Pedro Mouratian: "Las mujeres ganan entre 25 y 30% menos que los varones"

Quedó a cargo de la intervención del Inadi tras la polémica salida de Claudio Morgado y María Rachid. Plantea la discriminación laboral y de género, al tope de las denuncias

A diferencia de quienes lo precedieron en el cargo, prefiere mantener el bajo perfil y evitar expresarse sobre los casos polémicos que se denuncian ante el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo), al menos hasta su resolución. Evita también definiciones políticas, sean para cuestionar o sean para defender a quienes hayan sido denunciados por la oposición o el oficialismo, como la senadora del FpV Beatriz Rojkés o Miguel del Sel, del PRO, caso este último cuya resolución se tomó tras las elecciones en Santa Fe. Trabajó por las leyes de Matrimonio Igualitario y el reconocimiento del Genocidio Armenio cometido por Turquía. Ahora, parte de su gestión la concentra en consensuar cambios con las empresas.

¿Cuál es el ámbito donde se discrimina más en la Argentina?
Estos años trabajamos en el mapa nacional contra la discriminación. Se hizo un relevamiento de 14.800 casos que es un número alto para una encuesta y de allí surge que los dos ámbitos más importantes donde se da la discriminación son el trabajo y la educación, como la caja de resonancia de la sociedad y porque son los ámbitos donde estamos más tiempo. Después aparecen ámbitos públicos como boliches bailables e instituciones como las comisarías.

¿La discriminación por género sigue siendo la más importante?
El mundo laboral para la mujer siempre ha sido más hostil y todavía hoy las estadísticas plantean que existe una diferencia en la remuneración de las mujeres respecto de los varones que ronda entre 25 y 30% a favor de los varones. Cumpliendo la misma función y teniendo la misma responsabilidad las mujeres ganan menos. Esa inequidad sigue existiendo aunque viene disminuyendo. Existe también disparidad respecto a los grados y niveles de responsabilidad a los que llegan. Antes estaba en un 30% y hoy está dentro del 20%. Esto es algo que trabajamos a través del Ministerio de Trabajo, los sindicatos y las propias empresas.

Hay profesiones con nombre masculino, como motorman. E incluso hay un reclamo de mujeres que quieren ser maquinistas ¿No pueden destrabar esa situación con el ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo?
Es un tema de los gremios Con las colectiveras se ha modificado.

¿Qué otros temas son preocupantes?
Con el tema de discapacidad se tiene una asignatura pendiente, tanto para el Estado que no cumple con el cupo del 4% como para las empresas privadas.

¿Nadie cumple el 4%? ¿Ni siquiera el Estado que tiene el Inadi?
Algunos organismos sueltos pero en su totalidad no está cubierto. Lo más importante es visibilizar estos temas porque antes nadie se preocupaba de que las personas con discapacidad estuvieran contempladas por un modelo social que rompa con estas barreras que la misma sociedad impone.

En educación y en publicidad ustedes plantean salir de estereotipos que fomentan la discriminación, ¿hubo intervención por la publicidad de una mujer que compra y compra y su marido se queja? (Se ríe) Hay muchas en donde nosotros trabajamos con ellos para ver si logramos conciencia. Porque sino después nos dicen que somos la policía. Hay un tuit chistoso que dice que somos la AFIP de la mente. Nosotros tratamos de ser respetuosos de la libertad de expresión y creación pero hay lugares que no pueden ser lugares comunes y debemos modificarlo como sociedad. Tiene que ser por convicción, por un cambio cultural y de pensamiento, no por un tema punitivo. El objetivo nuestro es un cambio de conciencia no el punitivo.

¿En las redes redes sociales se discrimina más que en otros ámbitos?
Dentro del observatorio existe un área específica, la plataforma por un internet libre de discriminación. Se trabaja fundamentalmente a partir de los acuerdos que hemos tenido con las grandes redes como Facebook, Google y demás. La sociedad tiene que sincerarse porque después aparece cierto discurso vinculado a la libertad de expresión mientras por el otro lado decimos que entonces todo el mundo escriba lo que quiera. Se que me voy a poner la mitad de la biblioteca en contra pero la libertad de expresión tiene un límite y es cuando de alguna manera estoy poniendo en riesgo la vida de otra persona, no puedo organizar por internet ir a hacer un linchamiento a una chica. Tenemos que ser más responsables. Tenemos que entender que no todo sirve para hacer política no todo sirve para posicionarse.

Temas relacionados
Más noticias de mujeres

Las más leídas de Economía y Política

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés