La industria ya habla del fin de la luna de miel: los números que alarman a distintos sectores
Desde varios sectores ya se comienzan a mirar con preocupación algunas variables macro, que continúan en baja. Algunos empresarios entienden que ya es tiempo de hacer público el descontento.
Si hay algo que la industria tiene desde que asumió Javier Milei es paciencia. Primero vio la posibilidad de que la política libertaria le diera otro aire al sector, sobre todo en lo relacionado con políticas menos restrictivas, aunque los números que se observan no son de los más alentadores.
Así y todo, todavía mantienen una postura de no confrontación y, salvo algunos casos particulares, no había grandes muestras de reclamos o descontento.
El martes pasado, sin embargo, la Unión Industrial Argentina (UIA), comenzó a dejar entrever algún descontento inicial. La entidad expresó su preocupación por la apertura de importaciones de productos terminados, y sostuvo que "afecta seriamente la competitividad de las empresas que operan en el país".
Incluso, habló de un trato desigual que compromete a la industria nacional.
La disyuntiva que comienza a surgir de a poco entre los empresarios es cuánto más tiempo se puede mantener la postura de no empezar a mostrar el descontento por las variables macro que se vienen viendo.
Y allí los empresarios comienzan a diferenciarse; se empiezan a hacer más evidentes las posturas que hay en el mundo industrial. Mientras algunos entienden que todavía es corto el tiempo que pasó desde que asumió el Gobierno como para sacar conclusiones, otros apuntan que los números -y algunas determinaciones que se tomaron- son demasiado duros como para seguir esperando para levantar la voz.
Expectativa vs. realidad
"Hay una realidad y es que hasta el momento lo que venía pasando es lo que se prometió en campaña; en ese punto no hay nada para decir. Del mismo modo, Milei también afirma que este es el camino que nos llevará hacia un escenario mejor, pero los números que se están viendo preocupan y mucho", sostuvo a El Cronista un referente industrial.
Esa expectativa de la que se habla es lo que hoy empieza a distanciar a la industria. Algunos se agarran de esa expectativa, y otros ven que es tiempo de soltarla.
Del mismo modo, se apunta que "se tomó a la inflación como punta de lanza y está bien porque es un tema importante", pero que "se están dejando pasar otras variables que no tienen buen resultado", una situación que comienza a prender algunas alertas.
"Eso hace muy difícil saber hasta cuándo el sector podrá mantener la postura que viene manteniendo hacia el Gobierno", aportó otro industrial.
Hay sectores, como el de la construcción, que no tiene forma de pararse del lado del Gobierno. Al freno demoledor que el Gobierno puso sobre la obra pública -lo que tiene hoy prácticamente frenada a la actividad- se suma la deuda que el Estado mantiene con las constructoras, que ya se acerca a los $ 500.000 millones, sin una solución del tema a la vista.
Lo mismo ocurre con los rubros relacionados con el consumo. Los datos de febrero que difundió el Indec -los últimos oficiales disponibles- muestran una baja en las ventas en supermercados del 11,4% contra marzo y del 12,7% en el primer bimestre, contra el mismo período de 2023.
La misma tendencia corrió para los mayoristas, con un retroceso interanual de 6,2%, y de 1,7% frente a enero de este año. En shoppings el golpe también fue duro, con un retroceso de 18,4% contra febrero de 2023.
Esto, desde ya, tiene un efecto directo sobre las empresas de consumo y centros de venta, que van reacomodando sus expectativas a la baja, y que incluso en muchos casos cambian sus estrategias de venta ante la acumulación de mercadería por falta de ventas.
Compartí tus comentarios