

Los economistas del Plan Fénix difundieron un comunicado donde analizaron la pandemia y su impacto económico. A pesar de la crisis, destacaron los aprendizajes que dejó a la Argentina.
Compuesto por economistas, el Grupo Fénix surgió en el año 2000, cuando el gobierno de Fernando de la Rúa empezaba a naufragar hacia su final en medio de la trágica crisis económica de 2001. Desarrollándose en el ámbito de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, discuten los problemas centrales de la economía argentina y formulan propuestas, con la mirada puesta en el mediano y largo plazo, y también con algunas medidas de corto plazo que permitan enfrentar la crisis actual.
En una declaración, el Plan Fénix destacó: "La respuesta temprana de la Argentina para proteger a su población y prevenir un colapso sanitario, sin descuidar el apoyo a los sectores (familias y empresas) más afectados por la pandemia" e informaron que se ha "atravesado una diversidad de fases en este período turbulento".
"Estamos ante una crisis que, por su magnitud y sus características, no tiene precedentes en la historia reciente; una crisis que vino a agravar un cuadro económico mundial, incluyendo a la Argentina, signado por el estancamiento" y agregaron que "el producto bruto global se contrajo un 3,6% en 2020, cuando a principios de año se preveía un crecimiento de 2,6%". La Organización Internacional del Trabajo estimó que, durante 2020, la economía mundial perdió una cantidad de horas trabajadas equivalentes a 255 millones de trabajos a tiempo completo".
Además aclararon que la situación en América Latina es aún peor. "Su producto bruto cayó un 7,1% en 2020, cuando la CEPAL preveía un crecimiento de 1,3%. En el segundo trimestre de 2020, la región había perdido 47 millones de empleos en comparación con el año anterior".
En referencia al gobierno de Alberto Fernández remarcaron que "empezaba el año 2020 con una economía en recesión, con alta inflación y con una deuda pública impagable, parte de la cual ya estaba en default. Sus políticas iniciales, que apuntaban a una recuperación de los ingresos populares y del crecimiento, fueron rápidamente anuladas por la llegada de la pandemia. Las medidas adoptadas fueron costosas en términos sociales y de crecimiento. La pobreza afectaba a un 42% de la población en el segundo semestre de 2020. Todo esto expresaba un aumento de la desigualdad en materia laboral perjudicando especialmente a los sectores informales".
Pero que a pesar de ello, "la Argentina ha podido recuperar de manera significativa el crecimiento económico durante la segunda mitad de 2020 y principios de 2021" y que "esa recuperación, permitió recobrar, en el primer trimestre de 2021, casi toda la caída del PBI ocasionada por la pandemia".
Actualmente en la Argentina, se registraron 82.667 fallecidos por Covid-19 y 3,9 millones de contagiados. Desde la Cátedra Abierta aclararon que: "Esta preocupante situación nos coloca frente a un escenario de saturación de los servicios de salud y, consecuentemente, a la necesidad de medidas excepcionales de restricción", y advirtieron que: "Se está poniendo en juego, ni más ni menos, nuestra capacidad como sociedad para enfrentar esta dramática realidad".
En dicha declaración resaltaron algunos aprendizajes que les dejó la pandemia:
Se evidencia el rol fundamental del Estado no sólo en el aspecto sanitario y de contención económica y social frente a la pérdida de ingresos y al aumento de las desigualdades, sino también en el apoyo al sistema científico y tecnológico.
Se están poniendo de manifiesto las altas capacidades de la Argentina, previamente acumuladas, en términos de recursos humanos e infraestructura. Se han producido valiosos resultados en materia de técnicas, medicamentos y kits de diagnósticos y, cada vez más posibilidades, en materia de producción de vacunas. Todo ello, por la concurrencia virtuosa de Estado y sector privado.
Los países no tienen que optar entre preservar la salud o la economía. La experiencia internacional muestra que los países a los que les fue mejor en el frente sanitario son también los que tuvieron un menor costo económico, y viceversa: al no observarse una compensación entre ambas variables es erróneo afirmar que se podría crecer más (o decrecer menos) aceptando un mayor número de fallecimientos.
La importancia creciente del sistema de teletrabajo nos plantea la urgencia de democratizar el acceso a las infraestructuras y a la capacitación necesarias para que estas tecnologías estén disponibles para la mayor parte de la población.
En otro orden, la pandemia pone aún más de manifiesto los profundos problemas que presenta la Argentina en materia de déficit de vivienda, que se ven agravados frente a la presente realidad y que plantean la necesidad de enfrentar en forma rápida y eficiente este problema socio estructural. En ese sentido, las experiencias vividas en materia de ocupación de tierras nos plantean la alternativa de impulsar asentamientos productivos rurales de proximidad a áreas urbanas como medio para contribuir a la resolución del problema de la vivienda y del trabajo.
Sumadas al apoyo de la agricultura familiar y de las cooperativas agropecuarias y de los mecanismos de distribución populares, tales iniciativas darían impulso a un actor productivo que puede contribuir a aumentar la oferta de alimentos y a potenciar nuevas redes de distribución, que contribuyan a moderar el alza de los precios.
Y concluyeron que "La recuperación posterior a la pandemia deberá comportar un enérgico redireccionamiento del curso productivo mundial, apuntando a contener el calentamiento global, las deforestaciones masivas y la contaminación de acuíferos. Sólo puede haber una especie humana saludable en un planeta saludable".


