

Después del anuncio de desdoblamiento electoral en la Provinciade Buenos Aires, las ya agitadas aguas del peronismo se encresparon y son pocos los que se aventuran a hablar de un acuerdo que deje satisfechos a todos. Sin embargo, la misma dinámica de los acontecimientos podría otorgar una chance para que subsista la unidad en esa fuerza.
En ese escenario, el ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, pasó por Casa Rosada para mantener una reunión con autoridades de la gestión libertaria.
"Yo vine a solicitar formalmente la colaboración del comando electoral. Hubo una muy buena reunion, con muy buena predisposición", dijo hoy Bianco al salir de Casa Rosada. Ante las consultas respecto del encono que afloró en las últimas horas dentro del partido, subrayó que Kicillof "expresó en todo momento la voluntad de desdoblamiento" y que quien "tienen que hacer las elecciones y tienen la potestad de convocarlas es el gobernador".
"Nosotros somos orgullosamente kirchneristas", dijo y afirmó que Cristina Kirchner tiene derecho a ser candidata sin que eso sea considerado una amenaza.
El lunes pasado, después de semanas de negociaciones, el gobernador Axel Kicillof tomó dos decisiones: envió un nuevo proyecto a la Legislatura para suspender las Primarias y, por otro lado, se apoyó en un artículo de la Constitución para desdoblar los comicios respecto de la fecha de Nación por decreto.
El gesto del mandatario bonaerense fue leído de manera diversa: mientras que algunos dirigentes lo señalaron como una muestra de carácter y de independencia política que lo acerca al rol de conductor, el sector que conduce Máximo Kirchnerlo calificó de una "traición" que desafía a Cristina Fernández y, como si fuera poco, lo acusaron de "romper" el frente político.
Ayer por la tarde, consultada sobre la posibilidad de que exista un entendimiento, una fuente de La Cámpora señaló a este diario que "todavía hay margen, pero que es un escenario difícil de revertir" y que "Axel" caería en la cuenta de su error cuando intentara "armar las listas y perciba que no tiene candidatos".
El gobernador, en tanto, parece recostarse sobre la figura de los 50 intendentes bonaerenses que empujaron con fuerza el desdoblamiento: encabezará un encuentro con los jefes comunales mañana para mostrar el acompañamiento político a su posición.
Aunque Kicillof quiso morigerar los efectos de sus decisiones señalando que él y su Gobierno militarían ambas campañas, dentro de su propio espacio también hubo expresiones que elevaron el ruido interno: el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, habló de un intento "desestabilizador" por parte de La Cámpora, la organización de la que él mismo surgió pero de la que tomó distancia hace tiempo para respaldar a Kicillof cuando se abrió una grieta con la conducción del PJ provincial, en manos de Máximo Kirchner.
Mientras tanto, la justicia Electoral comenzó a trabajar con el actual objetivo de realizar tres elecciones que, hasta el día de hoy, están previstas salvo que la Legislatura lo cambie: las PASO, los comicios en los que se elegirán concejales, diputados y senadores provinciales y, finalmente, las que servirán para definir diputados en el Congreso Nacional.
Kicillof, una parte importante de la oposición, e incluso otros actores del peronismo se han pronunciado en favor de suspender las Primarias, pero, para ello, deben conseguir que algún proyecto con estado legislativo pase el filtro de las comisiones y llegue al recinto o reúna dos tercios para ser tratado sobre tablas.
Hoy Bianco dijo que, la semana que viene podría tratarse el proyecto del oficialismo en la Legislatura. Pero, sin embargo, parece una misión imposible: de hecho, no hay sesión convocada para estos días y es difícil que se trabaje en la corta semana de Pascua, confió a El Cronista un conocedor de la interna bonaerense. "No hay consenso para ninguna reforma electoral, para ninguna", subrayó.
Eso no sólo da por tierra la posibilidad de suspender las PASO, sino también de que La Cámpora imponga el tratamiento de la iniciativa que presentó hace unas semanas la senadora Teresa García y que, de ser aprobada no sólo suspende las primarias, sino que además unifica la elección provincial con la nacional.
"La realidad es que hay dos decretos conviviendo, uno es el de la convocatoria de las PASO y el otro de convocatoria (desdoblada) a la General. Para el de las PASO, el gobernador mandó un proyecto para que la Legislatura haga caer ese decreto. Nosotros queremos hacer caer los dos", dijo el diputado Facundo Tignanelli, dirigente camporista y uno de los hombres más cercanos a Máximo Kirchner.
Sin embargo, la realidad parece que ningún sector puede imponer, por su propia cuenta ni forjando alianzas con opositores, el número necesario para que su proyecto sea aprobado.

Si la inmovilización parlamentaria cruzada subsistiera, habría que votar tres veces en la Provincia, pero ello podría ser, al contrario de lo que se pueda pensar, un motivo para "descomprimir la interna". Ayer, tanto el propio gobernador como algunos de sus voceros insistieron con la postura de avanzar en una lista de unidad, más allá del desdoblamiento, que incluso puede tener a Cristina Kirchner como candidata en la Tercera Sección.
Las PASO -que fueron suspendidas a nivel nacional por iniciativa de Javier Milei- son un instrumento que ha sido usado de manera intensiva por el Peronismo bonaerense para dirimir sus internas a lo largo de más de una década. Muchas provincias tomaron el mismo camino que la Nación, pero en Buenos Aires eso significaba que el Justicialismo debía encontrar en pocos meses otra forma de ordenar sus listas.
"El sistema actual, tal cual funcionó hasta hoy es una buena salida para dirimir los conflictos posibles de candidatos", destacó una voz del massismo, señalando algo que aparece bajo la superficie: habiendo al menos tres sectores que se disputan el liderazgo, las primarias permitirían dirimir las candidaturas a los Concejos Deliberantes y a la Legislatura sin quebrarse, al menos, en esta etapa.
Con las PASO sobreviviendo en la Provincia, el peronismo no sólo se ahorra tener que discutir por cada puesto expectante en cada lista y tampoco se expone a la ruptura: cada sector podrá tener su boleta en la primaria y luego los candidatos se acomodarán según los votos en la lista definitiva que llegará al cuarto oscuro en septiembre.
Además, gana tiempo para definir la boleta que competirá por el Congreso Nacional. Allí sí, los tres sectores sí tendrán que acordar una sola lista dado la suspensión de la primaria nacional. Para ello, los antecedentes muestran que -desde 2019 en adelante- el kirchnerismo, el massismo y el kicillofismo llegaron a acuerdos que les permitieron la coexistencia pacífica. Para eso, de cualquier manera, falta algún tiempo.


