

Las librerías encontraron algo de oxígeno en medio de la delicada situación que atraviesan a raíz de la prohibición de abrir sus comercios. A tavés de una decisión administrativa que se dio a conocer hoy, el Ministerio de Desarrollo Productivo habilitó a las librerías a comercializar sus publicaciones, aunque sólo de forma online.
Esto quiere decir que no podrán abrir sus puertas, sino que sólo tendrán permiso para hacerlo de modo virtual y con envío al domicilio del comprador. Esta decisión complementa a la que se dio a conocer el sábado último, donde se dio vía libre a los locales de venta de artículos de librería e insumos informáticos, también de forma online y con envío puerta a puerta.
Libreros y editoriales alcanzaron este acuerdo luego de varias semanas de mantener reuniones con el Ministerio de Educación, y aunque entienden que, aunque no es una solución definitiva, al menos esto les permitirá registrar algo de movimiento en su actividad.
Martin Gremmelspacher, presidente de la Cámara Argentina del Libro, sostuvo a El Cronista que en la actualidad el porcentaje de las ventas online sobre el total de la facturación es de entre un 5% y un 10% en el caso de las grandes cadenas, y baja al 3% en las editoriales.
"El público está acostumbrado a la compra física porque muchas veces compra por recomendación del vendedor. El nuestro no es un sector que hoy esté acostumbrado a la venta virtual. A partir de ahora deberemos agudizar este canal", afirmó Gremmelspacher.
La situación de las librerías es muy compleja. En los últimos cuatro años el nivel de producción se desmoronó un 50%. Producto de esta situación, cerraron sus puertas más de 100 locales. Este escenario se dio, en medio de una baja del consumo en general, por el menor ritmo de compra de ejemplares por parte del Estado, una de las fuentes de ingresos más fuertes de este segmento.
Y las perspectivas para la post cuarentena no son buenas. Gremmelspacher describe que "ya muchas librerías arrastraban serios problemas antes de la crisis que genera el coronavirus, por lo que es esperable que la situación se agrave. Muchas seguramente no volverán a abrir sus puertas".
El año pasado las librerías facturaron unos $ 30.000 millones, cifra que a fines de 2020 quedará muy lejos. "En lo que va de este año ya perdimos de facturar cerca de un 20%, y esta tendencia sin dudas continuará. Nuestro fuerte de venta se da en el primer semestre, con el inicio de clases y la Feria del Libro; eso ya está perdido. Por esto, ahora nuestro objetivo será lograr la apertura de los locales, la única forma de poder al menos intentar salir a flote".



