A través del sistema de evaluación comparativa que clasifica a los países según el nivel de riesgo de producir Productos Libres de Deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés) la Unión Europea le bajó el pulgar a la Argentina y a sus socios del Mercosur, Brasil y Paraguay.
En la cuenta regresiva, hacia el inicio de la regulación europea anti deforestación, una iniciativa que promete transformar la comercialización de productos de la agroindustria, la Argentina recibió la peor noticia.
"Hoy se ha publicado en Bruselas la clasificación de riesgo país en materia de deforestación por parte de la Comisión Europea", anunció la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) en X y cuestionó que Argentina haya sido clasificada con un riesgo "standard" de forma "injustificada".
"Estudios recientes demuestran que el riesgo de deforestación en nuestro país es despreciable", reflejó la entidad y explicó que el Gobierno argentino presentó la documentación correspondiente ante la Comisión Europea.
Hoy se ha publicado en Bruselas la clasificación de riesgo país en materia de deforestación por parte de la Comisión Europea. Argentina ha sido clasificada con un riesgo "standard", al igual que otros países de la región. Consideramos que esta evaluación es injustificada....
— Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) (@CamaraAceites) May 22, 2025
En ese sentido, CIARA indicó que continuará trabajando "arduamente" con todos los eslabones de la cadena de valor de la soja para que la Argentina sea reconocida como un país de "riesgo bajo".
La calificación que Argentina comparte con sus socios de Mercosur, Brasil y Paraguay, deja a los productos de estos países en desventaja respecto a vecinos como Chile y Uruguay que recibieron la clasificación "riesgo bajo".
De no lograr una recalificación, el producto argentino podría perder valor en el mercado o directamente ser reemplazado por el de sus competidores. Sin embargo, el escenario es confuso ya que Brasil, Argentina y Paraguay superan en producción a Chile y Uruguay.
"Es una medida injustificada porque el Gobierno argentino había demostrado que era de riesgo bajo al igual que Estados Unidos", explicó Gustavo Idígoras, titular de CIARA a El Cronista.

En cambio países como China fueron mejor calificados, agregó y remarcó que "se ha privilegiado una visión más política que técnica".
El efecto no deseado
En la práctica, la legislación europea que entrará en vigencia a fines del 2025, le exigirá a los países proveedores, un sistema de trazabilidad con información georreferenciada de las unidades productivas en las cuales se generaron los productos de exportación.
Adicionalmente, el nuevo marco normativo clasificará a los países, o incluso a regiones dentro de ellos, como de riesgo "bajo", "estándar" o "alto". Los productos de países de bajo riesgo estarán sujetos a un procedimiento simplificado de control, el cual se intensificará de manera proporcional en las siguientes dos categorías.
Las sanciones por incumplimiento podrán tener una multa máxima de al menos el 4% del volumen de negocios anual total en la UE-27 del operador infractor, lo que implica que es muy probable que los importadores europeos no quieran hacer negocios con países clasificados como de riego "alto" y, ante la posibilidad de elegir entre riesgo "estándar" y "bajo", seguramente priorizarán a este último.
Además de la recopilación de documentación que presentó el Gobierno a la UE través de la Cancillería y de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en el sector privado, CIARA desarrolló una plataforma para garantizar exportaciones de productos del complejo sojero libres de deforestación.

La herramienta en cuestión, denominada Visión Sectorial del Gran Chaco Argentino (Visec), consiste en un sistema georreferenciado que permitirá realizar a nivel nacional una trazabilidad completa de las partidas de soja desde el campo de origen hasta el puerto de embarque.
La industria espera acciones del Gobierno nacional para lograr una recalificación y evitar impacto en mercados y precios.



