Legalización del aborto: qué chances hay de que sea ley en el Congreso

Al cierre de su gira europea, el presidente Alberto Fernández aseguró que enviará al Congreso un proyecto de ley que “termine con la penalización del aborto y permita la atención en cualquier centro público , según explicó en el Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po).

Este jueves, la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, confirmó que el Ejecutivo "trabaja multidisciplinariamente en un proyecto" que apunta a la legalización de la práctica para incorporarlo a los servicios públicos de salud, y por lo tanto va más allá de la no punición de la mujer que aborta o el médico que la asiste. La exabogada de Milagro Sala también aclaró que no hay fecha para su remisión al parlamento. 

Sin embargo, no es claro que el Congreso le dé su apoyo a la iniciativa ejecutiva. En 2018, cuando el tema llegó al Congreso, se aprobó en Diputados pero no en el Senado. En ese entonces, 129 diputados acompañaron la medida y 125 se opusieron, y 31 senadores votaron para convertir el proyecto el ley contra 38 que lo hicieron en sentido inverso. Un escenario similar podría repetirse.

En Diputados, se descuenta que el proyecto de ley avanzaría con más facilidad. Al menos 112 diputados acompañarían la norma, y 101 la rechazarían, mientras 40 juegan a la indecisión o no se habrían expresado. Sin embargo, la plataforma Unidad Provida, publicó un relevamiento que le da la victoria a los "pañuelos verdes" frente a los "pañuelos celestes" por 138 votos contra 112, habiendo apenas siete indecisos.

La marcada tendencia en la cámara baja obedece en buena medida al recambio legislativo y la nueva composición de la bancada de la provincia de Buenos Aires. De los 35 diputados bonaerenses que juraron en diciembre pasado, 29 están a favor del aborto y solo seis se oponen.

En el Senado, sin embargo, el pañuelo celeste podría contra el verde a priori. Unos 38 senadores rechazarían la norma y otros 33 la promoverían. La única indecisa, de momento, es la neuquina Lucila Crexell, que hace dos años se abstuvo en la votación, en tanto María Eugenia Catalfamo, que votaría a favor, estuvo ausente en aquella sesión por estar a punto de parir.

Pese a que los números frenarían el avance del proyecto, el Senado tiene mayoría peronista y Fernández dio a entender en su gabinete que la ley sale sí o sí". Por eso, en la pulseada podría emerger una crisis al interior del Frente de Todos, siendo que el titular del bloque oficialista, José Mayans, es un ferviente opositor del aborto, y la vicepresidenta, Anabel Fernández Sagasti, milita en favor de la legalización. 

Para torcer el destino del proyecto, se especula con que la Casa Rosada ejercerá presión sobre los senadores provida, o bien directamente, o bien en las negociaciones con cada gobernador. Así lo demandó la abogada Mariela Bielski, directora Amnistía Internacional en la Argentina -uno de los principales sostenes de la Campaña Nacional por el Aborto Legal- al reconocer en Página/12 que "los números para aprobar la ley estarían garantizados en Diputados pero en la Cámara Alta la ecuación es más complicada", y demandarle al Ejecutivo que "ordene a los legisladores oficialistas díscolos" y propicie que "los más reticentes" se ausenten.

Mientras tanto, la Iglesia católica no se quedó de brazos cruzados ante esta posibilidad. Sus autoridades convocaron a una marcha en la Basílica de Luján para el próximo 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer. La consigna será “Sí a las mujeres, sí a la vida , en un claro mensaje en contra de la legalización del aborto. Ese mismo día se espera una masiva convocatoria de "la marea verde" en la Plaza del Congreso.

Quizás para contrarrestar la presión del Ejecutivo, la campaña provida se construirá desde el Interior hacia la capital federal. El coordinador de Unidad Provida en Buenos Aires, Agustín Caulo, reconoció ante El Cronista que preparan "una reunión con los principales referentes provinciales para trazar una estrategia" a fines de febrero. "Tenemos un trabajo muy articulado con los credos y las organizaciones de la sociedad civil. Lo político ya está mucho más articulado y hay una relación directa con diputados o senadores. Ninguno en la Cámara desconoce las posiciones. No hay sorpresas".