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En una etapa de conflicto abierto con las provincias, el gobierno tomó la decisión de disolver el organismo que tenía a su cargo las rutas nacionales argentinas. Los gobernadores mantenían un reclamo con Javier Milei por la falta de manutención de las principales vías para la producción del país, sin embargo, la reacción es desigual y algunos ya pactaron con el Ejecutivo.

"Señoras y señores, la corrupción en la obra pública tiene hoy su acta de defunción firmada", selló el vocero presidencial Manuel Adorni luego de confirmar lo que era un rumor que rondaba desde hace meses.

El cierre de Vialidad Nacional, a cargo de Marcelo Campoy, se publicó en el Boletín Oficial de este martes. A raíz de esta decisión, el nuevo organismo llevará el nombre de "Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos de Transporte".

Durante décadas, la ahora exVialidad Nacional fue el organismo técnico encargado de diseñar, construir, conservar y fiscalizar la red vial nacional en Argentina.

El organismo tiene denuncias de las provincias por la dejadez de las rutas nacionales y la dificultad para mover la producción argentina, así como también un creciente número de accidentes.

Gobernadores como Maximiliano Pullaro en Santa Fe y Alberto Weretilneck en Río Negro mantienen activas denuncias contra el organismo por la falta de reparación de rutas claves como la 5 y la 151. Aún está por verse que pasará con dichos reclamos que ya tenían la venía de los juzgados federales y obligaban a Nación a hacerse cargo de las trazas.

La pelea es simple: el gobierno quiere transferir las rutas a las provincias sin saldar deudas ni finalizar las concesiones y los gobernadores las quieren libre de deudas.

En este sentido, los gobernadores que hace dos semanas muestran un frente interno unido frente al gobierno nacional y llegaron a impulsar dos proyectos de ley en el Congreso para redistribuir los ATN y el fondo que proviene del impuesto a los combustibles.

Sin embargo, hay señales encontradas con respecto a esta última decisión del gobierno nacional.

Fuentes allegadas a la gobernación de Córdoba de inmediato expresaron su descontento con esta medida a El Cronista. Martín Llaryora es uno de los gobernadores que comenzó a tomar la voz cantante en la distancia con el gobierno nacional, más todavía por la vuelta de las retenciones al campo.

"Nosotros creemos en la inversión en infraestructura como motor del desarrollo", advirtieron fuentes calificadas de esa provincia, y repitieron el mantra que el mandatario siempre proclama.

Además, agregaron con sorna "que se peguen una vuelta en auto o camión y nos cuentan".

En otras provincias como Santa Fe hay más cautela y esperan todavía a ver la letra chica de la disolución antes de opinar. "Por ahora no hay mucho", afirmaron.

Quién si habló abiertamente de la decisión del gobierno es el mandatario de La Pampa Sergio Ziliotto. "Desmantelar Vialidad Nacional es un castigo más al desarrollo federal", indicó.

"La decisión del Gobierno nacional de disolver la Dirección Nacional de Vialidad no sólo es irracional, es ajuste a sus trabajadores y es una agresión directa al desarrollo armónico del país", espetó el gobernador.

Según denuncian los gremios, el cierre de la Vialidad Nacional implica el despido de más de 5500 trabajadores y al menos118 rutas nacionales a la deriva con más de 40 mil kilómetros que quedarán sin mantenimiento ni cobertura.

Según Ziliotto, para La Pampa esto significa "un abandono más". "Ya denunciamos el estado crítico de nuestras rutas nacionales. Pedimos ayudar, recibimos solo silencio. Hoy son un riesgo para la vida, para la producción y para la integración de nuestras comunidades", afirmó el gobernador.

En ese sentido, para el pampeano la medida del gobierno nacional "no ahorra nada" sino que se trata de "eludir responsabilidades".

Los gobernadores que dan señales de acuerdo con Nación

Javier Milei estará esta noche en la vigilia por el 9 de julio en la provincia de Tucumán, junto a todo su gabinete. Sin embargo, la foto no será la misma que el año pasado, los únicos gobernadores que confirmaron su asistencia, además del anfitrión Osvaldo Jaldo, son el misionero Hugo Passalacqua y el catamarqueño Raúl Jalil.

Además, es probable que se sume el salteño Gustavo Sáenz, quien ayer se paseó por la Casa Rosada y se sacó una foto con Karina Milei y el asesor (y armador) Eduardo "Lule" Menem. En el seno del karinismo festejaron esa foto, además, como una señal de que la estrategia electoral no dinamitó los puentes de diálogo con los gobernadores.

Una señal de acuerdo con Nación similar provino de la provincia de Misiones. Esta mañana, el ministro de Hacienda de esa provincia, Adolfo Safrán, dio a conocer una reunión que se mantuvo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), alianza facilitada por el ministro de Economía Luis "Toto Caputo".

Se trató de una reunión que tuvo como objetivo la gestión de obras viales y de infraestructura rural de Misiones.

"Junto al gobernador, Hugo Passalacqua, mantuvimos un encuentro con Viviana Alva Hart representante del BID en Argentina; Denise Obara, jefa de operaciones; y el asesor Sebastián Rosales, para gestionar posibles opciones de financiamiento para grandes obras de infraestructura en Misiones", indicó Safrán a través de su cuenta de X.

El ministro indicó que ante "el reciente anuncio de la disolución de la Dirección Nacional de Vialidad, dónde el Estado se desprende de responsabilidades esenciales como rutas y construcción, el gobierno provincial sigue buscando alternativas de financiamiento".

"Trabajamos en la mejora de la RN14 que en determinados tramos productivos, como entre las ciudades de Leandro N. Alem y San Vicente, registra un tráfico intenso y en crecimiento", concluyó Safrán.