SI SIGUEN REGLAS DE MERCADO, DEBER A HABER UN SHOCK EN LOS VALORES DEL GAS

Petroleras y distribuidoras de gas buscan cómo evitar una suba de precios de 70%

Las empresas de Nicolás Caputo pidieron al Enargas un aumento inmediato de las tarifas, amparadas en la ley. El Gobierno deberá optar por más inflación o subsidios

La brusca devaluación del peso, de casi un 30% en el último mes y medio, amenaza con quebrar la normalización del mercado energético que se planteó como objetivo la administración de Mauricio Macri para incentivar las inversiones en el sector. De acuerdo con lo que pudo saber El Cronista de cinco fuentes relevantes, las empresas productoras de gas y las distribuidoras formarán en breve una incipiente mesa de negociación para que la suba del dólar tenga "el más mínimo impacto" en los clientes finales, que de otra forma verían un aumento promedio de 70% de sus facturas en octubre.

 

Por supuesto, el número luce inviable política y socialmente si el Gobierno desea disminuir la conflictividad, máxime teniendo en cuenta la cercanía de la cumbre de líderes del G-20 en Buenos Aires. Pero la cifra surge de los cálculos de las compañías: el precio promedio ponderado del gas fijado para abril fue de u$s 4,68 por millón de BTU a un tipo de cambio de $ 20,55 por dólar, mientras en octubre está pautado que el gas cueste en promedio u$s 5,26 / MMBTU a un dólar que, según el mercado de futuros Rofex, se ubicaría en $ 29,13 en el décimo mes de 2018. Eso implicaría un incremento en pesos de 59,3% por la actualización de costos mayoristas y el retiro de subsidios del Estado, a lo que se debe agregar el traspaso de la inflación mayorista (de acuerdo al Índice de Precios Internos al Por Mayor, IPIM), que entre abril y septiembre superaría por lo menos el 10%.

Según publicó ayer el portal EconoJournal, la firma EcoGas, que cuenta entre sus accionistas a Nicolás Caputo, empresario y amigo íntimo de Macri, y controla Distribuidora de Gas del Centro (opera en Córdoba, La Rioja y Catamarca) y Distribuidora de Gas de Cuyo (San Luis, Mendoza y San Juan), solicitó en una nota al Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) que habilite un "aumento inmediato" de las tarifas por el incremento en sus costos asociado a la devaluación. EcoGas se ampara en la letra de la Ley 24.076, que permite a las distribuidoras que reclamen un nuevo cuadro tarifario cuando sus costos suban repentinamente más de un 20%.

Una fuente calificada del organismo regulador, que pidió mantener en reserva su nombre, adelantó que analizan la procedencia del pedido de la empresa que tiene como accionista a Caputo y que quieren contestar esta semana, pero "la revisión no va a ser inmediata, sino más cerca de octubre". Se descarta que el Enargas rechazaría esa demanda.

En los últimos meses de 2017, ante el término de la emergencia económica, las petroleras y distribuidoras celebraron contratos para el abastecimiento de gas, que ahora ya quedaron desactualizados. Según una fuente de las distribuidoras, las empresas que envían las facturas están absorbiendo costos y quieren que las productoras también cedan, con una renegociación, ya que "nadie garantiza que en estos meses se reconozca toda la variación de costos", o sea, que el Enargas dé luz verde a los aumentos, tal cual correspondería siguiendo las reglas del mercado.

El problema es doblemente grave: el Gobierno se arriesga a un dramático incremento tarifario que pegaría muy fuerte en la clase media y se trasladaría a la inflación (al margen de que la diputada aliada Elisa Carrió ya contó que le prometieron que en el segundo semestre no habrá ajustes de tarifas) pero de la otra forma, si entre las petroleras y distribuidoras no consiguen fumata blanca, debería aumentar los fondos para subsidiar la continuidad del sistema, ante una delicada situación fiscal y las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) de eliminar los subsidios energéticos.

Ya el presidente de la ex Enarsa, Hugo Balboa, estimó esta semana que la empresa estatal necesitará este año el doble de subsidios que en 2017: $ 29.000 millones contra $ 14.900 millones.

El ministro de Energía, Juan José Aranguren, dijo en el Foro Latinoamericano de Energía en San Carlos de Bariloche que el Gobierno todavía no analizó el impacto de la devaluación en los futuros incrementos tarifarios de gas y electricidad, pero adelantó que se podrían subir los subsidios.

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