INTERNAS

PJ: en tensión con un sector ultra-K, se encamina la asunción de Alberto

A la medianoche termina el plazo para presentar las listas para la interna del peronismo. Hay negociaciones de último minuto para evitar un choque con un sector que pedía ir a las urnas.

Como un cuento de hadas tradicional, el límite para llegar a la unidad del PJ Nacional vence a la medianoche. Al cronograma para presentar las listas para renovar la cúpula partidaria, con el objetivo oficial de que sea Alberto Fernández quien sea entronizado el próximo 21 de marzo, no le importaba que hoy fuera feriado. Los apoderados deben ir igual en búsqueda del aval de la Junta Electoral partidaria.

En esta fábula peronista también hay villanos: desde la Casa Rosada, el Instituto Patria y la sede peronista de Matheu al 100, se negociaba por estas horas para evitar que lo que comenzó como un desafío escalara hacia una desgastante disputa judicial. El mandatario puntano Alberto Rodríguez Saá, un asiduo insistente en pedir internas partidarias, quiere forzar una competencia con su tocayo. No estaba solo: con él auspiciaban una pulseada el ex vicegobernador y ex comisario político del cristinismo en la administración sciolista, Gabriel Mariotto; la dirigente social detenida Milagro Sala, que justo hoy insistió con una amnistía presidencial a los "presos políticos"; y con esa misma óptica, la esposa del ex ministro de Planificación Julio De Vido, Alessandra Minnicelli.

Esa nómina pretendía llevar el nombre de "17 de Octubre Fuerza Argentina". Desde el PJ hace días que insistían que la Junta Electoral no la aprobaría por, un clásico argumento jurídico peronista, no contaba con los avales necesarios. "Sala ni siquiera es afiliada", justificaban el rechazo. Cuestiones legales que, llegado el caso, se solucionan fácilmente. Por ejemplo, Máximo Kirchner está afiliado al PJ de Santa Cruz pero pretende la presidencia de la filial bonaerense, frente a la resistencia de su actual autoridad, el intendente Fernando Gray.

Precisamente ese acuerdo con el líder camporista, allana por estas horas el camino para un reparto acomodado a las circunstancias en la lista "Unidad y Federalismo" que encabezará el Jefe de Estado. El "consenso", que era la palabra mágica para romper el hechizo, será fruto de las negociaciones que se sucedieron hasta el último minuto para completar los 70 lugares que suman el Consejo.

Un único rumor logró romper la barrera del hermetismo para conocer la nómina: que la diputada Cristina Álvarez Rodríguez secundaría a Fernández como vicepresidenta. La sobrina nieta de Eva Perón no es una extraña en la estructura orgánica del partido. La intensión, dejaban trascender, es que por primera vez, en una mesa partidaria colmada por lo general de hombres, se respetara la paridad de género.

El resto del quinteto de vicepresidentes lo completarían el bonaerense Axel Kicillof, Analía Rach Quiroga (vicegobernadora de Chaco), el mandatario de Tucumán, Juan Manzur y la diputada catamarqueña Lucía Corpacci. Esos nombres, al menos, enviaron desde el despacho del ministerio del Interior de Eduardo "Wado" de Pedro, el que hoy tiene la lapicera. 


Con problemas como la inflación, los ecos de la pandemia, las dudas sobre las PASO, en el PJ preferían evitar que la novela por la sucesión del sanjuanino José Luis Gioja (que sobrevivió a la intervención judicial de Luis Barrionuevo) sumara varios capítulos y que mejor pase desapercibida. "La gente no quiere escuchar hablar de la interna del peronismo", resumían en la Casa Rosada. Por esa razón, pretendían que la lista dejara la menor cantidad de heridos posibles para evitar repercusiones, al menos hasta el momento de la entronización de Fernández a fines de marzo. La jugada de los díscolos lo pone en riesgo.

El mismo Presidente no habló demasiado del tema. Incluso, apenas asumió, le habían llevado a su despacho la idea de replicar el modelo del Frente Amplio uruguayo para copiar en el Frente de Todos. El PJ, en ese escenario, debería haber sido un socio más. La crisis del coronavirus cambió los planes: se gestó un operativo clamor para darle a Fernández otra silla institucional. Era a él, al final a quien le pertenecía el zapato que se había perdido al principio del cuento.

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Comentarios

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  • YL

    Yanina Lopez

    16/02/21

    La gestión de Gray fue y es excelente, no es justo que lo corran de esta manera solamente porque Máximo tiene ganas de jugar a ser un dirigente político importante.

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  • MA

    marcelo araujo

    16/02/21

    Fuerza compañero GRAY, ESTAMOS CON USTED EN TODO MOMENTO! CUENTA CON NUESTRO APOYO

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  • LL

    Lorenzo Leopoldo

    16/02/21

    Mi apoyo es incondicional para los intendentes del Conurbano, no entiendo la jugada que intenta hacer Máximo, debería respetar los rangos.

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  • AR

    Aldana Ricci

    16/02/21

    El intendente Gray debería continuar a la cabeza del PJ, lo que intenta hacer máximo es un atropello terrible aunque él diga que no.

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