QUINTANA Y LOPETEGUI FUERON LOS ÚNICOS SACRIFICADOS

Macri redistribuye poder, sin grandes cambios en el achique del Gabinete

Reconfirmó a Peña y elevó a Ibarra para auditarlo. Redujo de 19 a 10 la cantidad de Ministerios: Ciencia, Salud, Energía, Trabajo, Ambiente y Cultura, con menos rango

El concilio que mantuvieron las principales figuras del Gobierno durante el fin de semana en Olivos se tradujo este lunes en el anuncio de un achique de la estructura del Poder Ejecutivo, como un gesto simbólico y pragmático sobre esta etapa del Gobierno, que Mauricio Macri decidió emprender con una concentración de áreas y la degradación de otras, y con las mismas figuras que lo vienen acompañando desde diciembre de 2015.

En el mensaje grabado desde el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, Macri transmitió la decisión de "reducir la cantidad de ministerios a menos de la mitad", dado que "los gobiernos tienen distintos momentos, y en cada momento tal vez se requieren equipos diferentes", según declaró.

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En efecto, el gabinete que se reunió el lunes por la mañana, ni bien fue transmitido el mensaje presidencial, contó con nueve sillas menos, dado el rebajamiento de las carteras de Cultura y Ciencia y Tecnología, que pasaron a la órbita del Ministerio de Educación; Ambiente, Modernización y Turismo, degradados a secretarías bajo el control de la Jefatura de Gabinete; Salud, que dependerá del ministerio de Desarrollo Social; Trabajo y Agroindustria, a cargo de Producción; Energía, que se subsume en el ahora denominado ministerio de Economía. También el Sistema Federal de Medios Públicos, que dirige Hernán Lombardi, perdió su status.

Todos los ex ministros, ahora secretarios, definieron continuar pese a la atenuación del cargo. También, dicho de otro modo, ninguna de las figuras de la coalición Cambiemos que sonaron el fin de semana aceptaron el ofrecimiento del Presidente para asumir en momentos que el propio Macri definió con "dificultades" que, a veces, son "inmensas". La tómbola incluyó a Ernesto Sanz como posible sucesor de Oscar Aguad en Defensa; Alfonso Prat Gay, para la Cancillería; Martín Lousteau, para Educación, y Carlos Melconian, para Economía.

Así las cosas, la única purga implicó a los vicejefes Gustavo Lopetegui y Gustavo Quintana, que sin embargo seguirán con tareas menores en la órbita del Ejecutivo, pese a los esfuerzos de la socia fundadora Elisa Carrió por respaldarlos, a través de mensajes en redes sociales que contradijeron abiertamente al Presidente.

El presidente entregó de ese modo a dos de las figuras que el mercado señalaba como responsables, no ya de la corrida de la semana pasada, sino del cambio de las metas de inflación anunciadas el 28 de diciembre pasado, y las consecuentes corridas de abril y mayo, que llevaron la divisa norteamericana de $ 20 a $ 24 en 30 días.

La salida de Lopetegui y Quintana pone fin al tridente de conducción liderado por Marcos Peña, quien pese a ser reconfirmado en el cargo, tendrá como sombra a nada más ni nada menos que al hombre al que Macri le encomendó la auditoría y recorte de gastos superfluos en el Estado, que lo acompaña desde sus inicios en el ámbito empresarial, en Boca Juniors y en la Ciudad.

La gradación de la influencia e importancia que Macri da a los "sobrevivientes" del achique quedó reflejada en la foto que Presidencia se encargó de difundir inmediatamente después de comunicados los cambios: junto al Jefe de Estado, aparecen en primera línea Peña y Dujovne, seguidos por el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y Carolina Stanley. Le siguieron Dante Sica, Patricia Bullrich, Guillermo Dietrich y Germán Garavano. Los más alejados: Faurie, Finocchiaro y Aguad.

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