

Durante su participación en el CFO Summit, organizado por El Cronista y la revista Apertura, el economistaCarlos Melconian compartió un análisis detallado y crítico del programa económico impulsado por el presidente Javier Milei. Entrevistado por Hernán de Goñi, director periodístico de El Cronista, Melconian esbozó una severa disección del plan del Gobierno, casi una autopsia, donde puso de manifiesto sus limitaciones y subrayó la visión "automatizante" que, según él, el Gobierno tiene respecto a la relación entre el superávit fiscal y sus objetivos económicos.
Melconian destacó que, en su opinión, el Gobierno comenzó el año con "un ingenioso plan financiero", que si bien permitió acumular reservas y reducir la brecha cambiaria, no era suficiente para sostener un programa económico a largo plazo. "Dura un tiempo", aseguró, al explicar que el plan era finito y que, a partir de junio, el Banco Central dejó de comprar dólares, lo que evidenció las limitaciones de esa estrategia.
El economista también criticó lo que considera un enfoque excesivamente simple del Gobierno en cuanto a la política fiscal. Según Melconian, la administración de Milei tomó como dogma que un superávit fiscal es la clave para resolver todos los problemas económicos. "No creo en la automaticidad de que, si tenés mucho superávit fiscal, al final alguien escupe los dólares", afirmó.
En cuanto a las decisiones sobre la política cambiaria, Melconian mostró escepticismo ante la posibilidad de una liberación total del cepo en el corto plazo. "No comparto eso de que lo bajan, unifican, liberan", dijo.
Según Melconian, "esto va a ser gradual", dijo, tras lo cual explicó que es necesario diseñar un plan ordenado que contemple, entre otras cosas, la administración de las reservas internacionales, el manejo del régimen cambiario y el valor del dólar. "Para personas no se va a liberar", puntualizó.
Para Melconian, lo esencial es trazar un "sendero" de política económica que vaya de la mano con lo que ya se ha hecho en el plano fiscal. Esto implica que, al igual que existe una hoja de ruta para el ajuste de las cuentas públicas, es necesario un esquema para el manejo de la política cambiaria y financiera. Este sendero debe contemplar cómo se administrarán las reservas del Banco Central, cómo se moverá el tipo de cambio y cuál será el plan financiero en dólares para el año 2025.
"No hay que jugar a las escondidas", dijo, y agregó que las acciones del Gobierno deben ser claras y comprensibles para los actores económicos. A modo de ejemplo, criticó el uso de medidas temporales y los cambios repentinos en las reglas del juego, como la modificación de decretos para permitir canjes de deuda. "Cuando uno dice, modifico un decreto para poder hacer un canje, o dice, estoy preparando un Repo y quédense tranquilos que en enero está cubierto, todas esas cosas sueltas no ayudan a mejorar la certidumbre", comentó.
Uno de los temas más interesantes abordados por Melconian fue el de la "competencia de monedas". Aquí, Melconian rechazó de plano la idea de que se trate de una competencia entre el peso y el dólar. "Competencia de monedas no. Nosotros hablamos de convivencia. No es un tema menor", sentenció. Según él, Argentina ya es una economía bimonetaria, y no se trata de una disputa entre ambas monedas, sino de reconocer una realidad que la gente ya ha decidido. En sus palabras: "Nuestra cabeza era bimonetaria porque ya está decidido. ¿Quién lo decidió? La gente".
En ese sentido, Melconian explicó que el blanqueo de capitales que se está implementando actualmente es un primer paso en la dirección correcta. "Lo que está haciendo es dejar que esos dólares salgan a la superficie", explicó. Sin embargo, advirtió que el éxito de este proceso no se verá de inmediato, y que debe observarse con cautela. "Primero es ver qué sale del blanqueo. Segundo, vamos a ver sus montos", dijo.
El economista también recurrió a metáforas futboleras para explicar los desafíos del gobierno. "Si el primer semestre presupuestario se jugó con un arquero y tres delanteros, el que viene se juega con tres arqueros y un delantero".
A pesar de las diferencias, Melconian evitó descalificar al equipo económico del gobierno. Mencionó que si bien a veces el Presidente parece actuar como "una gran Secretaría de Hacienda", lo cual no le molesta, sí criticó el "show de la cadena nacional" y la forma en que se comunican las decisiones económicas.
En línea con su escepticismo hacia la posibilidad de soluciones rápidas, Melconian subrayó la importancia de generar certidumbre y confianza, dos aspectos que, según él, fueron desatendidos por la actual administración. Citó el ejemplo del blanqueo de capitales propuesto por el Gobierno, al que calificó como insuficiente para cambiar el panorama económico. "¿Vos te creés que 4, 5, 10 lucas de blanqueo cambian esta historia?", cuestionó, tras lo cual recordó que el blanqueo de capitales de la administración de Mauricio Macri tampoco logró generar un impacto significativo en la entrada de dólares al país.
El economista hizo hincapié en la importancia de la transparencia y de contar con un equipo económico que defina claramente el rumbo a seguir. "Tiene que haber un equipo que diga cuál es el sendero", dijo, al criticar la falta de coherencia entre las declaraciones del presidente y las políticas del Banco Central. Según Melconian, las señales contradictorias del gobierno no contribuyen a generar confianza ni a estabilizar la economía.




