más votada, ampliando su representación en la Legislatura y alcanzando el quórum propio en el Senado provincial. Sin embargo, el mapa de la elección muestra matices: hubo municipios donde el oficialismo bonaerense creció en votos absolutos y porcentaje, otros donde perdió votos, pero mejoró su participación relativa y algunos donde el retroceso fue total.

Dónde creció el voto peronista

Según el relevamiento del Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICaD) junto con Flacso, Fuerza Patria sumó votos respecto de 2021 en 57 municipios. Entre ellos aparecen algunos bastiones tradicionales como Avellaneda, Berazategui y Vicente López, donde el peronismo no solo retuvo su caudal sino que lo amplió, incluso frente a una menor participación general.

Estos distritos fueron clave para sostener la ventaja global, ya que en ellos FP logró ampliar la diferencia con sus competidores y consolidar su predominio territorial.

En la Primera y Tercera sección electoral, donde se concentra el 60% del padrón bonaerense, FP tuvo un desempeño robusto: ganó 10 de las 18 bancas de diputados que se ponían en juego en la Tercera, con Verónica Magario como principal figura de campaña, y se quedó con 5 de las 8 bancas de senadores en la Primera, venciendo a Diego Valenzuela (LLA+PRO).

En distritos como Moreno, Avellaneda y Florencio Varela, el oficialismo provincial logró ampliar la distancia sobre La Libertad Avanza, a pesar de la caída de la participación que se ubicó por debajo del 60% en varios de estos territorios.

Los municipios "amarillos" y el voto en disputa

Resulta interesante también el análisis de los 18 municipios donde FP perdió votos en términos absolutos, pero mejoró su porcentaje, un fenómeno que revela la fuga de votantes hacia la abstención más que hacia otros partidos.

Allí se destacan casos como La Matanza, San Isidro, Morón y Lomas de Zamora. En La Matanza, el distrito más poblado de la provincia, FP sacó menos votos que en 2021, pero al haber caído en mayor medida la performance de LLA y de espacios chicos como el FIT o partidos vecinalistas, el oficialismo creció en porcentaje y consolidó su control político.

En San Isidro, un bastión históricamente adverso para el peronismo, el crecimiento porcentual fue significativo: la baja en la participación afectó de manera más pronunciada a los votantes de la alianza LLA-PRO, lo que permitió a FP mejorar su posicionamiento sin aumentar su base de apoyo. Este tipo de fenómeno fue crucial para explicar la magnitud del triunfo provincial, ya que le permitió a FP sostener su caudal en términos relativos aun en distritos complejos.

Donde el peronismo retrocedió

Hubo 37 municipios donde FP perdió votos y también cayó en porcentaje, siendo Tigre y San Miguel los casos más resonantes. En Tigre, la boleta encabezada por Gabriel Katopodis logró imponerse en la sección, pero sufrió una merma de votos en la localidad, lo que obligará a repensar la estrategia de movilización para octubre.

San Miguel, otro distrito clave del corredor noroeste, mostró una performance debilitada para el peronismo y dejó margen para que LLA+PRO mantenga competitividad.

A dónde se fueron los votos

El análisis de CICaD sugiere que la fuga de votos no fue hacia otros partidos sino hacia el ausentismo. La participación en el conurbano estuvo en niveles históricamente bajos, con distritos que rondaron el 55% de concurrencia. Allí, la caída afectó a todos los espacios por igual, pero particularmente a fuerzas minoritarias como el FIT y partidos locales, que en algunos casos quedaron por debajo del piso para obtener representación legislativa.

La alianza LLA+PRO, que en 2021 había capitalizado buena parte del voto opositor, vio reducir su caudal en varios municipios, en parte por la desmovilización de fiscales y en parte por la percepción de que el Gobierno nacional atraviesa un momento de desgaste. Esto permitió que FP, aun perdiendo votos en números absolutos, mantuviera o aumentara su cuota relativa.