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"Atraer y consolidar inversiones está al tope de la agenda de la Cancillería", fue la escueta definición del ahora ex secretario de Finanzas Pablo Quirno y flamante titular del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la impronta que tendrá su gestión.
En el comunicado de su designación, Presidencia ponía énfasis en abrir la economía argentina, los acuerdos comerciales y los vínculos entre los mercados internacionales y los productores locales. El sector privado coincide espera una etapa más “alineada con los intereses del país” de la Cancillería, en referencia al ingreso de dólares de inversión y por exportaciones.
Patricia Valli

El acuerdo con los Estados Unidos será también un mensaje político desde Washington DC y se espera que, con la llegada del embajador Peter Lamelas, se anuncie en breve. Pero la agenda de las empresas implica cambios en la legislación para desarrollar las inversiones, como los conocidos pedidos de seguridad jurídica, baja de impuestos y reforma laboral. Pero a eso se suma también el lobby por cambios en leyes clave, como la de glaciares para la minería o la de semillas para las grandes agroquímicas.

La balanza comercial, por su parte, será superavitaria este año, pero el impulso de las importaciones recortará la entrada de divisas por esa vía. Y si bien para los próximos años se espera un crecimiento de las ventas al exterior por el petróleo y gas de Vaca Muerta y una buena cosecha en 2026, la vista está puesta también en la explotación de los minerales críticos y la economía de conocimiento como ejes que pueden mejorar la ecuación de divisas.
Balanza comercial y el cambio en energía
Para este año, según las estimaciones privadas se espera un saldo comercialentre u$s 7700 millones y u$s 8500 millones. Aunque sigue en verde, representa una baja de más de u$s 10.000 millones contra el dato del año pasado.
La balanza energética explicó el 84% del saldo de balanza comercial de septiembre, con un saldo positivo u$s 775 millones, según destacó el Iaraf. En el año lleva un aporte extra de u$s 1656 millones en relación al 2024, una muestra de la mejora de divisas por este sector.
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Belén Ehuletche

En ese sentido, de los u$s 80.000 millones previstos por exportación para este año, los cálculos hablan de que en los próximos cinco se pueda pasar a casi u$s 130.000 millones, lo que le daría aire también a la estrategia de “apertura” del mercado interno del Gobierno, que continúa con la baja aranceles y desregulación para generar más competencia interna y bajar precios.
Inversiones
Si bien el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) es el gran caballito de batalla del Gobierno para captar flujos, los u$s 13.000 millones prometidos hasta el momento tienen un cronograma de desembolso de mediano plazo.
En concreto, en el primer trimestre de este año los ingresos netos de inversión extranjera directa en Argentina por u$s 611 millones en el primer trimestre de 2025, según las cifras del BCRA.

Pese al nuevo rol, Quirno no dejó de comentar sobre cuestiones macroeconómicas como la dolarización pre-electoral del 40% (de la oferta monetaria M2, la cantidad de dinero disponible en la economía).
“Vamos a llegar a 2027 con la macro súper consolidada, con familias y empresas con acceso al crédito, con las inversiones rindiendo sus frutos en la balanza comercial y las reformas estructurales realizadas”, prometió a un interlocutor en redes sociales.
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El flamante canciller es la mano derecha de Luis Caputo y uno de sus más estrechos colaboradores históricos -junto con Santiago Bausili-. El trabajo entre los tres ilusiona al sector privado con un Ministerio de Relaciones Exteriores enfocado en generar dólares “genuinos” y avanzar en otros acuerdo como el del Mercosur y la implementación del EFTA, que consideran que acelerará las gestiones de otros convenios.
La relación con China, en tanto, se mantiene, y el Gobierno tiene una visita pendiente a Beijing, que puede demostrar si realmente no hay condicionamientos de EE.UU. a la hora de comerciar e invertir la otra gran potencia mundial.




