Ponen en marcha la Ley de Economía del Conocimiento en busca del efecto rebote

La pandemia aceleró el cambio y abrió oportunidades. Para 2030 se espera que las exportaciones alcancen u$s 9600 millones que cubrirían todas las obligaciones externas con los acreedores privados.

Ayer se realizó el Primer Encuentro de la Mesa sectorial en el Ministerio de Desarrollo Productivo, luego de la reglamentación hace pocos días de la Ley de Economía del Conocimiento para comenzar a poner en marcha la nueva legislación, junto a representantes de 24 cámaras empresarias y referentes del sector.

No se trata de una ley que subsidia a la industria, sino que la promociona , explicó Pablo Fiuza, presidente del Polo IT de Buenos Aires a El Cronista. Agregó que la ley exige que las empresas mejoren su competitividad y a cambio otorga beneficios que principalmente pueden utilizar las PyMes para financiar mejoras que no sólo benefician a cada empresa, sino a todo el ecosistema a cual pertenece.

La economía del conocimiento engloba a todas las actividades de industria y servicios que están vinculados de forma directa o indirecta a la creación de valor basada en el conocimiento. Las proyecciones indican que hacia el año 2030, alrededor del 25 % del PBI mundial estará vinculado a las actividades de la economía del conocimiento, y gran parte de ese PBI tendrá relación con el software y los servicios basados en tecnología.

En el primer semestre de 2020, las exportaciones de servicios informáticos registraron el nivel más bajo desde 2017, en gran parte debido a la ausencia de un régimen de promoción para el sector. La Ley de Promoción de Software terminó en 2019 y la Ley de Economía del Conocimiento aún no estaba en vigencia. De todos modos, en los primeros seis meses del año el sector empleó a 445.000 trabajadores, un nivel de participación que no tenía desde 2008.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, destacó el martes que las exportaciones crecen a una tasa anual acumulada de 4,3% desde hace 10 años y que, sólo manteniendo esta trayectoria, se alcanzaría un total cercano a US$ 9.600 millones para 2030.

En línea, Luis Galeazzi, director de Argencon proyecta que “el ingreso de divisas por exportaciones podría llegar a cubrir totalmente nuestras obligaciones externas con los acreedores privados .

En comparación a la Ley de Software, en esta se amplía el espectro de actividades beneficiadas y se suman la producción audiovisual, la biotecnología, neurotecnología e ingeneria genética, la nanotecnología, la industria aeroespacial, la ingeniería nuclear, y las actividades vinculadas a industria 4.0.

Más allá de la inestabilidad macroeconómica de Argentina, de acuerdo al estudio de Argencon, es un país con ventajas en su disponibilidad de talento, desempeño de sus centros de servicio, capacidades emprendedoras, desarrollo empresarial, foco exportador y fuentes de innovación.

Este sector es uno de los únicos que no necesita de importaciones que lo habiliten a posteriormente poder exportar. Otro beneficio de este campo económico es que pueden contribuir a la federalización del país, “las empresas que usan talento para crear valor no suelen tener tantas restricciones físicas. Para los que trabajamos en software, teletrabajar era moneda corriente previo a la pandemia , concluyó Fiuza.

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