"Plan Marshall" de Alberto: el Gobierno presentó poco más de la mitad de las medidas prometidas

Algunas apuntan a recuperar el consumo y el empleo; otras a incentivar la construcción. La batería de anuncios se completará tras concluir un acuerdo con el FMI y cerrar negociaciones con sectores productivos, sindicales y sociales.

El mentado plan de reactivación económica en la pospandemia (llamado también "el Plan Marshall criollo" o New Deal) no termina de madurar al cabo de tres meses de ser presentado en sociedad. De las 60 medidas que prometió el presidente Alberto Fernández allá por julio, cuando confirmó la continuidad del Programa ATP para asistir a empresas en crisis, la Casa Rosada apenas anunció poco más de la mitad, y entre ellas varias todavía no se pusieron en marcha.

Golpeada por la pandemia de coronavirus, la economía argentina caería este año hasta 12 puntos, según el Banco Mundial, y se perderán miles de puestos de trabajo y empresas. Para acelerar la recuperación, que se prevé lenta, el Gobierno diseñó medidas para incentivar tanto la demanda como la oferta.

Tres meses atrás, Fernández habló de "60 medidas que tienden a empezar a construir un futuro más definido sobre cómo empezar a trabajar saliendo de esta crisis", tras reconocer que el confinamiento masivo de la población golpearía severamente la actividad. "Sabíamos que íbamos a poner en crisis la producción y el trabajo, y sabíamos que debíamos hacer una inversión para garantizar la continuidad de empresas y empleos", dijo entonces el jefe de Estado sobre un paquete que a la fecha ha demandado más de $ 650.000 millones.

Para contrarrestar la caída, el Gobierno enunció hasta ahora 38 medidas estructuradas en siete bloques, que apuntan a grandes rasgos a recuperar el consumo y el empleo; volver a poner en marcha la obra pública y la construcción privada; promover inversiones y exportaciones, asegurar financiamiento para la industria, crear incentivos para desarrollar la economía del conocimiento y otros desarrollos tecnológicos; propiciar un crecimiento sostenible y amigable con el medioambiente, y favorecer un desarrollo federal.

Entre las "perlitas" listadas por el ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas, se destacan la moratoria para empresas y personas huamanas; la ampliación del Programa Ahora 12; el Programa PreViaje, que consiste en un reintegro de un 50% de lo gastado por las personas para ser utilizado en el turismo y gastronomía en 2021; Potenciar Trabajo, que desde la cartera de Desarrollo Social unifica varios programas vigentes para recuperar empleos entre sectores postergados.

También se cuentan la baja de retenciones y aumento de reintegros a la industria; las compensaciones y estímulo para pequeños y medianos productores de soja, la baja de retenciones a exportaciones mineras, y el plan de desarrollo de proveedores de la energía, la minería, las industrias de la salud, la automotriz, la naval y la ferroviaria, entre otras.

Asimismo, el Gobierno cuenta entre sus iniciativas el programa Precios Cuidados para la Construcción y el relanzamiento del Procrear, e instrumentos de inversión colectiva para el desarrollo inmobiliario. También se listan allí varios programas que suponen inversión estatal a través de obra pública (Argentina Construye, Argentina Hace, infraestructura educativa, en vivienda y en corredores viales y ferroviarios) que recién comenzarán a ejecutarse en 2021.

Qué más se puede esperar

Este lunes, al convocar a una nueva reunión que antecede al lanzamiento formal del Consejo Económico y Social, el ministro Kulfas presentó un documento de trabajo en el que dejó entrever algunas de las medidas por anunciarse, destinadas a potenciar la economía del conocimiento, la economía circular y la electromovilidad, con una mirada federal. El resultado de las conversaciones que comenzarán este jueves 22 de octubre por mesas sectoriales definirá la suerte de los anuncios por venir.

Entre ellas, Kulfas recalcó un trabajo conjunto con el Consejo Agroindustrial Argentino para definir una política de puesta en valor de la produccion primaria, a la que se suman medidas para el desarrollo porcino, pesquero y acuícola. 

En otro orden, el Gobierno trabaja en iniciativas para generar infraestructura que reduzca los costos logísticos y en planes de formación de capital humano para la economía del conocimiento. 

En términos sectoriales, se espera que la Casa Rosada defina incentivos para la industria audiovisual, la manufactura de equipamientos médicos, el desarrollo de aerogeneradores nacionales y de la industria naval, entre otros. 

"Todos los ejes van a tener nuevas novedades, algunas con una escala de alto impacto, y otras más enfocadas en nichos", reconocieron a El Cronista funcionarios involucrados en el día a día de la economía real.

En efecto, la batería de medidas que contabiliza el Gobierno se completó recientemente con el proyecto de ley de modificación de Ganancias y Bienes Personales, para incentivar colocaciones en pesos que luego se vuelquen al aparato productivo; líneas de financiamiento del BICE para inversión productiva, que tendrán hasta 7 años de plazo y una tasa máxima del 24% durante los primeros 24 meses, y el Plan Argentina Programa.

Las 22 medidas que restan comunicar saldrían a la luz en un lento derrotero hasta fin de año, a cuentagotas, según la capacidad que tenga el ministerio de Economía y el presidente para cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para reestructurar la deuda adquirida por la gestión de Mauricio Macri, superior a los u$s 40.000 millones, y asegurar un horizonte previsible en términos de compromisos en la balanza de pagos y recursos disponibles para incentivar la transformación productiva que se busca.

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