

Al límite del plazo para que la depuración de las listas presentadas ante la Justicia Electoral, la persistencia de la precandidatura del ministro Agustín Rossi en Santa Fe no sólo cruza al gobernador Omar Perotti, que se anotó como suplente para dejar claro que lo enfrentará en la interna que nadie logró (por ahora) evitar: la "rebelión" del titular de Defensa también causa malestar en la Casa Rosada.
El propio funcionario albertista deslizó ayer que el Presidente intentó mediar para evitar la PASO que parece inevitable en una provincia que el PJ recuperó en 2019 después de 12 años de gobiernos socialistas. Si bien Rossi negó que Fernández le haya pedido que se bajara, reveló que el mandatario le solicitó que hiciera "los esfuerzos necesarios" por lograr una lista de unidad.

En Santa Fe la lectura es clara: Rossi desafía al mismo Jefe de Estado que, con meses previos de cruces con Perotti, alimentó la candidatura del ex jefe de bloque en Diputados del Frente para la Victoria. "Me parecía que yo era una buena alternativa para encabezar la lista de senadores porque lo decían las encuestas", argumentó Rossi.
Los antecedentes no faltan, desde el affaire Vicentín, las visitas de Perotti a la Quinta de Olivos dejaron de ser las de antaño. Al frente de un a provincia productora, el mandatario peronista siempre evitó confrontar al campo.
Por los movimientos de las últimas 48 horas, resulta verosímil que haya existido un pedido presidencial, el cual a esta altura es anecdótico, ante la idea de un Rossi desafiando la voluntad albertista. Desde esa óptica, corren versiones de una salida del Gabinete, en medio de la oxigenación que ocurrirá con la posible llegada del intendente Juan Zabaleta por el precandidato Daniel Arroyo en Desarrollo Social.
"Agustín tiene pensado seguir", se limitan a aclarar desde la cartera de Defensa. Hubo, eso sí, una reunión con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que encendió todas las alarmas. Cerca de Rossi afirman que no se habló de la interna.
La pulseada, dicen en distintas terminales todistas, es puramente doméstica: Perotti visitó a Cristina Fernández de Kirchner en la previa del cierre de listas y se llevó el aval para una boleta con Marcelo Lewandowski (del gobernador) como primer candidato a senador nacional y María de los Ángeles Sacnun como segunda, una renovación de su banca pretendida por la Vicepresidenta.
El dilema de Perotti es otra Vice, su compañera de fórmula Alejandra Ródenas, que hace dupla con el ministro nacional. No sólo, pronostican en la gobernación, habrá un efecto Cobos en la relación entre ambos por el resto del mandato. Además, producto del acuerdo político que selló la unidad de 2019 con la que vencieron al socialismo, tanto Rossi como Ródenas colaron dirigentes en el gabinete perottista: sin ir muy lejos, Jorge Llonch, esposo de la vicegobernadora, ministro de Cultura. "Tienen los días contados", auguran.


