La extensión de la cuarentena profundizaría la recesión tres puntos más

En la cuarta jornada de la ExpoEFI, Marina Dal Poggetto planteó que la prolongación de las restricciones incrementará la magnitud de la caída de la actividad y requerirá un mayor esfuerzo fiscal que será financiado por el BCRA. Advierten que hay una emisión potencial de $ 2,18 billones hasta fin de año.

La economista Marina Dal Poggetto advirtió que con la extensión de la cuarentena el desplome de la actividad económica podría alcanzar más de tres puntos porcentuales adicionales y dejaría una situación fiscal realmente comprometida, dado el nivel de la asistencia del Banco Central (BCRA) al Tesoro y las necesidades financieras hasta fin de año, en la cuarta jornada de la ExpoEFI.

"Argentina transita viendo una nueva recesión muy violenta. ¿Cuál es la capacidad que tiene Argentina para rebotar y para crecer desde ahora? El rebote necesariamente va a estar, la discusión es cuál es la tendencia hacia adelante", comenzó la directora ejecutiva de la consultora EcoGo.

En un panel compartido con sus colegas Miguel Kiguel y Daniel Artana, Dal Poggetto planteó tres escenarios para la evolución de la actividad económica de acuerdo al efecto de la cuarentena, que inminentemente se profundizará, y a su duración. Señaló que el escenario base apunta a una caída de 17,3% en mayo y de 11,6% en junio, y que con una apertura del confinamiento el tercer trimestre tendría una caída de 8,4% y el año, una de 9,5%. 

No obstante, con la extensión de las restricciones en ciernes, EcoGo proyectó una caída mayor para el tercer trimestre. Por un lado, si cae 11,6% como en junio, la baja para el año será de 11%, mientras que si el tercer cuarto repite el comportamiento del período abril-junio, la recesión de 2020 será de 13%.

"En nuestro escenario de salida, la proyección para abril es de 23,7% interanual, teniendo en cuenta que la cuarentena dura fueron los últimos 10 días de marzo y los primeros 10 de abril. Mayo fue mejor que abril, por cierta apertura en algunos sectores, pero aun así con una caída de 17,3%, y junio con una de 11,6%. La discusión es qué pasa en el segundo semestre, ahora con el nuevo cierre de la cuarentena que está en puerta, planteamos dos escenarios que dejan a la economía con una caída de entre 11% y 13%", explicó.

Con este rebote acotado por la cuarentena, Dal Poggetto alerta la espiralización del déficit fiscal y del stock de asistencia por vías monetarias, el principal canal de financiamiento de la expansión del gasto ante la imposibilidad de la contracción de nueva deuda en los mercados financieros internacionales.

La economista planteó que la extensión de la cuarentena y la prolongación del crecimiento del gasto en estos niveles el agujero fiscal, previsto en 6,5% en un escenario base de cierta apertura en el tercer trimestre, podría llegar al 8,5% del PBI.

"Si la cuarentena se extiende y el gasto sigue creciendo en estos niveles y la recaudación no se normaliza, el agujero fiscal se ensancha y como contracara crece el financiamiento monetario, que es la única fuente financiamiento. En mayo alcanzó los $ 430.000 millones y acumuló en los cinco meses $ 1,05 billones, mientras que en junio los datos arrojan que se emitieron más de $ 200.000 millones más y será similar al de mayo", puntualizó.

El financiamiento monetario totaliza hasta ahora $ 1,05 billones y para Dal Poggetto en lo que resta del año el BCRA emitiría $ 1,2 billones más entre giros de utilidades y adelantos transitorios. Al sumar los $ 493.000 millones de pago de intereses de Leliq y pases, $ 295.000 millones para pago de deuda en pesos y $ 180.000 en compra de divisas, las necesidades de financiamiento bruto y emisión potencial para lo que resta del año llegaría a $ 2,18 billones.

"La dinámica fiscal y monetaria hacia adelante tiene como principal discusión si esto es permanente o transitorio. Lo que está ocurriendo con la disparada del gasto es lo que está pasando en el mundo en general. La pregunta es si este aumento del agujero fiscal en estos meses es fácilmente reversible", indicó.

Y agregó: "Para que se revierta lo que vemos es que la dinámica del gasto y la dinámica de los ingresos tienen que tener un comportamiento opuesto, que el gasto prácticamente no crezca y los ingresos se disparen el año que viene"

Dal Poggetto manifestó su preocupación por la dinámica del crecimiento de los agregados monetarios al compararlos con los existentes en octubre de 2015, al señalar que entre base monetaria y los pasivos remunerados acumulaban $ 2,5 billones y en junio de este año totalizaban $ 4,4 billones, un 75% más.

"Hasta ahora vemos que parte de esa emisión de pesos se está retirando vía Leliq, el aumento fenomenal tuvo que ver con los pasivos remunerados: de $ 1 billón a $ 2,3 billones. El problema es la dinámica de esto, si el incremento del déficit fiscal es transitorio, el margen para estabilizar la demanda de pesos con una política monetaira razonable aparece. Si el agujero fiscal no es transitorio, la dinámica fiscal y monetaria termina generando un problema hacia adelante en la inflación", dijo.

Así, planteó la posibilidad de que el incremento de la cantidad de pesos provoque una disparada inflacionaria en el segundo semestre, dado que considera que en la primera mitad del año el IPC acumulará una variación menor a 15%.

"¿Qué pasa con la dinámica hacia adelante con semejante inyección de pesos? Por el sendero fiscal, más allá de las señales contrapuestas, se corre un gran riesgo. La aceleración inflacionaria está a la vuelta de la esquina si no se coordina con la política monetaria y la capacidad de rebote para el año que viene termina estando muy condicionada", consideró.

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