NUEVO MINISTRO

Lado B de la jura de Massa: rosca para la unidad, música de Titanic y pronóstico sindical

Antes de los anuncios el flamante ministro fue recibido con vítores. La actitud de Scioli, Kicillof en modo relacionista público y el mal momento de Pablo Moyano

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"No pido que le den un cheque en blanco pero sí que tengan paciencia y le den tiempo". La frase no pertenece al presidente Alberto Fernández. La dijo Malena Galmarini, esposa de Sergio Massa, mientras apagaban las luces del Museo del Bicentenario donde un rato antes juraba el nuevo ministro de Economía de la Nación en un clima de algarabía que contrastó con los incidentes que obligaron a bajar la persiana de la entrada principal.

Apenas Massa juró, con un "sí juro" que sonó potente en el salón, el jefe de Estado lo abrazó fuerte y se palmearon uno al otro las caras. "Ahora empieza el partido", se oyó a un economista que trabajó en las medidas que se estaban por anunciar, consciente de que ya es tiempo de acción y no de expectativas. Un sindicalista de los varios que estuvieron (Hugo Moyano, Hugo Yasky, Carlos Acuña, Antonio Caló) se retiró muy confiado: "Sergio no juega este partido si no sabe que lo va a ganar".

Efusivo abrazo entre Sergio Massa y el presidente Alberto Fernández

En cambio el que pasó un mal momento fue Pablo Moyano increpado por un grupo de manifestantes cuando caminaba por la vereda de Casa Rosada. José Luis Lingieri se le acercó raudo, le habló al oído y dieron la vuelta hacia Balcarce 50 mientras los seguían y filmaban con sus celulares una decena de personas.

Adentro todo fue algarabía, más allá de que los flamantes funcionarios reconocían la urgencia para poner en marcha medidas que alivien la situación económica.

Malena Galmarini: No pido que le den un cheque en blanco pero sí que tengan paciencia y le den tiempo

La jura fue una celebración, a pesar del contexto. Hasta estuvo el Tula sin tocar el bombo pero dispuesto a posar para las fotos. "Borombombom borombobom este es el Frente Renovador", cantaban militantes, diputados, diputadas e intendentes del espacio massista, una de las tres patas de la alianza gobernante. 

Massa mandó a callar a la tropa que comandaba su mujer desde el centro de la escena. Tal vez por eso ella después aclaró que respetan la institucionalidad y de la figura presidencial ante las reiteradas consultas por la concentración de poder del tigrense. 

En un rincón esperaba paciente para saludarlo el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, que por ahora no será super ministro. El Presidente decidió postergar la unificación de esa cartera con Transporte. "Era mucho para un solo día", esquivó el hombre de San Martín la consulta de este diario.

El reto de Sergio Massa a sus militantes tras la jura: qué pasó - El Cronista


GESTOS POLÍTICOS

Moria Casán, Fernando "Pato" Galmarini y Malena Galmarini en la jura del nuevo ministro de Economía

Cuando el flamante ministro arrancó con las selfies, ya no estaban ni Alberto Fernández ni Moria Casán, pareja de Fernando "Pato" Galmarini, el suegro de Massa, pero sí su mujer, sus dos hijos y su cuñado Sebastián Galmarini, director del Banco Provincia. Fernández, como la diva del teatro y la TV, se fueron rápidamente minutos después de la jura.

El acto fue todo un hecho político que convocó casi a mil personas, inédito para la jura de un ministro. Lo que se vio sería inverosímil de contar tres años atrás. Massa unió lo que se rompió después de muchas conversaciones con el Presidente y de acordar tanto con Cristina Kirchner como con Máximo Kirchner. Ambos, la Vicepresidenta y el diputado nacional que preside el PJ bonaerense, fueron los grandes ausentes que sin embargo nadie esperaba.

Las reuniones reservadas de Sergio Massa con Cristina y Máximo Kirchner - El Cronista

LA CÁMPORA Y GRABOIS

Primera fila: Cecilia Moreau, Kicillof, Jalil, Bordet, Gutiérrez, Manzur. Wado de Pedro, Martínez y detrás Sáenz

Un ejemplo de la unidad es el silencio de La Cámpora y algunos apoyos públicos que consechó Massa. Pero además hubo una foto interesante. En la fila decimoquinta se sentaron tres diputados nacionales. Itaí Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli del Patria Grande que lidera el cada vez más crítico Juan Grabois. "Ponemos una ficha, esperemos que salga bien", respondió Fagioli a El Cronista mientras ingresaba al museo.

No fue pura fe la apreciación del diputado bonaerense sino producto de una negociación política. Cecilia Moreau, que en el evento estrenó su título de presidenta de la Cámara de Diputados, se juntó previamente con Grabois para pedir la misma paciencia que pedía Galmarini al periodismo y la colaboración que ya en conferencia de prensa solicitó Massa a sus ex colegas diputados. Otro 'milagro': después de casi un año volvió a un acto el ex canciller Felipe Solá, a quien le pidieron la renuncia post PASO para darle el lugar a Santiago Cafiero.

El propio Presidente habló a los presentes en ese sentido. "Tenemos una gran oportunidad como país", subrayó y prometió seguir trabajando por la unidad del Frente de Todos. "Es fundamental" dijo frente a once gobernadores, ministros, diputados y senadores entre los que hubo representantes no solo del albertismo y del massismo sino también de La Cámpora. En combi llegaron 16 senadores mientras que varios diputados eligieron viajar en subte, entre ellos el titular del bloque, el santafesino Germán Martínez.

"Tenemos una gran oportunidad como país", subrayó el Presidente.

KICILLOF EN ACCIÓN

Antes de ocupar su lugar en primera fila Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires y economista de cabecera de la Vicepresidenta, saludó fila por fila a los presentes. Se lo vio saludar efusivamente a Mario Grinman, presidente de la CAC, Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, y a  Daniel Funes de Rioja de la UIA con quien se quedó conversando. Merecedor de un abrazo de Kicillof fue también Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Comercio y de un saludo efusivo el flamante secretario de Producción, José Ignacio de Mendiguren. También Malena Galmarini cruzó besos con Kicillof.

Señal de las decisión política a favor de la paz fue la presencia de los tres ministros que dejaron su lugar para que Massa asumiera con amplios poderes y a los que Fernández agradeció especialmente. Silvina Batakis se quedó adelante pero Daniel Scioli y Julián Domínguez, ex de Desarrollo Productivo y de Agricultura, caminaron sonrientes saludando a todos.

Scioli fue el más efusivo. Saludó a empresarios, industriales y buscó a los gobernadores presentes entre ellos Gustavo Sáenz (Salta); Omar Gutiérrez (Neuquén); Gustavo Melella (Tierra del Fuego); Raúl Jalil (Catamarca); Verónica Magario (vice bonaerense) y Gustavo Bordet (Entre Ríos). Un fuerte abrazo se dio también con el flamante titular de la AFIP el kirchnerista Carlos Castagneto mientras Darío Martínez, secretario de Energía, saludaba a diputados neuquinos mientras buscaba  la silla con su nombre.

Cuando quedaba poca gente en el salón y Massa y su equipo ya hacía rato estaban en el Ministerio de Economía, alguien tuvo el mal tino de poner de fondo la versión instrumental del tema principal de la película Titanic.

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