LA GUERRA DE LOS DESPACHOS, UN CL SICO DE CADA RECAMBIO

Monzó amenaza con no pagar el sueldo a diputados que retengan el despacho

El oficialismo quiere evitar los tironeos que protagonizan cada dos años los legisladores entrantes para tener las mejores oficinas. El que no entregue la llave no cobrará, advirtieron

Cada dos años, casi como un ritual, la asunción de los legisladores nacionales electos es acompañada en el Congreso por tironeos y discusiones alrededor de la asignación de los mejores despachos. Las oficinas grandes, luminosas y ubicadas en el Palacio son sólo un puñado y los diputados y senadores con experiencia y "rango" para reclamarlas no dudan en hacerlo. A veces, no de las mejores maneras. Para evitar esas rencillas, sobre todo, retener para sí la potestad de asignar los lugares a su voluntad, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, tomó este año una decisión drástica: diputado saliente que no entregue la llave de su despacho no cobrará el sueldo.

La disposición, que comenzó a ser informada a los legisladores nacionales a fines de la semana pasada, incluye también la obligatoriedad de presentarle a la Presidencia una rendición patrimonial que acredite que los despachos, sus muebles y los elementos de trabajo que se les asignan a cada diputado serán entregados en forma.

"Creemos que no va a haber mayores inconvenientes. Sondeamos con los bloques y sólo hay un diputado que se había comprometido a heredarle, por así decirlo, su despacho a otro diputado entrante. Pero se tendrán que arreglar entre ellos. A menos que ese diputado acepte resignar sus haberes sólo para garantizarle el lugar a un sucesor", graficaron fuentes calificadas de la Cámara en diálogo con El Cronista.

Con mayor o menor exposición pública, la asignación de los mejores despachos suele generar conflictos. Hace dos años, el episodio más mediático de esta puja terminó con un virtual allanamiento a un despacho que había usado José Díaz Bancalari y que luego ocupó Máximo Kirchner en el tercer piso del Palacio, adonde el Frente para la Victoria se había establecido durante los doce años de gobiernos kirchneristas. El episodio provocó en aquel momento la reacción airada de varios legisladores kirchneristas, que se opusieron a la decisión de Monzó e ingresaron a las oficinas por la fuerza, rompiendo las fajas de seguridad que había cruzado sobre sus puertas el personal de la Cámara.

La pelea de fondo en ese momento tuvo que ver con la redistribución del espacio que encaró Cambiemos en función del resultado electoral de 2015. Hasta la victoria del macrismo, la tradición marcaba que los despachos del tercer piso eran para el peronismo y los del segundo piso para la UCR. Dos años después de la irrupción de un tercer partido en ese esquema, el peronismo y el PRO comparten el tercer piso, mientras que los radicales siguen aferrados al segundo.

El despacho de CristinaLa Cámara de Senadores no está exenta de una tensión similar, este año condimentada con el regreso de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner al Congreso. Los rumores en los pasillos del Senado señalan que la legisladora por la provincia de Buenos Aires ocupará las oficinas que el 10 de este mes deberá desocupar Virginia García, senadora saliente por Santa Cruz y cuñada de Máximo Kirchner. Ubicado en el tercer piso del Palacio, el despacho tiene algunas comodidades (como el acceso cercano a un ascensor privado) y mucha historia, pues es el lugar que la ex presidenta ocupó en su última gestión como senadora.
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