A días de las elecciones legislativas nacionales, la disputa interna en la provincia de Buenos Aires volvió a ponerse sobre la mesa por la problemática de la fiscalización y, pese a que hubo un amague del PRO a retirar a su equipo de La Matanza, fuentes del espacio amarillo confirmaron a El Cronista que seguirán firmes en colaborar al Gobierno para cubrir todas las mesas del país.

El trascendido se desencadenó por un presunto mal manejo de los fondos destinados a la fiscalización por parte del coordinador de La Libertad Avanza en el distrito bonaerense de 1.8 millones de habitantes, Luis "El Negro" Ontiveros. El apuntado de origen peronista ingresó a partido en 2023 y responde al líder violeta en la provincia, Sebastián Pareja.

A Ontiveros lo acusan de recortar la cantidad de fiscales para quedarse con los fondos asignados. Desde un sector del PRO denunciaron una "crisis de confianza" y difundieron un comunicado anunciando que pegaban el portazo para fiscalizar en ese distrito: "Desde el partido amarillo temen que se repita el escenario del 7 de septiembre, fecha en la que se reportaron serias deficiencias en la fiscalización: ausencia de fiscales en numerosos centros de votación y falta total de transparencia en el uso de los fondos", decía.

El mensaje llegó después de que en la Casa Rosada se reuniera la mesa de campaña, integrada tanto por la presidente de LLA, Karina Milei; el asesor presidencial Santiago Caputo; el líder bonaerense amarillo, Cristian Ritondo; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y los demás alfiles bonaerenses de la alianza. El foco de la reunión fue delinear el tramo final y reforzar la fiscalización.

Puntualmente, el PRO en La Matanza lo coordina Alejandro Finocchiaro, el exministro de Educación que ahora es candidato a diputado nacional en la lista que encabeza Diego Santilli tras la baja de José Luis Espert. "Nadie retiró nada. El PRO esta 100% disponible para dar apoyo, igual que hicimos en el balotaje del 23, que funcionó muy bien", desmintió una fuente del espacio ante El Cronista.

También detallaron que para cubrir el distrito más grande del país necesitan unos 4.000 fiscales. "Con LLA estamos evaluando repetir lo que hicimos en 2023, en el balotaje: una fiscalización de base y, encima de eso, una fiscalización de refuerzo, con un esquema de backup para los lugares donde pueda haber algún problema", precisaron las fuentes amarillas.

Pero lo cierto es que la tensión sigue latente en el conurbano, que se suma además a la incertidumbre que generan los cambios en el diseño de gestión a nivel nacional, de los cuales también participa el PRO. El protagonismo que cobró el partido amarillo después del 7 de septiembre no fluyó sin obstáculos dentro de LLA PBA, que quería manejar por su cuenta la fiscalización de los distritos como en ese entonces.

Se trata de una de las problemáticas que sacó a relucir el sector del oficialismo que rivaliza con Pareja, que responde al asesor Caputo. En ese sentido también surgieron críticas más disimuladas desde el PRO, que había tenido una participación mínima en la labor de fiscalización en la legislativa provincial. "Nosotros pusimos los que nos pidieron", definieron en ese entonces.

"Ya en septiembre fue un caos y el tema viandas y fiscales es muy desprolijo. Está parecido, pero ahora con más interna y juego de los amarillos", describió un coordinador violeta desde una localidad de la Primera Sección electoral que, además, no descreyó las acusaciones entorno a Ontiveros.

El Gobierno mantiene el optimismo de reducir por la mitad la brecha del margen de diferencia entre Fuerza Patria y la alianza LLA, tal como contó El Cronista, y por ende la fiscalización puede hacer la diferencia en el resultado final. "Somos un solo equipo y estamos laburando a full para que el domingo salga todo bien y podamos cuidar el voto del cambio en toda la provincia", quieren incentivar, pese a la suspicacia.