En un contexto en el cual el Gobierno nacional quiere privatizar la empresa que controla las centrales nucleares argentinas -hoy se publicó el decreto que da curso a la venta parcial de NA-SA- y tras el peso que adquiere Washinton sobre el futuro de la política de Javier Milei, los trabajadores del sector emitieron una misiva al presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para alertar sobre la fuga de cerebros y la paralización Plan Nuclear Argentino.

Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) es la empresa estatal que maneja las centrales nucleares de Argentina, es decir Atucha I, II y Embalse. El Ejecutivo la incluyó en un artículo aparte en el capítulo de privatizaciones de la Ley Bases, y ahora dieron curso al decreto para avanzar con dicho objetivo.

Paralelamente, el presidente de dicha empresa, Demian Reidel, prepara nuevos proyectos junto a algunos gobernadores como Ignacio "Nacho" Torres de Chubut, donde por ejemplo quiere crear una subsidiaria de YPF llamada "YPF Nuclear" para que controle las minas de uranio en esa provincia.

Es importante destacar que la energía atómica hoy en día está siendo desempolvada luego de su declive tras el fin de la Guerra Fría y las principales potencias del mundo aceleran su desarrollo, no sólo en materia armamentística, sino también en materia energética y científica.

Argentina es un país que no sólo tiene profesionales especializados en la materia, importantes centrales nucleares, sino que también tiene los recursos naturales que se necesitan para el desarrollo de dicha energía.

Sin embargo, los trabajadores del sector formalizaron una carta ante el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y actual vicepresidente de Nucleoeléctrica, Guido Lavalle, en reclamo de la fuga de profesionales por la desinversión en el sector estratégico.

Lavalle es además presidente de Invap, empresa del gobierno de Río Negro que tiene gran relevancia en la producción de tecnología para la Defensa y para la Energía. Como ya contó El Cronista, esta última semana dicho organismo recibió una visita de la encargade de Negocios de la Embajada de Estados Unidos.

"Las y los trabajadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica nos dirigimos a usted para denunciar y repudiar el vaciamiento, desfinanciamiento y el ataque sistemático que está sufriendo nuestra institución", remarcaron los trabajadores en dicha misiva.

Lavalle es un ingeniero, egresado del Instituto Balseiro, que pasó por varias gestiones y que tuvo un rol preponderante durante la presidencia de Mauricio Macri. "CNEA, organismo estratégico de la Nación y columna vertebral del Plan Nuclear Argentino, hoy está siendo asfixiada presupuestariamente, paralizando proyectos y expulsando a trabajadoras y trabajadores calificados y que estamos perdiendo", remarcaron.

Asimismo, señalaron que el funcionario ocupa lugares de decisión en NA-SA, INVAP y CONUAR, por tanto, no puede desconocer que "las decisiones políticas están poniendo en riesgo la soberanía tecnológica, energética e industrial de nuestro país".

"No podemos obviar que estas acciones forman parte de un desmantelamiento más amplio, que incluye la amenaza de privatización de nuestras centrales nucleares, aunque formalmente no correspondan al ámbito de la CNEA, afectando la integridad de nuestro sector y consolidando un modelo dependiente de monopolios extranjeros", denunciaron los trabajadores.

Entre los principales problemas que atraviesa el sector está la falta de recomposición salarial, con salarios por debajo de la línea de pobreza y congelados frente a la inflación lo cual produce una fuga de cerebros. Además, hay servicios cortados y adeudados, como el Servicio Médico en el CAB, que "lleva ocho meses sin pago y dejará a familias sin trabajo a la vez que desprotege a toda la comunidad del CAB impidiendo el funcionamiento de este Centro Atómico".

En otra nota, hay proyectos paralizados como el CAREM -reconocido internacionalmente como un reactor modular innovador- o los programas de medicina nuclear en provincias como Salta, fundamentales para la salud pública. En esta línea, el desfinanciamiento lleva al corte de suministros y postergación de investigaciones que frenan cualquier iniciativa de desarrollo.

"Se exige una postura clara y activa en defensa de la CNEA, CONICET y del Plan Nuclear Argentino, rechazando el vaciamiento y el ajuste que perjudican tanto a trabajadores como al desarrollo científico y tecnológico del país", reclamaron los trabajadores.

La misiva tuvo la firma de la Asamblea de trabajadores de los Centros atómicos pertenecientes a CNEA (ATCNEA). Entre ellos, la Asociación de Técnicos Comisión Nacional de Energía Atómica -Bariloche y Pilcaniyeu; la Asociación Trabajadores del Estado Comisión Nacional de Energía Atómica; la Asociación de profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear y la Comunidad del Instituto Balseiro

CNEA es el organismo que articula investigación, formación de recursos humanos, desarrollo tecnológico e innovación industrial. "Sin presupuesto, sin salarios dignos, sin servicios básicos y con proyectos paralizados y cada vez con menos personal, ese plan queda reducido a la nada misma, en contra de los discursos oficiales de continuidad y cooperación con un programa nuclear con Estados Unidos".

Finalmente, rechazaron la privatización de las centrales nucleares que aunque no dependen "formalmente" de CNEA -tiene un porcentaje de las acciones de NA-SA-, consideraron que este proceso forma parte del mismo "desguace general que atraviesa al sector científico-tecnológico y productivo nacional". "La entrega de NA-SA y de las centrales atenta contra la soberanía energética del país y afecta directamente al conjunto de las y los trabajadores del sector", concluyeron.