El Gobierno oficializará en las próximas horas el aumento de tarifas de la luz en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que reflejará la quita de subsidios a nivel nacional y la actualización de los ingresos de las empresas que prestan los servicios públicos de transporte (Transener) y distribución (Edenor y Edesur) de energía.

La suba treparía hasta un 210% para los hogares de Nivel 1 de la segmentación (ingresos o patrimonios altos y aquellos que no pidieron o renunciaron a los subsidios; este segmento agrupa a casi 35% de los usuarios residenciales), pero también alcanzará en un menor porcentaje a la clase media y los más vulnerables, algunos de ellos con tarifa social.

El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) también reducirá la cantidad de categorías de usuarios según volumen de consumo de las actuales nueve a cuatro, lo que simplificaría al sistema de facturación.

Como contó El Cronista, esta semana la Secretaría de Energía decidió trasladar el costo de la devaluación a las tarifas en todo el país, con la actualización del precio mayorista de la electricidad hasta abril. En los hogares N1 de AMBA, el incremento será de aproximadamente un 100% solo por este componente, sin contar la remuneración a otras partes de la cadena.

En colegios, universidades, clínicas, hospitales y edificios, así como en pymes del comercio y la industria, el alza superará el 300%, por lo que puede haber un fuerte impacto en los precios de los productos, las cuotas escolares, las prepagas y hasta las expensas.

Pero como la eliminación de la ayuda del Estado solo alcanza a una porción de la población, el Gobierno prefirió ser cauto y diseñar una nueva segmentación, la "canasta básica energética", mientras mantiene las subvenciones. Ese programa será discutido en audiencia pública desde el próximo jueves 29 a las 10 hs.

En lugar de la actual segmentación por cantidad de ingresos, Energía buscará dejar que los hogares paguen hasta el 10% de los ingresos del "grupo familiar conviviente" en la luz y el gas, mientras que cubriría el resto con subsidios. Esa tarea deberá estar terminada para abril, ya que es una de las metas no cuantificables del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Desde mayo estarían vigentes los nuevos aumentos para los usuarios de clase media y los más vulnerables, cuyo consumo es el 60% del total del sistema y hoy apenas abonan menos del 8% del costo pleno de la generación eléctrica y el transporte mayorista, por decisión oficial.

La meta con el organismo, que consta en el Staff Report que elaboraron los técnicos, es pasar este año del equivalente a 2,1% del Producto Interno Bruto (PIB) en subsidios que se gastó en 2023 a unos 1,3 puntos porcentuales, de los cuales la energía demanda 1,6% y 1,1%, respectivamente.